Innumerables pensamientos cruzan por la mente de una estudiante antes de un examen de geografía. Sin embargo, es poco probable que esté preocupada por su debut en el Porsche Sprint Challenge. Menos probable aún es que tenga que lidiar con los nervios de un examen de matemáticas mientras celebra la victoria en su primera carrera. Esta fue, precisamente, la extraordinaria experiencia de Alexia Danielsson, la piloto sueca de 16 años.
La piloto más joven en la parrilla
Tras ganar su asiento en el Sprint Challenge escandinavo mediante el programa Race Apprentice 2025, Danielsson se convirtió en la piloto más joven de la parrilla de Anderstorp para la carrera inaugural. Su único objetivo era no quedar última.
Su juventud, lejos de ser una desventaja, le permitió competir sin presión contra pilotos de mucha más experiencia. Sin embargo, todo cambió cuando completó las prácticas libres y descubrió su verdadera velocidad. Para los demás, su potencial había sido evidente desde el principio.
Siempre soñó con conducir un Porsche
Danielsson creció rodeada del automovilismo, viendo competir a su padre. A los siete años comenzó a correr en karts y a los 13 ya había pasado a los coches de Fórmula, habiendo ganado varias de las categorías junior. El año pasado compitió en la Fórmula 4 danesa y se postuló para el programa Race Apprentice 2025, una iniciativa de Mikaela Åhlin-Kottulinsky y Porsche Suecia para dar a las mujeres jóvenes la oportunidad de desarrollar sus carreras en el automovilismo. Danielsson demostró inmediatamente su potencial y al completar el curso ganó la oportunidad de correr en un GT por primera vez.
Ella describe que vivió un día surrealista cuando supo que había sido seleccionada del programa para competir en la primera carrera del Sprint Challenge escandinavo. "Siempre había soñado con conducir un Porsche", explica. Sin embargo, el 718 Cayman GT4 RS Clubsport presentó un desafío único comparado con su coche de Fórmula. "Fue difícil adaptarse", dice. "Especialmente al calor dentro de la cabina cerrada".
A pesar de esto, y del hecho de que es demasiado joven para tener licencia de conducir para la calle, Danielsson brilló al volante contra una parrilla que incluía al subcampeón del año pasado y otros exitosos pilotos de GT, algunos de los cuales triplicaban o cuadruplicaban su edad.
Participar en el programa Race Apprentice sin duda ayudó: desarrollado durante el invierno sueco, busca preparar holísticamente a los pilotos para una carrera en el automovilismo, ya que proporciona formación no solo en pista sino también en medios, patrocinios y entrenamiento físico. Esto se suma a la Porsche Ice Experience en Laponia, que expone a los participantes a una superficie con la que pueden no estar familiarizados.
Trabajo duro y dedicación
Danielsson también considera que su juventud fue una ventaja, no solo por sus rápidos reflejos y adaptabilidad, sino también por su mentalidad hacia el futuro. Aunque su victoria en el Scandinavian Raceway fue fruto del trabajo duro y la dedicación, ella lo considera un paso más en su camino hacia convertirse en piloto profesional internacional. No se limita a una sola categoría y afirma: "No me importa qué coche sea, solo quiero que sea rápido".
Las mujeres dominaron la carrera inaugural. La joven ganadora compartió podio con Lærke Rønn Sørensen, quien después de alcanzar el segundo lugar ganó la segunda manga del fin de semana. Por un momento pareció que Emma Wigroth también se uniría a ellas, pero fue Rasmus Vendelbo quien finalmente ocupó el tercer puesto.
Apenas unas horas después de su victoria, Danielsson ya estaba en casa estudiando meticulosamente para su siguiente examen. "No sé si las chicas me ven como un ejemplo a seguir. Yo todavía admiro a los pilotos con más experiencia", dice entre risas. Tal vez sea demasiado joven y esté demasiado enfocada en sus estudios como para verse como una inspiración para las chicas que quieren abrirse camino en el automovilismo. Sin embargo, para muchas ya se ha convertido en eso.