Una tradición del norte europeo llegó a los Alpes austriacos: skijöring viene de Escandinavia y significa ‘esquí arrastrado o remolcado’. Antiguamente, los campesinos practicaban esta modalidad de desplazamiento en invierno, haciéndose arrastrar por caballos o perros. Más adelante esta tradición rural se convirtió en deporte, y los más atrevidos utilizaron incluso motocicletas como vehículo de tiro. Así fue también en el invierno de 1937 en un circuito preparado para la ocasión sobre el congelado lago Zell. Ante un pintoresco escenario alpino les fue ofrecido a los espectadores un curioso espectáculo con carácter de fiesta popular. Quince años después, el 10 de febrero de 1952, algunos austriacos aficionados al automovilismo reanudaron este memorable acontecimiento con la primera Carrera Skijöring en Memoria del Prof. Dr. h.c. Porsche.
Pero el clima jugó una mala pasada en ese momento tan esperado. Debido a una fuerte nevada, en el último minuto la carrera debió ser trasladada a un circuito alternativo en tierra firme. A pesar de ello los espectadores llegaron en masa. Antes de la salida fue guardado un minuto de silencio en honor de Ferdinand Porsche, quien un año antes, el 30 de enero de 1951, había fallecido a los 75 años en Stuttgart y había sido enterrado en Zell am See. Los motores comenzaron a rugir. El público siguió con fascinación la feroz carrera en la nieve.
A principios de los años de la década de 1950, también en Austria, el automovilismo era uno de los deportes más populares, y atraía miles de espectadores todos los fines de semana. En aquellos tiempos comenzaba la motorización de las masas. “Todos soñaban con una motocicleta o una automóvil”, dijo el escritor austriaco Thomas Karny sobre esta época y el sueño que muchos “no podrían hacer realidad hasta mucho después”.
El periódico Salzburger Nachrichten informó que la primera Carrera Skijöring en Memoria del Prof. Dr. h.c. Porsche en el improvisado circuito de 1800 metros “se desarrolló sin contratiempos y sin accidentes, a pesar del mal tiempo”. Además de los equipos de skijöring sobre dos ruedas y dos esquíes, participaron también intrépidos pilotos en vehículos de cuatro ruedas. El más rápido alcanzó una velocidad media de 57 kilómetros por hora.
En esa época, las estrechas relaciones de la casa Porsche con la región tenían varias vertientes. La finca Schüttgut, junto al lago Zell, pertenece a la familia desde 1941, y a unos 130 kilómetros de allí, comenzó un nuevo capítulo de la historia empresarial en Gmünd, Carintia, tras la Segunda Guerra Mundial. En las barracas de la antigua serrería fueron producidos los primeros automóviles que llevan el apellido de la familia. Aquí se encuentra la semilla del fabricante de deportivos Porsche.
La tradición de la carrera en memoria de Porsche en el lago Zell continúa en 1953. “Cuarenta y ocho participantes de Austria y Alemania disputaron una emocionante competición en 13 carreras”, publicó en esta ocasión el Salzburger Nachrichten. En cuanto a los automóviles, predominaron los Porsche 356. En uno de ellos Herbert Kaes, un sobrino de Ferdinand Porsche, ganó la categoría de deportivos de hasta 1500 cm3. En 1955 triunfó en la misma clase Huschke von Hanstein, antiguo responsable de competición de Porsche. Pero quien más llamó la atención fue un piloto que alcanzó los 97 kilómetros por hora (sin esquiador): Otto Mathé.
Por una parte, causa sensación su extravagante vehículo de construcción propia sobre la base de un Porsche denominado ‘Fetzenflieger’ (algo así como ‘Chatarra voladora’); por otra el hecho de que Mathé, de 47 años, solo podía conducir con su brazo izquierdo, pues había sufrido un grave accidente de motocicleta. “Me llenaba de admiración la forma que tenía de pilotar con un solo brazo. Y los neumáticos claveteados de su famoso vehículo me fascinaban”, dijo una vez el campeón mundial de Fórmula 1 Niki Lauda. En 1956 von Hanstein compitió con un Porsche 550 Spyder en la categoría hasta 1500 cc directamente contra Mathé, y tuvo que darse por vencido.
Hasta década de 1970 tienen lugar en Zell am See las carreras sobre el lago congelado, si bien en varias ocasiones hubo que cancelarlas a causa del escaso grosor de la capa de hielo. Antes del evento de 1974 tuvo lugar una tragedia: el hielo se quebró y el conductor de un vehículo quitanieves se hundió. A raíz de esto fueron suspendidas las carreras, con lo que temporalmente finalizó un capítulo sin igual de la historia del automovilismo. Las carreras en memoria de Ferdinand Porsche ofrecían todo lo que caracteriza al deporte del automovilismo: emocionantes competiciones, tecnología fascinante, vencedores y vencidos.
En 2019 Ferdinand Porsche jr. y Vinzenz Greger volvieron a retomar esta fascinante tradición y celebraron su renacimiento con el GP Ice Race en una pista preparada al lado del aeropuerto de Zell am See.
2021: Cold Start by GP
Tras dos exitosas pruebas de la GP Ice Race, a las que asistieron decenas de miles de visitantes, el espectáculo de este año en Zell am See fue un poco diferente: rebautizada sólo para 2021, la Cold Start by GP fue celebrada sin público, con el fin de cumplir las directrices de COVID-19. El año que viene, la GP Ice Race volverá a ser más grande y mejor. Ya están en marcha los planes para el evento de 2022, que tendrá lugar en la pista del aeródromo de Zell am See y contará con nuevos elementos. El equipo del GP Ice Race también tiene preparadas algunas sorpresas este año, para los aficionados que no puedan esperar tanto. Puede ver más información en gpicerace.com.
Información
Artículo publicado en la edición número 397 de Christophorus, la revista para clientes de Porsche.