De vuelta a Estados Unidos para su undécima edición, bajo un sol que parecía californiano, Luftgekühlt dio la bienvenida a unos 200 vehículos y 9.000 asistentes al histórico American Tobacco Campus de Durham, Carolina del Norte, para disfrutar de un emocionante día entre una cuidada selección de coches legendarios. "Es un lugar realmente especial, con el que llevamos siete años en conversaciones", afirma Patrick Long, cofundador de Luftgekühlt y antiguo piloto de Porsche. "Una novedad para nosotros es que se celebra en el centro de una pequeña ciudad. Es como si se apoderara del fin de semana: solo hay Porsche hasta donde alcanza la vista".
Para Long, la idea de esta reunión anual, ahora famosa en todo el mundo, comenzó como una especie de búsqueda para dar a conocer la historia de los air-cooled a un público más amplio. Se trataba de llenar un vacío en el área de experiencias, dentro de la cultura de los Porsche clásicos, y hacerla accesible tanto a los aficionados ocasionales como a los apasionados del motor.
Tras unos comienzos modestos en el sur de California, el evento creció rápidamente tanto en tamaño como en popularidad. Las últimas ediciones han atraído a visitantes de hasta 48 de los 50 estados de Estados Unidos y 22 países más lejanos. Este crecimiento también ha dado lugar a la celebración de concentraciones en Europa y a la creación de un segundo evento paralelo: Aire | Agua.
Los invitados especiales y leyendas del automovilismo Bobby Rahal y Tommy Kendall se unieron al undécimo Luft, mezclándose con los asistentes, firmando autógrafos y contando anécdotas de sus tiempos en la pista. Los aficionados incluso tuvieron la oportunidad de ver de cerca algunos de sus emblemáticos coches de carreras. El 911 GT2 de la generación 993 que Kendall condujo para Konrad Motorsport, en su debut en las 24 Horas de Le Mans en 2000, se exhibió con orgullo. También el Porsche 904 Carrera GTS de 1964 de Rahal, restaurado por Gunnar Racing. El propietario de Gunnar Racing, Kevin Jeannette, trajo además varios coches, entre ellos un 914 de rallye y el Gunnar Porsche 966, fabricado en 1990 a partir de un Porsche 962. Kendall, en su papel de anfitrión y maestro de ceremonias del evento, estuvo presente para guiar a los invitados a través de varias actividades clave en Luft 11, con los coches emblemáticos destacados de la exposición y seleccionando sus favoritos personales.
Uno de los temas clave del evento fue la celebración del 30º aniversario de la llegada a Norteamérica del 911 de la generación 993. Como último modelo refrigerado por aire producido oficialmente por el fabricante de coches deportivos de Stuttgart, el 911 de la generación 993 cierra la gama de modelos Porsche conmemorados por Luftgekühlt, desde las primeras unidades Pre-A del 356 y sus seguidores. La celebración contó con algunos de los mejores ejemplares de carretera y de competición de la era 993, incluidos el de AJR Restorations (antes Alex Job Racing) y el 911 Supercup, con el que el piloto francés y leyenda de Le Mans Emmanuel Collard logró tres victorias en el campeonato de 1995. Estos iconos del automovilismo se complementaron con una variada gama de versiones de carretera, desde el Carrera hasta el Turbo, pasando por prácticamente todas las versiones intermedias.
Para celebrar la primera aparición de este espectáculo en la costa este de Estados Unidos, el equipo también reunió una selección de coches de carreras Porsche relacionados con esa zona. Se presentaron dos vehículos legendarios de Brumos Racing: el 911 Carrera RSR de 1975 con el que Peter Gregg y Hurley Haywood obtuvieron la victoria en las 24 Horas de Daytona de 1977, y el Porsche 962 de 1985 con el que Haywood compitió junto a AJ Foyt. Este 962 en concreto fue preparado originalmente por otra famosa escudería del este del país, Holbert Racing. Este renombrado equipo ha estado representado en Luft 11 con un impresionante Porsche 934 de 1976. Fue uno de los 34 ejemplares fabricados por Porsche y lo pilotaron el propio Al Holbert y Doc Bundy.
Junto con Luftgekühlt 11, a poca distancia, en la plaza situada frente al Centro de Convenciones de Durham, se celebró la final nacional del Porsche Classic Restoration Challenge. En la competición de este año se inscribieron 73 vehículos, una cifra récord que puso de manifiesto el asombroso trabajo y la atención al detalle de los expertos técnicos de los Centros Porsche de Estados Unidos.
Uno de los muchos aspectos que diferencia a Luftgekühlt de una concentración convencional de coches es el énfasis en la narración, con impresionantes imágenes que ayudan a transmitir estas fascinantes historias automovilísticas, tanto a los asistentes al evento como al público online que sigue el contenido desde la distancia. "En realidad, hay dos elementos: el visual y el editorial", afirma Jeff Zwart, Director creativo de Luftgekühlt. "Para mí, el aspecto visual es lo más importante, y Pat [Long] es un narrador excelente y entiende muy bien la marca, así que fusionamos estos dos enfoques. Es como si el recinto fuera nuestro lienzo y los coches nuestros pinceles, y esperamos poder crear algo artístico con ellos. Me dan un coche para colocarlo y tengo que hacer que se vea lo mejor posible dentro de este entorno especial. La recompensa es ver esa foto que imaginé difundirse por Internet, es un gran momento".
Además de los famosos iconos del mundo del motor y las carreras que acaparan toda la atención en Luftgekühlt, los coches propiedad de aficionados también tienen la oportunidad de contar sus historias. "Están los relatos de nuestros vehículos heroicos, pero una parte importante de nuestro programa consiste en contar anécdotas de aficionados, como la del chico que encontró un 912 con el suelo oxidado y solo lo puso en marcha", explica Long. "Se trata de celebrar todas esas historias diferentes. Si sientes una auténtica pasión por los Porsche refrigerados por aire, no importa cuánto cueste tu coche ni lo inusual que sea".
 
                
                
             
                
                
             
                
                
            