Cuando uno busca guías de viaje, encuentra todo tipo de opciones en el mercado. Independientemente del destino elegido, siempre habrá un libro que describa las principales atracciones turísticas, una nutrida selección de hoteles y un plan para llegar de A a B de la mejor manera posible. Pero cuando Stefan Bogner creó Curves hace diez años, tenía algo más en mente. Su idea era crear una revista que mostrara al lector el camino más largo y, de alguna manera, le invitara a explorar las infinitas posibilidades que ofrece un viaje con el único objetivo de disfrutar lo que está por venir.
Este hombre de 53 años no se imaginaba en aquel momento que su nueva publicación pudiera convertirse en un éxito internacional. “Todo comenzó con la pasión por viajar y me inspiré en el conocido lema ‘Just do it!’ (‘¡Simplemente hazlo!’)”, comenta.
Bogner heredó la sed de aventuras de sus abuelos, quienes en la década de 1950 viajaron a Alaska y a la cordillera del Himalaya. Sin embargo, él se había dedicado toda su vida a otra cosa. Durante 25 años trabajó en una agencia de diseño. Lo bueno de aquella etapa laboral fue que aprendió cómo debía estructurarse una revista, cómo debía diseñarse y, sobre todo, cómo podía convertirse en realidad. “Siempre tuve la convicción de que lanzar esta publicación era una decisión acertada. Simplemente tenía que hacerlo”. Entonces, dejó su trabajo y se dedicó a su nuevo proyecto.
El hecho de que Porsche esté tan presente en la revista no es casual. “La pasión por la marca viene de lejos, desde que me senté en los asientos traseros del 911 de mi padre cuando era un niño”, dijo Bogner. “Sin embargo, por muy buenos que sean los modelos de esta marca, lo que hace que Porsche sea especial es la gente”. Ya sea en su Baviera natal, en Tailandia, Islandia o Estados Unidos, ha hecho amigos allá donde ha ido gracias a Curves. Toda esa gente tiene en común una cosa: Porsche. “Es como la música, un lenguaje universal que todos entienden”, dijo mientras sonreía.
De aficionado a aficionado
La relación que los propietarios tienen con sus autos refleja muy bien el funcionamiento interno del fabricante de deportivos, piensa Stefan. “Lo que hace que mis contactos en Porsche funcionen, es justo lo que me motiva. Es un aficionado hablando con otro”. Esto es algo que pudo comprobar cuando visitó el Centro de Desarrollo de Weissach. “Es una comunidad, casi como una familia. Allí son desarrolladas tantas cosas buenas porque la propia cultura interna que se ha creado lo permite. Ni siquiera el hecho de haber crecido tanto en los últimos años le quita ese carácter familiar”, dijo.
“La relación con Porsche creció de forma muy natural, al igual que con la revista. Yo lo llamo la autopista del karma: deja que las cosas sucedan orgánicamente y llegarán en el momento adecuado. Forzar las cosas nunca te lleva lejos”. Bogner infunde este espíritu en Curves. Déjate llevar, fluye y descubre. El maestro zen del viaje por carretera infunde esta filosofía en las páginas de cada número.
¿Qué sorpresas nos aguardan en Curves?
“Esta revista deja mucho espacio para ideas de todo tipo, lo que crea una inmensidad que se puede sentir no solo en la carretera sino también en el alma. Mi consejo es que conduzcas a un lugar que no tengas motivos para visitar”, dijo Bogner, con los ojos brillantes como si estuviera planteando un desafío. “Sólo entonces se vuelve interesante”. ¿Qué cabe esperar en el futuro inmediato de Curves? Para el aniversario, su fundador está elaborando un libro y una pop-up store en Múnich, pero su necesidad de aventura va más allá. “Todavía hay muchas cosas que quiero descubrir con Curves. El paisaje virgen de Nueva Zelanda, la cultura Porsche en Japón o la histórica ruta Panamericana a su paso por Sudamérica”.
No le preocupa que los viajes por carretera, en algún momento, ya no coincidan con el espíritu de la época de los nuevos conceptos de movilidad. “La movilidad en las ciudades está cambiando, y así debería ser. Pero los viajes por carretera seguirán acompañándonos durante mucho tiempo porque conectan con nosotros como personas. No se trata simplemente de ir de un punto a otro. Lo realmente importante no es el destino, sino el camino”.
