Al volante del 911 Dakar hay un rostro familiar para la diversa y creciente comunidad de aficionados al motor de los Emiratos Árabes Unidos. Amna Al Qubaisi se ha convertido en un referente en el automovilismo local después de ganar dos carreras en el campeonato F1 Academy el año pasado. Como mujer perteneciente a un deporte en el que predominan los hombres, sus logros resultan impresionantes.
Hoy, sin embargo, Al Qubaisi se encuentra fuera de su zona de confort. La piloto emiratí no tiene a la vista ningún circuito. Cabe destacar, también, que hasta hace poco las dunas eran un lugar desconocido para el nueveonce. Pero esto ha cambiado con la llegada del 911 Dakar, cuyo sistema de suspensión es capaz de ofrecer una altura libre al suelo de 191 milímetros a velocidades de hasta 150 km/h. Junto con los soportes de motor más rígidos del GT3, la dirección del eje trasero y la estabilización activa de balanceo PDCC, este modelo promete unas cualidades sin precedentes en un entorno tradicionalmente reservado a vehículos SUV y todoterreno.
“Es reactivo, pero ofrece un gran equilibrio”
Con su decoración “Roughroads”, el 911 Dakar llama la atención por las calles de Abu Dabi, donde el viaje de Al Qubaisi comienza al amanecer. Liwa se encuentra a unos 220 kilómetros al sur de la ciudad, y se llega a través de rápidas carreteras pavimentadas para, poco después, adentrarse en terrenos más complicados.
“El 911 Dakar es muy suave, rápido y estable en carretera”, afirma Al Qubaisi. “La dirección es reactiva, pero también ofrece un gran equilibrio. En las dunas es muy divertido, puedes hacer lo que quieras sin preocupaciones y con todo bajo control. El coche es siempre muy estable. Esta era la primera vez que conducía el 911 Dakar y, también, la primera vez que acudía en un Porsche al Festival de Liwa. ¡La experiencia ha superado mis expectativas!”.
Conexión intergeneracional
Quizá no sorprenda que la joven de 23 años se sienta como en casa al volante de un 911. La conexión de Al Qubaisi con Porsche le viene de familia. La primera vez que vio una carrera de coches fue cuando su padre compitió en la Porsche Carrera Cup. Pero estos días es ella quien acapara los titulares y capta la atención de los más jóvenes aficionados a las carreras.
Tradición en el desierto
En Oriente Medio existe una larga tradición de entretenimiento ligada al motor en el desierto. Buena prueba de ello es el Festival Liwa Tal Moreeb, que tiene lugar cada año a la sombra de la enorme duna de Moreeb, en el conocido desierto Empty Quarter, al sur de la región. Se trata de un evento de una semana de duración que acoge carreras de resistencia y de motocross, así como competiciones de coches clásicos y de drifting. Todo ello, respaldado por la magnífica gastronomía de la ciudad y los cafés locales, que ofrecen su excelente producto a los visitantes.
De camino a Liwa, Al Qubaisi toma un pequeño desvío y se dirige hacia una casa emiratí donde la saludan calurosamente. Semejante recepción es otro reconocimiento a los enormes logros que han convertido a Al Qubaisi en una figura inspiradora para las mujeres en el deporte del motor en todo el mundo.
Cuando la estrella del automovilismo llega finalmente a la imponente duna de Moreeb, el 911 Dakar atrae a una gran multitud de espectadores. Mientras tanto, el sol se pone detrás de las montañas de arena, perfilando hileras de vehículos todoterreno altamente modificados en las oscuras profundidades del desierto. Al Qubaisi y el 911 más offroad están en su hábitat natural.