Durante esta gala, la firma de Stuttgart reveló en México el segundo vehículo del proyecto "TAG Heuer y Porsche - Leyendas de la Panamericana", consistente de solamente dos autos únicos. A diferencia del primer auto presentado en la Rennsport Reunion 7, a finales de septiembre, el Porsche 718 Cayman GT4 RS Carrera Panamericana Special muestra en el toldo y en las puertas el número de competencia 152 y será subastado en una puja abierta para clientes nacionales e internacionales el próximo año, el monto recaudado será destinado para fines benéficos. Ambos autos, tanto el 152 como el 154 forman parte del proyecto Sonderwunsch, desarrollado en colaboración de TAG Heuer y Porsche, con la intención de rendir un tributo al Porsche 550 Coupé con el que dos equipos de clientes compitieron en la Carrera Panamericana en 1953.
La velada contó con la presencia de importantes invitados como Karen León, directora de La Carrera Panamericana; Eduardo León, presidente honorario de La Carrera Panamericana; Matthias Becker, vicepresidente de mercados extranjeros y emergentes de Porsche AG y Tobias Eninger, CEO y presidente de Porsche Latinoamérica. También estuvieron presentes los pilotos oficiales del equipo Porsche: Benito Guerra Jr., Diego Cándano y Fernando Gómez Urquiza; invitados especiales y medios de comunicación.
Tras los primeros kilómetros de competencia y luego de completarse las primeras dos etapas, por los estados de Veracruz y Oaxaca, La Carrera Panamericana llegó a la Ciudad de México, durante este recorrido el equipo de Porsche contó con la participación especial del piloto de carreras estadounidense Patrick Dempsey. El también actor y embajador de TAG Heuer, así como de Porsche Design, corrió junto con Víctor Medina, piloto certificado de Porsche, a bordo del Porsche 718 Cayman GT4 RS, rotulado con el número de competencia 154, un exclusivo auto que fue revelado en la pasada Rennsport Reunión 7, celebrada a finales de septiembre en el Weathertech Raceway Laguna Seca de Monterey, California.
En lo que se refiere a los pilotos oficiales Porsche, Fernando Gómez Urquiza participa al volante de un 914-6 de 1973 en la Categoría Histórica B, mientras que Diego Candano, a bordo de un 911 de 1974 conocido como “Aquiles” compite en la Categoría Histórica B Plus y Benito Guerra Jr. al mando de un Porsche 911 de 1980, disputará la Categoría B Plus. Además, La Carrera Panamericana cuenta con la participación de más de 30 vehículos Porsche inscritos en seis diferentes categorías.
Después de esta breve parada en la Ciudad de México, la caravana de La Carrera Panamericana continúa su recorrido por cinco estados de la República, partiendo la mañana del domingo 15 de octubre hacia la ciudad de Querétaro, para terminar el 19 de octubre en Nuevo León.
Un nuevo homenaje al mítico rally mexicano basado en el 718 Cayman GT4 RS
Hace 70 años, dos equipos de clientes, cada uno con un Porsche 550 Coupé, participaron en La Carrera Panamericana. Y hace 60 años, Jack Heuer presentó un reloj cronógrafo de pulsera específico para pilotos de carreras, llamado TAG Heuer Carrera Chronograph. Como homenaje a este doble aniversario y su estrecha relación con ‘La Pana’ las dos empresas crearon el proyecto especial "Sonderwunsch "TAG Heuer y Porsche - Leyendas de la Panamericana".
Con este proyecto y en colaboración con Porsche Latinoamérica, se crearon dos excepcionales automóviles basados en el 718 Cayman GT4 RS, el primer vehículo con el número de competencia 154, se reveló durante la Rennsport Reunion 7, celebrado a finales de septiembre en el Weathertech Raceway Laguna Seca de Monterey, California y es el vehículo que actualmente está participando en La Carrera Panamericana al mando de Patrick Dempsey y Víctor Medina. Por su parte, el segundo vehículo −Porsche 718 Cayman RS Carrera Panamericana Special− está rotulado con el número de competencia 152, se reveló durante la gala en el Museo Kaluz, llevada a cabo el sábado 14 de octubre. Este auto, se subastará a principios de 2024, y lo recaudado será donado a instituciones de beneficencia.
Basado en el 718 Cayman GT4 RS, el detalle y la diferenciación de este nuevo deportivo se concentran en el aspecto estético, sin olvidar algunos ajustes técnicos que enamoran a los fanáticos tanto de la casa como de la mítica prueba mexicana.
