Para Steve Noujaim, la fascinación de su niñez por los aviones se convirtió en una carrera extraordinaria que le permitió pilotar más de 70 aeronaves diferentes. Un experto modesto pero innegable de su entorno de gran altitud, el interés de Noujaim en la relación entre el hombre y la máquina también ha fomentado una relación amorosa a largo plazo con Porsche. Hoy, el ex piloto de combate de 61 años combina sus dos pasiones, usando un Cayenne para remolcar su amado planeador de alto rendimiento.
“Empecé a construir aviones miniatura cuando tenía unos ocho o nueve años y deseaba desesperadamente volar yo mismo”, dijo Noujaim, quien vive en Inglaterra. “Volé solo por primera vez en 1976, justo después de cumplir 16 años, y todas mis expectativas se cumplieron”.
En la Real Fuerza Aérea desde los 22 años
En 1983, con solo 22 años, Noujaim se unió a la Real Fuerza Aérea (RAF), donde se convertiría en el último piloto en tripular en solitario el caza de combate English Electric Lightning, antes de emprender más de tres años de giras operativas en el McDonnell Douglas F-4 Phantom. La experiencia y la comprensión de Noujaim de una variedad de aeronaves diferentes lo convertirían más tarde en instructor de la próxima generación de pilotos.
Después de 16 años con la RAF, Noujaim ingresó al mundo de la aviación comercial. Siendo piloto de Virgin Atlantic hizo vuelos de larga distancia en los aviones 747, 787 y Airbus. Durante este tiempo, mantuvo un interés activo en la aviación recreativa. Voló y participó en exhibiciones de aviones antiguos y acrobáticos e incluso construyó su propio avión, un monomotor Van's RV7, con el que rompió el récord del vuelo en solitario más rápido de Londres a Ciudad del Cabo y viceversa. Fue una hazaña que logró en 2010 con un tiempo de tres días, 11 horas y 16 minutos, rompiendo el récord anterior que se mantenía desde 1939. “Siempre me ha gustado construir cosas”, dijo con una sonrisa. “Lo veo como una terapia ocupacional saludable”.
Pero, sobre todo, Noujaim sigue dedicado al vuelo sin motor, ya que recientemente adquirió un planeador de alto rendimiento que compara en términos de su diseño intransigente y habilidades aéreas con el Porsche 911 R. Remolca regularmente su planeador por el Reino Unido y Europa para participar en carreras altamente competitivas en las que hasta 90 competidores emprenden exigentes recorridos predefinidos a velocidades asombrosas, impulsados únicamente por la energía térmica del sol.
“Planear es percibido como relajante y silencioso, volar con los pájaros y demás, pero ese no es el caso en absoluto”, dijo Noujaim. “De hecho, diría que después de haber dejado la Real Fuerza Aérea, volar un planeador de alto rendimiento es lo más parecido a volar un jet rápido”.
La simbiosis entre el conocimiento humano y el mundo natural es clave para planear. En las condiciones meteorológicas adecuadas, los mejores pilotos pueden planear con frecuencia unas ocho o nueve horas y recorrer más de 1000 kilómetros. El récord mundial de un vuelo en solitario sin escalas en planeador desde el amanecer hasta el atardecer es de 3500 kilómetros.
Estudiar el entorno
"Planear desde una perspectiva ambiental lo abarca todo", diko Noujaim. “Necesitas comprender tu entorno y observar las condiciones para comprender cuánta energía tiene tu aeronave en un momento dado. En ese sentido, no es diferente a conducir el Cayenne E-Hybrid. Si el entorno lo permite, puedes ir más rápido, pero sabes que al hacerlo tendrás que detenerte antes. Es un proceso muy cerebral en el que realmente tienes que pensar en el futuro”.
Noujaim compró su primer Porsche hace 12 años, justo después de regresar de su vuelo récord a Ciudad del Cabo. “Hasta ese momento, no creía que tuviera suficiente dinero para comprar un 911”, dijo, “pero después de haber sobrevivido noches en tormentas eléctricas, me fui directamente desde el simulador donde hicimos todo nuestro entrenamiento para Virgin Atlantic hasta un Porsche Center, compré un 911 Carrera S modelo 997 y lo conduje”.
Es seguro decir que Noujaim nunca ha mirado hacia atrás, ya que luego pasó a comprar un GT2 (997), un GT4 (981), un GT3 (991.2 ) y recientemente GT3 (992) en color Azul Genciana. Su esposa Anna también es la orgullosa propietaria de un 911 Carrera T color Amarillo Racing. Además, la pareja comparte su confiable y versátil Cayenne, el eje de la devoción mutua de la pareja por la aviación.
“Hay una superposición obvia entre la tecnología híbrida del Cayenne y la conservación de energía al planear”, dijo Noujaim.
“Y al operar cualquier maquinaria de alto rendimiento, es fundamental que la interfaz hombre/máquina sea simple, confiable y que no se imponga. Hay mucha tecnología con la que lidiar en estos días, pero en el momento en que se impone a la fuerza, le complica la vida al ser humano. Porsche realmente lo entiende; eso es lo bueno de estos autos”.
