“Con nuestra nueva política energética y medioambiental, hemos adoptado normas de conducta claras para vivir la sostenibilidad de manera aún más consciente y coherente en Porsche”, dijo Oliver Blume, Presidente del Consejo Directivo de Porsche AG. “Estamos totalmente comprometidos con el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático y utilizamos nuestros recursos con moderación. Entre otros ejemplos, reducimos continuamente nuestro consumo de agua y energía para minimizar el impacto ambiental de nuestras actividades de negocio”.
“Estamos totalmente comprometidos con el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático y utilizamos nuestros recursos con moderación” Oliver Blume
La nueva política de Porsche establece pautas claras en cuatro campos de acción: protección ambiental, objetivos ambientales, conducta de administración y cumplimiento. De esta manera, los efectos derivados de las actividades comerciales de la compañía pueden ser medidos y traducidos en objetivos, cuyo progreso es informado anualmente. Los empleados prestan especial atención al uso moderado de los recursos: a lo largo de toda la cadena de valor, Porsche trabaja para reducir continuamente el impacto de todos los productos y actividades. Este enfoque holístico, que la compañía considera tan importante, significa que no sólo evalúa las emisiones de su propia producción, sino también de todo el ciclo de vida de sus vehículos, desde la extracción de material hasta el reciclaje.
“El sello distintivo de nuestros productos es la eficiencia, la alta calidad y una larga vida útil. El uso económico de los recursos es parte de nuestra identidad y una motivación que nos hace estar siempre alerta”, dijo Albrecht Reimold, miembro del Consejo Directivo de Porsche AG responsable de Producción y Logística. “Consideramos los efectos a lo largo de todo el ciclo de vida. Nuestro objetivo es alcanzar una producción de impacto cero. La fábrica sin impacto ambiental cierra los ciclos de los materiales, mientras las materias primas utilizadas vuelven a formar parte del proceso de fabricación al final de la vida útil del vehículo”.
Las nuevas directrices dejan claro que la protección del medio ambiente es una tarea que compete a toda empresa. Esto requiere que los 35 000 empleados se comprometan con la causa y faciliten la creación de un marco apropiado para implementar los principios necesarios en sus áreas de responsabilidad. Porsche se encarga de garantizar esto mediante diferentes sistemas de información y calificación. Además, los empleados están sensibilizados y capacitados para abordar los problemas ambientales que puedan detectar.
Dentro del sistema de gestión ambiental y energética, Porsche garantiza que las obligaciones derivadas de las actividades comerciales sean identificadas y tenidas en cuenta, y que sean cumplidos los requisitos legales y las normas autoimpuestas.