Como parte de la colaboración, BASF proporcionará materiales activos de cátodo HEDTM NCM de alta energía para contribuir al desarrollo de celdas de batería, que permitirán cargas rápidas y tendrán una alta densidad de energía. Cellforce Group, con sede en Tübingen (Alemania), producirá las baterías de alto rendimiento. Se espera que su planta de producción comience a operar en 2024, con una capacidad inicial de al menos 100 MWh por año, lo que servirá para impulsar 1000 vehículos, entre modelos de competición y deportivos de altas prestaciones.
Como proveedor líder mundial de materiales activos de cátodos de alto rendimiento, con una sólida red dedicada a la investigación y el desarrollo, BASF se sitúa en una posición ideal para asociarse con otras empresas y así contribuir a una economía circular. Con sus plantas de producción de Harjavalta (Finlandia) y Schwarzheide (Alemania), la compañía química proporcionará componentes de batería con un historial de sostenibilidad sobresaliente, que se traducirá en un abastecimiento responsable de materias primas y, en última instancia, en una mínima huella de carbono a lo largo de la cadena de suministro. Esto será así a partir de 2022. Para cerrar el ciclo, los residuos de producción de la futura fábrica de baterías de Cellforce Group serán tratados en la planta prototipo de BASF para el reciclaje de baterías en Schwarzheide. El litio, el níquel, el cobalto y el manganeso serán reciclados en un proceso hidrometalúrgico y serán reintroducidos en el proceso de producción de BASF para materiales activos de cátodos.
La movilidad sostenible como objetivo común
“Esperamos colaborar con Porsche y Cellforce Group para desarrollar futuras baterías de alto rendimiento para vehículos eléctricos y trabajar juntos hacia nuestro objetivo común de movilidad sostenible”, dijo Markus Kamieth, miembro del Consejo Directivo de BASF SE. “Los materiales activos de cátodo de BASF se adaptarán a las necesidades específicas de Porsche, aprovechando nuestras sólidas capacidades de investigación y desarrollo. Además, tendrán un impacto bajo en CO₂ gracias a nuestro proceso de fabricación eficiente, la alta proporción de energía renovable, la integración ascendente en las materias primas clave, así como la ruta corta de transporte a lo largo de la cadena de valor. Con el reciclaje de baterías podemos asegurarnos de mantener en el ciclo de producción aquellos materiales que resultan valiosos, de tal manera que podemos reducir la huella de CO2 hasta 60 por ciento”.
“En su papel de fabricante de automóviles, Porsche aspira a ser neutral en dióxido de carbono para el año 2030. En este sentido, una baja huella de CO₂, el reciclaje en la propia fábrica y la sostenibilidad ocupan un primer plano”, dijo Michael Steiner, miembro del Consejo Directivo de Porsche AG responsable de Investigación y Desarrollo. “La cooperación con BASF es beneficiosa para todas las partes involucradas. Las fuentes europeas de obtención de níquel y cobalto, la seguridad de suministro y las rutas de transporte cortas desde Schwarzheide a Baden-Württemberg, en Alemania, fueron argumentos clave que nos ayudaron a tomar la decisión de trabajar con BASF. Las celdas de la batería, especialmente los materiales activos de cátodo, son muy relevantes en este momento. Estamos muy contentos de que, junto con BASF, estemos consiguiendo una tecnología de celdas respetuosa con el medio ambiente de cara a la producción en serie”.
“Con su experiencia en materiales activos de cátodo, BASF aporta una gran ayuda en un área central del desarrollo de celdas”, dijo Markus Gräf, Director General de Cellforce Group. “Los materiales activos de cátodo muestran estabilidades de ciclo muy altas desde el principio y son particularmente apropiados para la carga rápida. Estas son exactamente las propiedades que Cellforce estaba buscando. BASF también está muy comprometido con la adaptación de los materiales activos de cátodo a los requisitos de los ánodos de silicio de próxima generación. Y en el área de producción hemos elaborado un nuevo concepto junto con BASF sobre cómo los residuos generados en las diversas áreas pueden ser recopilados y devueltos a la cadena de reciclaje de ciclo cerrado. Esto permite ahorrar costos y conservar los recursos, así como ayudar a la conservación del medio ambiente”.