Por ejemplo, se recurre a la imagen LeMans, basándose en la pintura plata metálica alusiva a esta importante prueba de resistencia. Por cierto, ese tono se repite en muchos elementos, incluidos los rines. Por su carácter deportivo formal, este homenaje vivo recurre a un tanque de 90 litros para sortear cualquier viaje de larga duración sin sacrificar su elevado rendimiento dinámico.
Las ventanillas traseras son relevadas por triángulos en fibra de carbono, que ayudan a la respiración de la cabina. Se acompaña del sistema de elevación neumático del eje delantero para una mejor salida de rampas y al mismo tiempo se dispone de la transmisión de doble embrague para una mejor respuesta del tren motor. Acompañan pinzas de freno en terminado negro de alto brillo, un guiño a las actuales tendencias de estilo.
En el tenor de belleza nostálgica, destaca el enorme número 152 dispuesto en las puertas y en el techo, iluminado en un irresistible color amarillo limón que evoca aquellos románticos tiempos de las carreras. En brillante contraste predominan dos enormes logos siempre asociados al mundo de las carreras: al frente, el escudo en negro de la firma relojera TAG Heuer, mientras el doble pegaso rojo del aceite Mobil 1 −icono de aquellos años puristas−, resalta en la esquina superior de las salpicaderas.
Por cierto, el color plata se extiende a casi todos los elementos aerodinámicos del auto. Desde los ductos tipo NACA del frontal, pasando por la fascia y las tomas inferiores de aire (llamadas air blade por los de casa), cerrando con el enorme alerón ajustable; todo en plata metálico o en un tono muy próximo. El masivo apéndice aerodinámico incluye en sus costados verticales logos de la compañía relojera (TAG Heuer), en un discreto, pero innegable tono negro de gran visibilidad.
Curiosamente, la leyenda Porsche en el medallón o última ventana, es un guiño a los autos de competencia de la firma de Stuttgart, en tanto las luces traseras vienen completamente en rojo, un detalle interesante frente a las exigencias de señalización.
Respecto al interior, destaca la casi completa inclusión del paquete Weissach, que incluye vestiduras en el bello y avanzado textil Race-Tex, aderezado de insertos de piel genuina en los puntos de mayor contacto, paneles decorativos específicos para esta versión y varios detalles de inspiración deportiva profesional como el extinguidor. La excepción, por lo menos para esta versión homenaje, es la ausencia de la jaula contra vuelcos (roll-cage). De este paquete sobresalen los asientos tipo baquet en tapicería de piel de color rojo, con bordados alusivos a la Panamericana en sus cabeceras, el uso extendido de costuras que contrastan, pero hacen juego en todo el interior a manera de una intención de autos de carreras, aderezado con el lujo de primer nivel que siempre ha caracterizado a la casa.
Nuevamente la piel negra se utiliza para los paneles de mayor uso como el volante, la consola central, el tablero y los postes A. Toda una atmósfera de elegancia, quizá un poco alejada del pragmatismo habitual de una cabina de carreras, pero esos detalles finos son los que arroban nuestra mirada.
Entre los extras reseñables figura el paquete Sport Chrono, (que permite el conteo de vueltas y tiempos en circuito), la pedalera y el descanso para los pies del pasajero en aluminio, sus tapetes exclusivos, el uso de correas en color rojo en lugar de las típicas manijas, la llave pintada en plata metálico con su funda en piel y la personalización del nombre del usuario en grabado laser.
Finalmente, le acompaña un sistema de sonido firmado por Bose y varios detalles curiosos como las rejillas del sistema de ventilación interior con discretos logos de TAG Heuer.
La Carrera Panamericana surgió en 1950, organizada por la Asociación Nacional de Automóviles para conmemorar el término de construcción del tramo mexicano de la Autopista Panamericana. Está dividida en dos periodos: el primero que va de 1950 a 1954, una espectacular etapa inicial en la que participaron pilotos de renombre mundial junto a compañías como Porsche. Tres décadas más tarde, en 1987, ‘La Pana’ regresó en la llamada ‘Época Moderna’ y se ha disputado de manera ininterrumpida hasta hoy. Desde su incursión en 1952, Porsche ha participado en todas las ediciones que se han celebrado de la mítica competencia.
La relevancia de La Carrera Panamericana en la historia de Porsche es tal que ha dado origen al nombre “Carrera”, para los modelos 356 y 911, así como el nombre “Panamera” para la categoría “Gran Turismo”.