Para algunas personas, las largas travesías por carretera solo existen en la imaginación. Son un sueño solo realizable cuando llegue la jubilación. Viene bien que gente como Anthony Coyne, amante de los Porsche y devorador de kilómetros, inspire esas fantasías.

Anthony Coyne, Renée Logsdon, 2019, Porsche AG

Anthony, de 47 años, es un empresario británico y fanático de Porsche desde hace mucho tiempo. Su pasión por los 911 solo puede igualarse a su deseo de conducirlos. Cuando Anthony y su compañera, la californiana Renée Logsdon, decidieron organizar unas vacaciones para conducir por Estados Unidos, el resultado fue algo diferente.

Anthony había hecho demasiadas veces viajes de volar y conducir, con un coche de alquiler esperando en el aeropuerto. Por eso comenzó a barajar la posibilidad de enviar al punto de partida su 993 Carrera. Dedicó tanto tiempo a estudiar lo que se debe hacer y lo que no, la burocracia, los inconvenientes y las trampas, que decidió empezar a registrar lo que iba descubriendo.

Y lo que comenzó como unos sencillos apuntes, finalmente se convirtió en un colorido y extenso blog que documentaría todo el viaje de varios miles de kilómetros en uno de los mejores coches deportivos.

El viaje de Anthony con Porsche comenzó realmente hace 12 años, con un Boxster S 986. Este dio paso a un Carrera 964, de un color azul oscuro no metalizado poco habitual, un coche que hoy sigue lamentando haber vendido. Pero lo hizo para hacerse con un Boxster Spyder de primera generación, que satisfacía el deseo de más prestaciones, pero que finalmente acabó sustituyendo por otro 911 refrigerado por aire, su actual 993.

993, 2019, Porsche AG

Nos trasladamos rápidamente hasta principios de junio de 2019. Anthony y Renée están de pie en los muelles del Puerto de Charleston, en Carolina del Sur. Después de varias semanas en el mar, el 993 ha llegado a tierra en Estados Unidos. Anthony se reúne con él a 6.500 kilómetros de su casa. Lo primero que recuerda al subir al coche en el Sur Profundo, con el calor sofocante del verano, es que el aire acondicionado del 911 nunca ha funcionado bien.

Ese primer viaje desde Charleston hacia el interior es casi insoportable. Un intento de recargar el sistema con gas no produce ningún efecto. Mientras avanzan para cruzar en zig-zag Arizona, California, Nuevo México y Texas, parece que su única esperanza es lo que un viejo amigo llamó “el aire acondicionado de Dios": ventanas abajo y pie a fondo.

El comienzo de esta aventura épica les lleva a Nashville y Kansas, en ruta hacia el Monte Rushmore. Las largas horas al volante se ven compensadas por la capacidad del 993 para mantener cómodamente 3.000 rpm y, también, por el precio más bajo del combustible en Estados Unidos.

993, Nashville, 2019, Porsche AG
Nashville.

Empezar bien temprano es casi un imperativo si se quiere disfrutar del aire fresco de la mañana y abarcar grandes distancias. A menudo la pareja recorre unos 1.200 kilómetros durante 12 horas al día. El Parque Nacional Badlands ofrece escenarios increíbles, entre los que destacan las sinuosas carreteras a través de las Montañas Rocosas sobre Denver, que son un desafío para todo amante de la conducción.

Todo iba bien hasta que un fuerte olor a combustible comienza a impregnar el habitáculo. Apenas llevan una semana de viaje y Anthony decide llamar al  servicio técnico de Porsche en Albuquerque, que modifica su agenda de trabajo para poder atender la avería del 993. El responsable parece ser un inyector defectuoso que no puede repararse en el momento y que obligaría a esperar un cierto tiempo para recibir el recambio nuevo.

993, 2019, Porsche AG

Anthony propone que anulen el inyector que no funciona y continuar a Palm Springs, donde la pieza podría llegar a tiempo una semana después para así poder llevar a cabo la reparación necesaria. El plan funciona y el 911, con poca fuerza pero prácticamente libre de fugas, continúa su camino. Eso sí, ahora equipado no con uno, sino con dos extintores a bordo por lo que pudiera pasar.

993, Ruta 66, 2019, Porsche AG
Ruta 66.

La pareja opta por seguir una ruta corta hacia Palm Springs, a través de Sedona y la Ruta 66. El calor en el interior del coche sin aire acondicionado y el ligero olor a gasolina que hay de fondo son recordatorios continuos de que las cosas no están del todo bien. Pero el 993 sigue devorando kilómetros, subiendo hasta más allá de 1.000 metros de altura en las Montañas Negras y atravesando el valle de Mohave, hasta llegar a su salvación en el servicio oficial de Porsche en Palm Springs. 

Con una semana por delante, en el taller tienen tiempo para solucionar el problema mecánico y, ya de paso, para realizar una inspección completa. Mientras tanto, Anthony y Renée reciben como vehículo de cortesía un Porsche Panamera que les hará la vida más fácil durante los días que no disponen de su 911. El contraste en tamaño, comodidad y tecnología es increíble. La berlina de Porsche se plantea como el perfecto acompañante para una semana de lujo que le permite a la pareja cargar pilas para poder seguir su camino.

Panamera, 2019, Porsche AG
Gama Panamera (G2): Consumo de combustible combinado 10,6 – 8,3 l/100 km; emisiones combinadas de CO₂ 243 – 190 g/km

Tan pronto como el 993 vuelve a tener todos sus cilindros activos y, por fin, el aire acondicionado en funcionamiento, los protagonistas de esta historia se lanzan al asfalto de las mejores carreteras de California. En la famosa autopista "Palms to Pines" se les unen brevemente otro 993 y un Boxster GTS. El espíritu de Porsche está en todas partes.

993, 993, Boxster GTS, 2019, Porsche AG

Los termómetros superan los 45 grados en California y el aire acondicionado comienza a fallar de nuevo, para preocupación de Anthony y Renée que, poco a poco, empiezan a desanimarse. De camino al este, en dirección Tucson y casi rozando la frontera entre México y Texas, la conducción es una batalla constante contra el calor y la deshidratación. Los parques nacionales de Saguaro y Big Bend distraen a conductor y acompañante con sus desafiantes tramos. También lo hace el contacto ocasional con las fuerzas del orden de la zona. El día va pasando y de Texas llegan a Louisiana y al relativo respiro de Nueva Orleans y el Mississippi.

993, Big Bend, 2019, Porsche AG
Big Bend.

Esta aventura es el testimonio de un 993 con 22 años y de cómo Anthony y Renée fueron capaces de sobrevivir a los increíbles desafíos de la conducción en situaciones de calor extremas, casi inimaginables. Al término del viaje, tras haber cruzado gran parte de EE. UU., habían recorrido unos 13.000 kilómetros en menos de dos meses. Dejando a un lado ese inoportuno inyector y un aire acondicionado que no siempre quería enfriar, el coche se comportó de forma impecable.

993, 2019, Porsche AG

Información

Puedes leer el blog completo de Anthony y Renée aquí. En él también ofrecen recomendaciones de sitios donde comer y alojarse a lo largo de la ruta. Es una guía valiosa y un cuento heróico. Inspiración para todos nosotros…

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