Con este proyecto emblemático, Porsche quiere liderar el camino hacia una competición automovilística que tenga el mejor balance neto posible de CO2 y pretende asumir un papel pionero.
En 2024, los coches de la Porsche Mobil 1 Supercup competirán, por primera de vez y de manera exclusiva, con e-fuel. Este combustible procede de la planta piloto de Chile en la que Porsche tiene participación, y llega listo para su uso en las carreras. El producto final permite a los 911 GT3 Cup de 510 HP (375 kW) inscritos en el campeonato ser casi neutros en emisiones de CO2. En los tres últimos años los coches funcionaban con la segunda generación de un carburante parcialmente sintético y de base biológica. Ahora, el fabricante de vehículos deportivos da un paso más dentro de este importante proyecto. Los autos de carrera tendrán instalada una versión de software específica, ya que su centralita permite una programación posterior, a diferencia de sus homólogos de producción.
Este año, la Porsche Mobil 1 Supercup vuelve a ser el certamen de apoyo a la Fórmula 1 en sus pruebas europeas. La temporada 2024 dará comienzo el 19 de mayo, coincidiendo con el Gran Premio de Emilia-Romaña, en Ímola, y concluirá también en Italia, el 1 de septiembre en Monza. Durante las ocho pruebas previstas, los 32 coches consumirán una cantidad estimada de 50 000 litros de e-fuel.
“El automovilismo siempre ha sido un motor de innovación, y ahora también lo es en lo que respecta al combustible. A través de este proyecto, estamos dando nuevos pasos hacia la consecución de nuestros objetivos de descarbonización”, afirma Michael Steiner, miembro del Consejo de Dirección de Porsche AG como responsable de Investigación y Desarrollo. “Si se considera toda la cadena de valor, los coches de carreras de la Porsche Mobil 1 Supercup pueden competir con e-fuel con unas emisiones de CO2 prácticamente neutras. En competición, el nuevo combustible se utiliza en las condiciones más exigentes. Para frenar el calentamiento global, es esencial reducir la emisión de dióxido de carbono, y aquí el automovilismo juega un papel relevante”.
Los combustibles sintéticos se generan a partir de hidrógeno verde y dióxido de carbono del aire, mediante procesos en los que se usan energías renovables. Así se crea inicialmente el e-metanol que, en un paso posterior, se convierte en gasolina sintética. La planta piloto Haru Oni, situada en la Patagonia chilena, se alimenta de energía eólica dado que allí es abundante y de coste bajo; por su parte, el dióxido de carbono procede actualmente de una fuente biogénica, si bien en el futuro se extraerá directamente de la atmósfera mediante un innovador proceso de captura directa del aire (DAC). Porsche está trabajando en una “prueba de concepto” del sistema DAC con el Grupo Volkswagen, HIF Global y MAN Energy Solutions. El objetivo es demostrar que el proceso puede implementarse a escala industrial.
“En nuestra opinión, la tecnología DAC es importante de cara al futuro, sobre todo para la extracción de energía”, afirma Barbara Frenkel, miembro del Consejo de Dirección de Porsche AG como responsable de Compras. “El CO2 puro puede utilizarse para procesos industriales o almacenarse permanentemente en el suelo. El e-fuel producido de este modo puede contribuir a que alcancemos nuestros objetivos de descarbonización en la competición automovilística. Seguiremos apoyando a nuestro socio HIF para aumentar las cantidades de combustible sintético disponibles”.
Más allá de la competición, estos combustibles sintéticos que no dependen de recursos fósiles pueden ser un complemento útil a la electromovilidad, especialmente para los vehículos de combustión existentes. Porsche ya ha invertido más de 100 millones de dólares en el desarrollo y la producción de e-fuel. De ellos, 75 millones se destinaron a adquirir una participación en HIF Global LLC, en abril de 2022. Esta compañía planifica, construye y opera plantas de combustibles sintéticos en Chile, Uruguay, Estados Unidos y Australia.
En diciembre de 2022, HIF Global inició la producción industrial de e-fuel en la planta piloto Haru Oni de Punta Arenas, al sur Chile. Esta zona ofrece unas condiciones ideales para ello: en la región chilena de Magallanes, las turbinas eólicas se pueden utilizar con mucha más frecuencia e intensidad que en otros lugares, ya que el viento es más fuerte y constante durante todo el año. Esto quiere decir que los aerogeneradores pueden producir allí más electricidad que en las latitudes europeas. Desde Punta Arenas, el e-fuel sintético puede transportarse a través de la infraestructura existente del mismo modo que los combustibles convencionales.
Porsche compite también en el Campeonato del Mundo de Resistencia FIA (WEC) y en el campeonato norteamericano IMSA WeatherTech SportsCar con varias unidades del prototipo híbrido 963. Como en anteriores temporadas de la Supercup, en ambos casos se utilizan los denominados biocombustibles avanzados basados en etanol. En el WEC, por ejemplo, tienen base orgánica y se crean a partir de residuos procedentes de la viticultura.