Cinco modos de conducción en un día con el Porsche 911

El icónico auto demuestra su versatilidad en una ruta por carretera diseñada para sacarle el máximo provecho a las posibles configuraciones de chasís, motor y transmisión.

En la autopista inglesa M6 el selector de modos de conducción del 911 apunta a las 10. En ese momento está en el modo Normal, como indican las letras rojas iluminadas en la pantalla digital. El sol empieza a asomar sobre un horizonte nublado y los conductores más madrugadores se mueven lentamente entre el tráfico de la mañana.

El modo Normal es perfecto para viajar de forma relajada

El modo Normal viene predeterminado en todos los 911 actuales. Es el más adecuado para viajar sin prisa y cómodamente. La respuesta del acelerador es menos rápida y la subida de marchas en la caja de cambios de doble embrague PDK sucede a regímenes inferiores. La suspensión también se encuentra en su configuración más suave para optimizar el confort y las válvulas de mariposa del sistema de escape deportivo permanecen cerradas para tamizar el sonido del motor. Con el modo Normal activado, el 911 responde a la idea de un gran turismo. Solo hay que acomodarse, relajarse y dejar que el automóvil haga el trabajo.

El primer destino de este peculiar itinerario de 24 horas es la tranquila aldea de Seathwaite, al noroeste de Inglaterra. Esta pequeña comunidad, ubicada en el distrito de los lagos de Cumbria, es reconocida oficialmente por ser el lugar habitado más lluvioso de las Islas Británicas, con una media de 3552 milímetros de lluvia acumulada cada año. Por lo tanto, es la localización perfecta para poner a prueba el modo Wet.

El modo Wet proporciona una ayuda inteligente

Este modo de conducción fue estrenado en 2019, como parte de la dotación de serie del 911 de la generación 992. Fue desarrollado para ofrecer una asistencia inteligente y proactiva en las peores condiciones. Gracias al empleo de sensores acústicos en los guardabarros delanteros que detectan el agua, el modo Wet advierte al conductor sobre el riesgo de aquaplaning. Cuando la carretera está mojada, la respuesta de los controles de estabilidad (PSM) y tracción (PTM) se adecua a las circunstancias para que intervengan antes y de una manera más suave. Además, este modo de conducción actúa sobre la aerodinámica activa y sobre el diferencial activo Porsche Torque Vectoring (PTV) Plus opcional para garantizar la máxima estabilidad en la conducción.

Las densas nubes que se dirigen hacia el occidente sobre el mar de Irlanda han dejado los últimos kilómetros hacia Seathwaite muy húmedos y con algunos tramos especialmente resbaladizos. Basta con girar el selector una posición en sentido contrario a las agujas del reloj y el Carrera 4S se convierte en el mejor aliado en este tramo muy mojado. En los modelos con tracción integral, como el que conducimos, el modo Wet también transfiere más potencia al eje delantero, lo que aumenta la motricidad. También contribuye a aplanar la curva de par motor para que todo suceda de una forma más suave bajo el pie derecho. Tras unos kilómetros más de conducción tranquila a través del valle de Borrowdale, el 911 se detiene de manera segura en los alrededores de Seathwaite. Las cabañas agrícolas dispuestas en terrazas y los antiguos muros de piedra seca contrastan con la modernidad de este vehículo de última generación.

De regreso al interior, el sol atraviesa las nubes por primera vez en el día e intensifica la paleta de verdes y azules que distingue a esta región de parques nacionales, famosa por su belleza y sus constantes lluvias. La ruta que sale de Seathwaite se dirige hacia Wrynose Pass, una carretera de montaña larga, estrecha y desafiante que conecta el valle de Duddon con Little Langdale.

El modo Sport despierta al 911

Con el asfalto ahora seco y sin tráfico, es el momento ideal para girar el selector hasta situarlo a las 12, la posición en la que se encuentra el modo Sport. En este momento, el rugido del tubo de escape parece indicar que el 911 ha cobrado vida. La respuesta del acelerador se vuelve más rápida y las transiciones entre marchas del cambio PDK de 8 velocidades son notablemente más rápidas. Al mismo tiempo, la suspensión se endurece para minimizar el balanceo de la carrocería, los soportes dinámicos del motor hacen su trabajo para mejorar el comportamiento y las válvulas de mariposa del escape se abren para que el motor bóxer de seis cilindros resuene intensamente entre las paredes montañosas.

La siguiente parada se encuentra varios kilómetros al oriente, muy cerca de la histórica ciudad ferroviaria de Darlington. Allí está el histórico circuito de Croft, que data de la década de 1920 y hoy forma parte del calendario del Campeonato Inglés de Turismos y da cabida, también, a una prueba de la Porsche Carrera Cup inglesa.

El modo Sport Plus optimiza las prestaciones

Las dos rectas cortas y paralelas de este trazado, conectadas por una serie de curvas rápidas a derechas y una horquilla de 180 grados, son el desafío perfecto para el cuarto modo de conducción del 911, el denominado Sport Plus.

Adaptado a la conducción en circuito, el modo Sport Plus fue diseñado para sacarle el máximo partido posible al chasis y a la transmisión del 992. Con él activado, la respuesta del acelerador es totalmente instantánea, los cambios de marchas son ultrarrápidos, la dirección es notablemente más precisa y la suspensión se vuelve aún más rígida. Es en la pista donde la genética de competición de Porsche se hace evidente de inmediato, para deleite del conductor, que experimenta esa combinación única de tracción, equilibrio y precisión a la hora de atacar los vértices en cada curva. La conexión física y emocional que consigue el modo Sport Plus pone de manifiesto que, a pesar de sus cualidades prácticas y ruteras, el 911 sigue siendo un verdadero automóvil deportivo.

El modo Individual permite una configuración a medida

Tras una intensa sesión en la centenaria pista inglesa, el 911 Carrera 4S accede al paddock para refrigerar su mecánica. Pero la jornada no ha terminado, todavía queda algo por probar: el modo Individual, aquel que permite al conductor elegir una puesta a punto personalizada.

Tras un largo día al volante, la ruta de vuelta discurre por carreteras rápidas y sinuosas, persiguiendo el sol de camino hacia la costa occidental antes de alcanzar la autopista en el tramo final del viaje. La combinación de la suspensión menos firme del modo Normal con los cambios de marchas más rápidos y la dirección más viva del modo Sport, ofrece lo mejor de ambos mundos. El modo Individual es la elección perfecta para adaptarse a las diferentes condiciones de la carretera e incluso al estado de ánimo del conductor. Cinco modos en un día, cada uno perfectamente adecuado a cada momento.

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