En 1974, cuando Porsche presentó su primer deportivo de serie con motor turbo, el mundo del automóvil cambió súbitamente. A lo largo de 50 años, el término Turbo ha experimentado una apasionante transformación, desde la tecnología en sentido clásico hasta el look. Ahora, esta denominación identifica a la versión superior en cada modelo de la gama, incluidos los eléctricos.