Luftgekühlt, la exitosa concentración de vehículos Porsche refrigerados por aire, se ha celebrado este mes de junio por primera vez en Polonia. Con la estación de ferrocarril de Dworzec Świebodzki como telón de fondo, más de 200 unidades de los mejores deportivos de Zuffenhausen, algunos de ellos llegados desde lugares distantes, como el Reino Unido o Escandinavia, se han reunido en el mayor evento Porsche celebrado en Polonia hasta la fecha. Según Mateusz Klawiter, uno de los organizadores: “Hemos agotado las entradas. Esto es exactamente lo que habíamos soñado durante años”.
Patrick Long, antiguo piloto oficial de Porsche y uno de los fundadores de Luftgekühlt, viajó desde California hasta Breslavia y subrayó la importancia del evento. “Luftgekühlt pretende sacar a los visitantes de su mundo cotidiano y ofrecerles diferentes perspectivas”, afirmó. “Este año hemos ampliado nuestros horizontes y descubierto nuevas historias con la reunión de Polonia”. Su colega de Luftgekühlt, el Director Creativo Jeff Zwart, añadió: “Es divertido sumergirse en un ambiente, una cultura y un país nuevos. Tenemos buena música, buena comida y, por supuesto, vehículos históricos. Todos estos ingredientes unen a la gente”.
En la estación de tren se instaló una pasarela que sirvió para mostrar los modelos más especiales, entre ellos, dos 356 Speedster pertenecientes a propietarios polacos. El Museo Porsche también envió desde Stuttgart algunos vehículos excepcionales, como el 908/03 Spyder que ganó los 1.000 Kilómetros de Nürburgring en 1970, un 911 SC Safari, un 911 Carrera RS de la generación 964 y el deportivo de serie más rápido de su época, el Porsche 959. Entre los más destacados de Patrick Long se encontraban un 917 y un 935 con decoración Martini.
Los visitantes pudieron pasear por el amplio recinto y admirar, entre otras cosas, el Porsche más antiguo matriculado en Polonia, un 356 Pre-A, así como un 911 T rojo Polo de los años sesenta, original por fuera y restaurado por dentro. Además, una espectacular colección de 911 refrigerados por aire de distintas generaciones se encargó de dar color al evento. Cada coche allí presente tenía una apasionante historia que contar, lo que dio lugar a largas y fascinantes conversaciones entre los aficionados a la marca. Muchas familias aprovecharon la ocasión para hacer un viaje juntos, algo de lo que los organizadores se sienten especialmente orgullosos. “La afición por los Porsche clásicos se extiende a todos los grupos de edad”, sonríe Zwart. “Esto nos hace especialmente felices, porque demuestra que Luftgekühlt es mucho más que una exposición de coches”.
El próximo destino europeo de Luftgekühlt es Copenhague, en Dinamarca, donde tendrá lugar la siguiente reunión los días 6 y 7 de septiembre.
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Fotos: Lukas Nazdraczew