Los elementos de la fachada están hechos de aluminio recubierto con dióxido de titanio. El recubrimiento actúa como catalizador que al estar en contacto con la luz solar y una baja humedad del aire descompone las partículas contaminantes en agua y nitrato. En el primer proyecto piloto, Porsche está probando la fachada de alta tecnología de absorción de NOx en un área de 126 metros cuadrados. El beneficio medioambiental de este diseño es equivalente al que realizan 10 árboles en una zona con un tamaño de 10 lugares para parquear. “Si la evaluación de los resultados confirma nuestras expectativas, nada se interpondrá en el camino para utilizar esta tecnología en otros edificios y superficies”, dijo Albrecht Reimold, Miembro del Consejo Directivo de Porsche AG responsable de Producción y Logística.
“La sostenibilidad es una gran imagen panorámica que se compone de muchos elementos individuales”, explicó Albrecht Reimold. “Por ello, estamos pensando continuamente en las medidas que podemos implementar para garantizar una mayor sostenibilidad en nuestras acciones a lo largo de toda la cadena de valor”. En la sede central de Porsche, en Stuttgart-Zuffenhausen, está siendo construida una nueva fábrica para la producción del primer auto eléctrico de la marca, que llegará a finales de este año. La producción del Porsche Taycan será neutra desde el punto de vista del dióxido de carbono (CO₂). “Estamos buscando permanentemente nuestro objetivo de producir automóviles deportivos sin dejar ninguna huella ecológica”, continuó Albrecht Reimold.
Porsche da una gran importancia a la sostenibilidad cuando se trata de la construcción de nuevos edificios e instalaciones de producción. Y el éxito en ese empeño ya ha sido reconocido en varias ocasiones por el Consejo de Construcción Sostenible de Alemania (DGNB). En los últimos premios de esta entidad, la construcción de la nueva planta de motores en la que será producida la transmisión eléctrica del Porsche Taycan obtuvo el galardón ‘Platino’ otorgado por un jurado técnico.