El anticipado regreso de la tenista alemana comenzó con un Grand Slam. El Australian Open le dio la bienvenida de regreso a la primer número 1 del mundo alemana desde Steffi Graf, lo que marcó el comienzo de una aventura impulsada por su profundo amor al tenis, un impetuoso deseo de competencia y, sobre todo, por el bienestar personal que le brinda el deporte del más alto nivel.
Con la llegada de Liana, la primera hija de la tenista alemana, la dinámica cambió y ahora debe combinar sus responsabilidades como madre con las exigencias de la máxima gira del tenis femenil. Un reto que ha probado ser tanto o más complejo que ganar un torneo de la gira de la Asociación de Tenis Femenino (WTA por sus siglas en inglés).
‟Para ganar un Grand Slam debes enfocarte solamente en ti, en ser la mejor. Ser mamá es diferente porque hay alguien más que requiere atención, es más complicado. Creo que es muy difícil de comparar”, explicó Kerber. "Cuando eres profesional, tratas de ser la mejor en lo que haces, es un camino largo y difícil. Ser madre requiere una mentalidad completamente diferente. Puedo decir que es posible hacer ambas cosas, solo hay que organizarse bien y no tener miedo. Intenta hacer lo que amas y nunca te olvides de ti misma."
Algo que no ha cambiado desde su debut en 2003 es su objetivo: colocarse dentro de las 10 mejores del mundo. Su participación en el Miami Tennis Open es solo una parte de este proceso que ha comenzado para retomar su nivel, el cual ya pasó también por el Linz Open y el abierto de Indian Wells, en donde avanzó hasta la ronda de octavos y en el proceso venció a la 10 del mundo, Jelena Ostapenko, con lo que demostró que su calidad sigue intacta.
"Hay muchas madres que regresan al tour. No es muy diferente a hace 10 o 15 años. Pero debes ir con la corriente. El tenis ha mejorado, se ha vuelto más físico. Debes lidiar con todo y creo que la mayoría hemos descubierto lo bueno que es el deporte para nosotras, por eso nadie quiere abandonarlo y tratamos de jugarlo el mayor tiempo posible, siempre y cuando el cuerpo se mantenga sano”, detalló la embajadora de marca de Porsche. \"La nueva generación está creciendo, juegan muy duro y ya no hay partidos fáciles. Hay que mostrar el mejor tenis desde la primera ronda. En mi caso, regresar después de 18 meses y poder vencer a jugadoras del top 10 es mi objetivo, pero esto es solo el principio."
El Grand Slam de la vida
Ser responsable del cuidado de otro ser humano naturalmente requiere toda la atención de la tenista alemana. Sin embargo, sumarle el reto de volver a jugar tenis al más alto nivel le ha requerido emplearse a fondo. Ya no hay momentos de descanso y requiere del respaldo de toda su gente cercana.
"No es fácil, pero todo se trata de organizarse. Debes planificar tu día muy bien y ser flexible, porque no siempre podrás planear todo. Es importante ir día a día y adaptarse porque no sabes qué puede pasar. Sin el apoyo de mi familia sería imposible hacer ambas cosas, especialmente con todos los viajes, pero creo que ya nos acostumbramos, establecimos rutinas y todo lo que conlleva."
Es evidente que con su experiencia previa puede manejar la presión de mantenerse en la gira y buscar los resultados, pero ahora el plan incluye hacer que su hija sea parte de la experiencia completa para compartir con ella su pasión en todo momento. Y aunque por ahora la bebé pudiera no estar del todo consciente de lo que sucede, habrá muchas fotos que se lo recuerden en el futuro y le hagan saber que formó parte del gran sueño de su mamá.
"Lo importante para mí es jugar al tenis y divertirme en la cancha. Extrañaba la competencia y las emociones, por eso estoy de regreso. Quiero jugar frente a los fans y ganar partidos. Los objetivos son jugar los torneos grandes y ganarlos, pero veremos a dónde nos lleva esta aventura."
