La final de sencillos será la una reedición de la de 2022 entre la polaca Iga Swiatek y la bielorrusa Aryna Sabalenko, quien tendrá una nueva oportunidad de quedarse con el Porsche que recibe la ganadora tras haber perdido las dos finales anteriores, la de 2002 precisamente ante Swiatek.
En el último partido de la jornada de hoy, Olmos y Melichar-Martinez se impusieron ante Kudermetova y Potapova por 6-4 y 7-6(2). En el primer partido de la ronda semifinal, la chilena Guarachi y la neozelandesa Erin Routliffe cayeron ante a la pareja ganadora del año anterior, la estadounidense Desirae Krawczyky la holandesa Demi Schuurs con parciales 6-1 y 7-5.
Tras el primer partido de dobles vinieron las dos semifinales de sencillos. En la primera de ellas la número dos del mundo y actual campeona del Abierto de Australia, Aryna Sabalenko, se impuso a la rusa Anastasia Potapova por 6-1 y 6-2 en apenas 58 minutos.
‟Creo que estuve muy concentrada y desde el primer momento jugué muy agresiva”, dijo Sabalenka. ‟No le di (a Potapova) muchas oportunidades y por eso el partido terminó tan rápido. Pero de todos modos, ella es una gran jugadora, y creo que en el futuro será una de las mejores”.
En el siguiente juego, la número uno del mundo, la polaca Iga Swiatek, solo estuvo en la cancha unos minutos, pues la tunecina Ons Jabeur se retiró por lesión en la pantorrilla izquierda cuando iba abajo 0-3 en el primer set.
‟No sé exactamente cuál es la gravedad de la lesión de Ons, pero realmente respeto el hecho de que regresó a la cancha tras llamar al médico en el primer game. Lo intentó y quería ver cómo estaba”, dijo Swiatek. ‟Le dije que probablemente vamos a jugar la final de Roland Garros, así que nos veremos allí. Es una luchadora, así que volverá pronto. Solo espero que no sea nada grave”.
Swiatek se enfrentará a Sabalenka en una revancha de la final de Stuttgart del año pasado en la que la polaca venció por 6-2 y 6-2. Será su primer encuentro de la temporada. Swiatek lidera el cara a cara 4-2, pero Sabalenka ganó su último partido en las Finales de la WTA de 2022 por 6-2, 2-6 y 6-1.
Argentina en lo más alto
Hasta el día de hoy, las mejores presentaciones de jugadoras latinoamericanas en el Porsche Tennis Gran Prix siguen siendo de argentinas. En 1989, Gabriela Sabatini se impuso en la final de sencillos ante la estadounidense Mary Joe Fernández por marcador de 7–6(7–5) y 6–4.
En 2010, su compatriota Gisela Dulko también se coronó campeona, pero en la modalidad de dobles, al hacer dupla con la italiana Flavia Pennetta y vencer en la final a la pareja conformada por la checa Květa Peschke y la eslovaca Slovenia Katarina Srebotnik, 3–6, 7–6(7–3) y [10–5].
Otra jugadora de habla hispana que ha dejado huella en el Porsche Arena es la española Arantxa Sanchez-Vicario, quien ganó dos veces el torneo de dobles. En 1997 haciendo pareja con la suiza Martina Hingis y en 1992 con la checa Helena Sukova.