El término Boxster es un acrónimo formado por las primeras letras de ‘bóxer’ y las últimas de ‘roadster’. Toda una declaración de intenciones de un modelo descapotable, cuya característica técnica más sobresaliente era precisamente su motor con cilindros en disposición horizontal, igual que en el histórico Porsche 356 o en el mítico 911 que vio la luz en 1963.
Grant Larson, hoy Director de Proyectos Especiales, fue entonces el responsable de trazar las líneas de aquel auto concepto. Larson recuerda: “En octubre de 1991, cuando estaba a cargo del desarrollo avanzado en el departamento de Diseño, visité el Salón del Automóvil de Tokio. Audi presentó allí el prototipo Avus Quattro. A finales de 1991, el desarrollo de los modelos Boxster y 996 estaba siendo definido en algunas áreas y decidimos que era un buen momento para construir un auto de exposición. Tuve total libertad a la hora de diseñarlo. Todos los borradores fueron realizados mediante dibujos en 2D, sin pantallas de por medio, algo distinto a lo que hoy es habitual.
"Mi jefe, Harm Lagaaij, me presionó mucho con el diseño del Boxster, sobre todo en lo que concernía al detalle de las formas. Tuvimos suerte de poder contar con Peter Müller, un fantástico modelista que empezó a trabajar, a mano alzada, exclusivamente a partir de mis dibujos. En un primer momento habíamos pensado presentar nuestro auto concepto en Ginebra, en marzo de 1993. Pero nos decidimos por Detroit, que en aquella época era celebrado en enero, porque no queríamos perder el tiempo. Además, el nuevo roadster estaba claramente enfocado al mercado estadounidense, donde Porsche debía reforzar su posicionamiento. En aquel momento, Mazda con su Miata y BMW con su Z1, ya estaban presentes en este segmento”.
"Habíamos pensado presentar nuestro concept car en Ginebra, en marzo de 1993. Pero nos decidimos por Detroit, que en aquella época era celebrado en enero, porque no queríamos perder el tiempo" Grant Larson
Con el Boxster de Grant Larson, Porsche dio continuidad al diseño de algunos de sus primeros deportivos; entre ellos, el Spyder, el Speedster y el Roadster; también incluyó referencias claras a los 550 Spyder y 718 RS 60 de la década de 1950. Ciertos rasgos como el motor en posición central, el corto voladizo trasero, el frontal que se extiende mucho más allá del eje delantero o la salida de escape ubicada en el centro de la zaga, son herencia de modelos de antaño y aportan un toque de distinción al auto concepto. Las tomas y las salidas de aire, así como los grupos ópticos con tecnología de iluminación innovadora, también fueron elementos de diseño relevantes. El interior destacaba por los componentes metálicos pintados en el color de la carrocería, presentes en los paneles de las puertas, la instrumentación y la consola central.
El auto concepto Boxster recibió una respuesta abrumadoramente positiva por parte del público y de los expertos, algo que tuvo un clara incidencia en el desarrollo final del auto. “Poco después de la presentación en Detroit, recibimos órdenes de no seguir avanzando en el diseño", recuerda Grant Larson. "El Consejo Directivo nos dijo entonces que, por favor, fabricáramos el Boxster de serie exactamente así”.