Cameron Healy avanza por una tranquila carretera secundaria del noreste de Francia para hacer realidad una idea madurada durante 13 años: llevar a Le Mans el primer Porsche que participó en las 24 Horas y logró la victoria en su categoría.
Para Healy, el viaje empezó realmente hace 30 años, cuando el empresario y coleccionista de Porsche visitaba un evento en el norte de California. "Todo comenzó en 1993, en lo que entonces se llamaba las carreras históricas de Monterrey", cuenta Healy. "Un pequeño roadster rojo me paró en seco. Nunca había visto un 356 de Gmünd. Además era descapotable y no conocía su origen".
Resultó que su propietario, Chuck Forge, tampoco lo sabía. Siguió exhibiéndolo y conduciéndolo hasta su fallecimiento, en 2009. Entonces, Healy pudo adquirir ese inusual 356.
En los círculos de coleccionistas se había rumoreado que este coche, con carrocería de aluminio, podría haber sido uno de los tres ejemplares que Porsche inscribió en la edición de 1951 de las 24 Horas de Le Mans. Pero hacía tiempo que había desaparecido cualquier prueba física evidente que lo sostuviera. En 1952, el importador californiano de Porsche, John von Neumann, había recortado el techo del coche para ahorrar peso. También había sido reparado y repintado, lo que eliminó casi por completo cualquier rastro de su origen.
El ganador de su categoría en Le Mans de 1951
Healy se embarcó en una exhaustiva restauración. Contrató a Rod Emory, renombrado experto en 356 y amigo íntimo, para completar el trabajo. Ambos llevaron a cabo un examen de la carrocería que, combinado con cinco años de minuciosa investigación, logró demostrar sin lugar a dudas que el coche de Healy era en realidad el chasis 356/2-063: el ganador de su categoría en su debut en Le Mans en 1951.
A partir de este descubrimiento y tras la finalización de una exigente restauración según las especificaciones originales del SL de 1951, Healy y Emory pudieron hacer realidad una idea que habían barajado desde el principio: devolver el 063 a Le Mans.
Llevar el coche de vuelta a Le Mans y cumplir un sueño
"La idea se remonta a cuando adquirí el coche", explica hoy Healy. "Rod y yo acabábamos de empezar a quitarle la pintura para iniciar la restauración y ya hablábamos del sueño de volver a llevar el coche a Le Mans algún día. En noviembre de 1951 había sido enviado a Estados Unidos y, desde entonces, permaneció en California. Volver al circuito y dar una vuelta de honor se convirtió en nuestro objetivo, aunque era una meta muy remota porque aún no habíamos demostrado que fuera el coche de Le Mans. Pero al coincidir el centenario de Le Mans y el 75º aniversario de Porsche, quedó claro que 2023 era el año en que tenía que volver".
Al comienzo de lo que se ha convertido en una extensa gira europea para Healy y su 356, el coche fue enviado a Zuffenhausen y pasó tres semanas expuesto en el Museo Porsche. Allí, Healy comenzó a investigar la ruta exacta que siguieron lo coches cuando fueron desde Stuttgart a Le Mans, en el verano de 1951.
El archivo de Porsche reveló un sencillo itinerario creado por los técnicos encargados de ir a la carrera, con todas las ciudades por las que pasarían. Healy encontró un mapa de carreteras de principios de los años cincuenta que le permitió trazar la misma ruta. El último martes de mayo, partió una vez más desde Stuttgart hacia la Sarthe.
Una ruta desde Stuttgart a Le Mans semejante a la de 1951
"Recreamos la ruta con la mayor precisión posible", prosigue Healy. "Teníamos todas las ciudades por las que planearon pasar, así que pudimos trazar el recorrido que probablemente utilizaron, antes de que existieran las autopistas. Tuvimos que adivinar un poco, buscar los caminos más directos entre ciudades y hacer lo posible por recorrerlos". Los documentos dicen que, en 1951, los conductores tuvieron dos días para hacerlo. Habiendo conducido yo mismo la ruta por esas pequeñas carreteras, me asombra que lo consiguieran. Turvieron que hacer jornadas muy largas al volante".
Cuando Healy llegó a Le Mans, se dirigió directamente al pequeño pueblo de Teloché y al famoso garaje de la "Rue du 8 Mai" que Porsche utilizó como cuartel general durante dos décadas. Desde allí, el coche fue trasladado al Museo de las 24 Horas para formar parte de una exposición especial de 80 ganadores absolutos y por categorías de los 100 años de la carrera más dura del mundo.
"Fue muy significativo llegar a Le Mans", dice Healy. "Aquella victoria en 1951 contribuyó a situar a Porsche en el mapa mundial del automovilismo y le proporcionó un gran reconocimiento desde el principio. Este coche ayuda a contar la historia de Porsche".
El chasis 356/2-063 estuvo expuesto en el Museo de las 24 Horas antes del fin de semana de la carrera y dio unas vueltas de exhibición previas al comienzo de la prueba, con Healy al volante. También participó en Le Mans Classic, a finales de junio, antes de aparecer en el Festival de la Velocidad de Goodwood (Reino Unido), en julio. Sigue su viaje en Instagram aquí: @46slroadtolemans.