En Estados Unidos, el estudio IQS del instituto J.D. Power evalúa la calidad inicial de los coches nuevos mediante encuestas a los clientes.

"Estamos muy satisfechos con el primer puesto en el IQS y con la respuesta positiva de nuestros clientes", afirma Christian Friedl, Vicepresidente de Calidad Corporativa de Porsche. "Este éxito se basa en el esfuerzo de todo el equipo de Porsche. Nos sentimos muy orgullosos de ello".

Alrededor de 100.000 propietarios de coches nuevos en Estados Unidos, de más de 200 modelos y más de 30 marcas, participaron en la 38ª edición del estudio. Tras 90 días de uso del vehículo, se les preguntó por 227 posibles anomalías en diez categorías. Entre otras cosas, evaluaron apartados como el "interior" o la "dinámica de conducción".

Para Porsche, los datos recogidos por J.D. Power son de gran interés, con el fin de seguir mejorando el servicio y la calidad de futuros productos. Los fallos potenciales se identifican en una fase temprana, por lo que las soluciones pueden ponerse en marcha de inmediato, incluso antes de que el problema se propague. El objetivo es mejorar continuamente la calidad y la facilidad de uso. Esto se pone en práctica desde la fase inicial de concepción, a lo largo de todo el proceso de desarrollo del producto y hasta la fase de uso por parte del cliente.

La calidad implica trabajo en equipo

Christian Friedl: “En Porsche, el objetivo último de todo el trabajo en pro de la calidad es un cliente plenamente satisfecho. Alcanzamos esta meta con productos bien hechos, el mejor servicio y el compromiso de todos y cada uno de los empleados de Porsche". La base para ello es una estrategia descentralizada, en la que el departamento de Calidad Corporativa trabaja intensamente con otros. Esto promueve un entendimiento común entre las diferentes áreas de negocio y sitúa al cliente aún más en el centro de atención. Y lo hace con éxito, como demuestra el resultado del estudio de J.D. Power.

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