No es de extrañar que alguien nacido a solo siete kilómetros al este del circuito de Zandvoort se convirtiera en piloto de carreras. Pero que ejerciera su profesión con tanto éxito como para ser apodado el "mejor piloto holandés del siglo XX" es tan extraordinario como el propio hombre: Jonkheer Gijsbert van Lennep, "Gijs" para abreviar. Nació a las afueras de Bloemendaal, en Aerdenhout, el 16 de marzo de 1942. Hoy cumple 80 años.
El destacado piloto comenzó su incomparable carrera en un Volkswagen Escarabajo, en Zandvoort, naturalmente. En 1965, consiguió su primera victoria "en casa" con un Porsche 904. Tras otros éxitos con varios Porsche 906, 908/2 y 911, ganó la Porsche Cup, organizada por primera vez por iniciativa de Ferry Porsche en 1970, un galardón que distingue al mejor piloto privado del mundo entre los que corren con la marca.
Ese mismo año tomaría contacto con el 917 KH en Le Mans, un vehículo privado del equipo AAW, propiedad del finlandés Antti Aarnio Wihuri, compartiendo el volante con el británico David Piper. Abandonaron en la vuelta 112, cuando van Lennep sufrió un reventón de un neumático a 320 km/h, del que afortunadamente saldría totalmente indemne. Sin embargo, el 917 siguió siendo un "fantástico coche de carreras, con un tacto como el de un kart muy potente" en su opinión. Y nadie lo condujo en más carreras que el holandés.
Gijs van Lennep, gentleman driver
En 1971, Van Lennep, un gentleman driver durante toda su ilustre carrera, tomó la salida en Le Mans con un 917 KH del equipo Martini Racing y triunfó junto a Helmut Marko. "Apenas teníamos frenos durante las últimas cinco horas. Pero una reparación nos habría costado el liderato", comenta hoy. También se acuerda de una comida demasiado copiosa durante una pausa: "Un bistec excesivamente grande. Fue una estupidez. Pero éramos jóvenes y no lo sabíamos". Nada de esto impidió que, junto a Marko, Van Lennep estableciera un récord de velocidad y distancia que se mantuvo durante 39 años.
Van Lennep sumó puntos en Fórmula 1, se hizo con el título europeo de la Fórmula 5000 y ganó la última Targa Florio, la famosa carrera por carretera de Sicilia, en 1973. Allí condujo un 911 Carrera RSR como piloto oficial de Porsche, junto al suizo Herbert Müller. Unas semanas más tarde, el dúo suizo-holandés consiguió un meritorio resultado en Le Mans con un cuarto puesto absoluto, ya que Müller y Van Lennep volvieron a competir con el 911 Carrera RSR cuando los prototipos de 3 litros dominaban la carrera.
En 1974, Gijs van Lennep volvió a participar con el equipo oficial en Le Mans, junto con Herbert Müller, en el modelo de producción 911 Carrera RSR Turbo 2.1. La primera participación en Le Mans de un Porsche turboalimentado se saldó con un sorprendente segundo puesto en la general. Tras una victoria en su categoría en 1975 con un 911 Carrera RSR privado, Van Lennep logró un nuevo éxito en 1976, cuando él y Jacky Ickx llevaron el Porsche 936 hasta el primer puesto en su primera carrera de 24 horas. Fue también la primera victoria de un coche con motor bóxer turboalimentado en Le Mans y no sin dificultades: la salida del radiador de aceite tenía una fuga y el aire caliente acababa en los pies de los pilotos.
Después de esa victoria, y para pesar de sus muchos seguidores, Gijs van Lennep asumió que "lo mejor es dejarlo cuando se está en la cima" y puso fin a su extraordinaria carrera como piloto. Hoy el icono holandés sigue siendo embajador de Porsche y un invitado bienvenido en eventos automovilísticos de todo el mundo.