Dominik Gührs miró hacia arriba con asombro. Se elevaba por encima de él la Skógafoss, que con sus 60 metros de altura es una de las cascadas más famosas de Islandia. Según la leyenda, los vikingos escondieron un tesoro en la cueva que hay detrás de ella. La historia cuenta que el enorme volumen de agua que cae por el acantilado protege el botín. Los alrededores están cubiertos de niebla y el aire es tan frío que es difícil respirar. Gührs se arrodilla, recoge un puñado de piedras negras y deja que rueden entre sus dedos. Mira meditativamente mientras vuelven al suelo. El sonido que hacen es inaudible contra el rugido ensordecedor de la cascada.
Este no es el entorno habitual de Dominik Gührs. El atleta que vive en Múnich se encuentra con mayor frecuencia en la playa. Pasa sus inviernos en Tailandia o Bali para mantenerse en forma. El bicampeón mundial es uno de los mejores wakeboarders del mundo. Aún más significativa en la escena del wakeboard son sus tres victorias en la Copa Mundial, en las que solo los mejores atletas de cada país pueden competir.
Atleta extremo y aventurero
El secreto de su éxito es su habilidad incomparable para desplegar su mejor rendimiento cuando realmente cuenta. “Siempre he sido muy competitivo”, dijo. Ha sido así desde el principio, cuando estaba comenzando a practicar wakeboard en los alrededores de Múnich. Esto también ocurría cuando trataba de aprender los trucos de los verdaderos maestros. “Practicaba y practicaba hasta que podía hacerlo mejor”, dijo. Gührs es el tipo de persona que sigue intentándolo, sin importar cuántas veces se caiga.
Le encanta llevarse a sus límites físicos, y más allá. Cuando salta con su tabla sobre las rampas que sobresalen en el agua para realizar sus trucos, por un breve instante parece desafiar la gravedad. “Eso desencadena un impulso en mí y me da esa energía extra”, dijo al describir lo que siente al saltar.
Sin embargo, el joven de 32 años no es solo un atleta extremo, también es un aventurero. Viaja por el mundo con sus tablas a cuestas, normalmente unos 200 días al año, siempre en busca de un nuevo desafío. “Las competencias son una cosa”, dijo. Pero hoy en día está interesado en algo más que la próxima victoria. “Se trata de crear algo único. Algo que nunca ha existido antes. Algo que incluso podría interesarle a mi abuela”, dijo entre risas.
Su 'toeside backside 1080' lo ve estar sobre la tabla con los dedos de los pies juntos, estar de espalda al bote y volar por los aires haciendo tres giros completos. Para los poco conocedores del deporte, es difícil imaginar que eso es posible. Por eso, cuando Gührs recorre los famosos mercados flotantes de Bangkok, realizando sus trucos, el efecto es impresionante.
Viajó a Islandia con otra aventura en mente, en busca de lugares donde ningún wakeboarder ha estado antes. Al pararse, el chico bronceado de la playa parecía hacer parte de la misma costa. El termómetro marcaba 17 grados centígrados. Los lugareños lo llaman el apogeo del verano. “Supongo que no va a hacer más calor”, dijo. Tampoco se oscurece por completo. Cuando el sol se pone alrededor de las 23:00 horas, solo se esconde detrás del horizonte por un breve período. Reaparece alrededor de las 02:00. Ahora también está empezando a llover. “Hacer una gira en Islandia es como recorrer un planeta diferente”, dijo.
Acompañado por el Taycan Cross Turismo
Gührs se subió al Porsche Taycan Cross Turismo y se puso en marcha. La aceleración del motor eléctrico lo empujó contra el asiento. La cuerda de remolque a la que normalmente se sujeta en el agua hace que su tabla de wakeboard alcance rápidamente una velocidad de aproximadamente 40 km/h. Le encanta la aceleración. “Pero no es nada comparado con el Taycan”, dijo. “Esta es una cosa totalmente diferente a cualquier otra que haya experimentado antes”.
El Porsche es el compañero ideal para él en su búsqueda de los mejores lugares, con su tabla guardada de forma segura en el maletero. Con las distancias relativamente cortas en Islandia, la autonomía del vehículo de hasta 500 kilómetros (WLTP) es más que suficiente. También hay una amplia red de carga: la siguiente estación nunca está a más de 80 km de distancia. Con su entorno natural único y sus recursos geotérmicos, Islandia es la tierra de las fuentes de energía renovable. La energía es omnipresente aquí, y en muchos casos, como los famosos géiseres, es visible a simple vista. Casi todas las necesidades energéticas del país están cubiertas por fuentes sostenibles.
El viaje de Gühr lo llevó a través de las montañas de Landmannalaugar. La pintura color Cereza metalizado del Taycan creó otro contraste con la tundra de colores vivos de las tierras altas de la isla. El hecho de que las carreteras aquí no estén pavimentadas ni niveladas no es un problema gracias a la mayor distancia al suelo del automóvil y al paquete de diseño todoterreno opcional. “El Taycan es súper versátil y ofrece una conducción excepcional incluso en estas condiciones difíciles”, dijo Gührs.
Al volver los ojos al espejo retrovisor, Gührs vio la arena arremolinándose sobre una colina detrás del auto. “¿Hay tormentas de arena en Islandia?”, preguntó dudoso. A medida que la nube se acerca, queda claro que este no es el caso.
Una guardabosques se desplazaba por la estepa con sus 80 caballos. Los animales no parecían ser tímidos. Se acercaban tanto al automóvil que podrían haber sido acariciados si la ventana estuviera abierta. Aparte del sonido de las llantas rodando sobre el suelo arenoso, solo se escuchaban los cascos de los caballos al galope. Esto hizo que la escena fuera aún más llamativa. “Nunca había visto algo así antes”, dijo con asombro el alemán.
Tan pronto como los caballos se alejaron, Gührs llegó a su destino: Skógafoss. Sus pensamientos ahora son tan claros como el agua helada. “Lo haremos aquí. Atravesaré la cascada”, dijo, señalando la cortina de agua que cae frente al acantilado. Se dio vuelta, caminó de regreso al Taycan estacionado al costado de la carretera y sacó su tabla de wakeboard del compartimiento de equipajes. Los turistas reunidos en las cataratas miraban con incredulidad, como preguntando: “Realmente no va a subirse a su tabla aquí, ¿verdad?”. Eso, sin embargo, era exactamente lo que pretendía hacer. Todo quedó plasmado en el que sería su video más espectacular hasta la fecha.
Acerca de Dominik Gührs
Cuando tenía 10 años, los padres de Gührs lo llevaron a una tienda de artículos deportivos para comprar una patineta. Cuando se fueron, llevaba su primera tabla de wakeboard bajo el brazo. Más de 20 años después, ha logrado todo lo que es posible lograr en su deporte. Nacido en Múnich, el atleta de 32 años es bicampeón mundial de la WWA y ha ganado la Copa Mundial tres veces. Es considerado el inventor del 'toeside backside 1080'. En la final del campeonato mundial de 2010, se convirtió en el primer wakeboarder en realizar el truco con éxito en una competencia.
Información
Artículo publicado en la edición número 404 de Christophorus, la revista para clientes de Porsche.
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