Justo frente a la costa noroccidental de África se encuentran las Islas Canarias, un archipiélago volcánico remoto que durante varias décadas ha sido uno de los destinos de vacaciones preferidos por los turistas europeos que buscan el sol de invierno. Pero un pequeño grupo de lugareños, principalmente de habla hispana, tienen la suerte de llamar hogar a las islas, entre ellos el artista y fanático de Porsche Diego Izquierdo.
El joven de 30 años nació y se crio en la mayor de las islas, Tenerife, donde ha estado creando sus vibrantes interpretaciones del arte pop desde hace más de 15 años. Atraído por el movimiento de finales de la década de 1950, cuando era niño se inspiró en la visión y la creatividad de muchos de sus principales protagonistas, desde Andy Warhol y Peter Blake hasta James Rosenquist y Claes Oldenburg. Izquierdo encontró su propia forma de expresión a través del graffiti en 2007, pero pronto evolucionó su repertorio de esta forma de arte urbano moderno para incluir medios más tradicionales como la pintura mural, la escultura y el collage.
Hoy en día, el trabajo de Izquierdo se basa en gran medida en los autos clásicos, utilizando estas formas sólidas y familiares para crear un punto fijo de realidad en escenas que de otro modo serían surrealistas. Trabaja con materiales reciclados, permitiendo que los hallazgos casuales influyan en la orientación creativa de una pieza mientras celebra tanto el valor estético como la oportunidad de darle una segunda vida a un objeto. Muchos de sus trabajos recientes se han centrado en el interés de Izquierdo por Porsche, algo que ha crecido exponencialmente en el último año desde que se convirtió en el orgulloso propietario de un modelo ‘transaxle’ inusual.
“Lo encontré hace poco más de un año cuando buscaba cambiar mi coche moderno por uno clásico”, dijo el artista. “Después de ver varios candidatos finalmente me enamoré de este 944. El propietario me hizo una oferta irresistible: le di mi Mini moderno y a cambio me dio su coche”.
Aspecto increíble y manejo fantástico
Izquierdo utiliza el auto a diario para conducir por Tenerife, lo que ha aumentado un poco sus gastos de combustible, pero también ha incrementado mucho su felicidad. “Es un automóvil que literalmente lo tiene todo”, dijo. “Un aspecto increíble, dos asientos adicionales y un gran espacio de almacenamiento. El manejo también es fantástico y el nivel de agarre excelente, ¡así que le encanta tomar las curvas de Tenerife!”
El viaje favorito del artista comienza en la ciudad colonial de La Laguna, un sitio que hace parte del patrimonio mundial y que se encuentra a unos 500 metros sobre el nivel del mar. El recorrido sube otros 1500 metros a través del Parque Nacional del Teide, la tercera montaña volcánica más alta y voluminosa del planeta. La ruta es de unos 58 kilómetros de principio a fin y toma alrededor de una hora.
“El ascenso inicia por la carretera TF-24, y pasado el aeropuerto rápidamente se empieza a abrir el paisaje, con prados y grandes árboles, y en este punto se puede empezar a disfrutar de unas generosas rectas y amplias curvas antes del pueblo de La Esperanza”, dijo Izquierdo. “Este es un buen sitio para repostar, tomar un café e incluso unos churros con chocolate. Después de eso, continúa subiendo hasta llegar a la Terraza de Betty, otro buen lugar para comer, en realidad, bajo la copa de los árboles del bosque”.
El área circundante es una zona de protección ambiental de 46 613 hectáreas, en gran parte boscosa, a través de la cual se encuentran algunas curvas desafiantes. A lo largo de la ruta hay varios miradores, entre ellos Montaña Grande, Pico de las Flores y Ortuño, desde donde es grato disfrutar los magníficos paisajes con el mar de fondo. Unos kilómetros después, en La Crucita, el paisaje cambia por completo, la naturaleza volcánica de Tenerife queda al descubierto en el suelo rocoso y árido que predomina de repente desde todos los ángulos.
“A la derecha, a esta altura, puedes disfrutar de un mar de nubes debajo de ti, y subiendo está lo que todos llaman La Tarta, una gran pared de roca formada por varios estratos de diferentes colores”, dijo Izquierdo. “Un poco más adelante se encuentra el mirador del Puerto de Izaña y el Observatorio del Teide, que si tienes curiosidad de verlo de cerca tendrás que voltear a la izquierda. ¡Pero ten en cuenta que el camino aquí no está en muy buenas condiciones y no hay otra salida, por lo que tendrás que regresar por la misma ruta!”.
Unos kilómetros más adelante, Izquierdo y su 944 abandonan por primera vez la TF-24, girando a la izquierda para incorporarse a la TF-21 en dirección sur. Esta carretera pasa por el centro de visitantes de El Portillo, que ofrece una gran cantidad de información sobre el volcán y la flora y fauna de la zona, antes de pasar por la Minsa de San José, un entorno de otro mundo más parecido a la Luna o Marte que a un lugar soleado para pasar vacaciones. Todavía muy por encima de las copas de los árboles, la carretera pasa por debajo del teleférico del Teide antes de que un tramo recto como una flecha de dos kilómetros llegue a La Ruleta y los Paradores Cañada del Teide, donde los visitantes pueden pasar la noche o simplemente disfrutar de un café con increíbles paisajes antes de iniciar el viaje de regreso.
“Me encanta esta ruta por su variedad de paisajes y la excelente calidad de la carretera”, dijo Izquierdo, quien a menudo se encuentra con otros propietarios de Porsche en la ruta. “Intento escaparme y recorrerlo siempre que puedo, ya sea solo o con un pequeño grupo de amigos. Es un momento muy especial para los canarios, subir al Teide a ver la nieve por primera vez, por lo que es una ruta llena de recuerdos para mí. Ya sea en familia, con amigos o incluso yendo solo, siempre será mi ruta favorita”.