Mission R: una visión futurista con el ADN de Porsche

El Mission R es la última visión de Porsche. Con este prototipo de un coche eléctrico para carreras de GT, el pionero de la movilidad sostenible muestra cómo podrían ser en el futuro los vehículos de competición para clientes. Aquí, una ojeada a su parte exterior.

"Cada Porsche tiene que ser claramente reconocible como tal. Muchos de los elementos que contemplamos en estos estudios acaban llegando a los coches de producción, también en los de competición. Además, nuestros vehículos de carreras para clientes siempre se basan en modelos de producción", explica Michael Mauer, Director de Diseño de Porsche. "Lo que esto significa en el caso del Mission R es la enorme cantidad de detalles que insinúan un futuro modelo de producción y eso, por supuesto, también es ¡pura competición!".

A primera vista, su proporciones extremadamente compactas son muy evidentes: tiene una longitud de 4.326 milímetros y una anchura de 1.990 milímetros. Como es característico en los coches de carreras, este vehículo eléctrico está muy cerca de la carretera (altura: 1.190 milímetros). La distancia entre ejes: 2.560 milímetros.

Mission R, boceto del prototipo, 2021, Porsche AG

El estrecho habitáculo reduce el área frontal y contribuye al excelente rendimiento eléctrico gracias a la menor resistencia al aire. En el borde del techo se han montado cámaras digitales que sustituyen a los espejos retrovisores convencionales.

El patrón de colores está dominado por el acabado satinado blanco Carrara metalizado, de serie en Porsche. En cambio, el capó y las aletas delanteras están pintados en un rojo metalizado de alto brillo. Este nuevo tono se extiende hasta las puertas, donde termina con una forma en punta. Los alerones son de color negro para proporcionar un mayor contraste.

Proporciones dinámicas

Gracias a las superficies transparentes del "exoesqueleto" del techo, la silueta del Mission R parece aún más plana de lo que es en realidad. El enfoque purista del diseño queda definido por el elegante habitáculo (la superficie acristalada), la línea del techo que se inclina bruscamente hacia la parte trasera (“flyline”) y los pronunciados hombros de las aletas. Al igual que el Porsche Cayman, el perfil de las ventanillas termina con un borde agudo en el pilar C.

Los pilares A son de color negro y funden visualmente las superficies de las ventanillas laterales en una sola unidad, que recuerda a la visera de un casco. Otro rasgo característico de Porsche es el parabrisas curvado, que se prolonga ligeramente en las esquinas. La forma sigue a la función: el conductor se beneficia de una mejor visibilidad panorámica.

Por debajo de la línea de cintura, el diseño es aún más técnico y funcional: al estrechar la zona de los umbrales de las puertas, la parte inferior de la carrocería resulta aún más eficaz. Al igual que el splitter delantero y el gran difusor trasero, los paneles de los bajos no están pintados para que las fibras naturales sean visibles. El Mission R monta llantas Cup de 18 pulgadas con un diseño de cinco radios dobles y tuerca central. Con deflectores de carbono pulido en negro de alto brillo, también están optimizados para el flujo.

Mission R, prototipo, 2021, Porsche AG

Hay deflectores delante y detrás de los pasos de rueda. Si se dañan como resultado del contacto con otros vehículos durante la carrera, se pueden sustituir rápidamente. Las flechas amarillas indican dónde se encuentran sus cierres rápidos. Otras partes funcionales a las que se debe acceder rápidamente también están identificadas con flechas amarillas: por ejemplo, palancas, pasadores y paneles, así como las conexiones de aire comprimido para el sistema de elevación, situadas en los pilares C. El módulo del techo recuerda el perfil de un submarino: entre otras cosas, incorpora un tubo pitot que mide la velocidad y una pantalla LED para indicar el estado de funcionamiento del sistema de alta tensión.

Emblema luminoso al estilo del Porsche eléctrico

Al estilo típico de Porsche, el capó delantero desciende entre las dos aletas fuertemente curvadas. Las grandes tomas de aire laterales, cada una con tres rejillas, el splitter delantero con su mezcla visible de fibra natural y los faros LED planos dominan el frontal. Los grupos ópticos de cuatro elementos se basan en el diseño de los faros del deportivo eléctrico Taycan. Dos anillas de remolque como componentes alineados verticalmente unen visualmente el splitter delantero y el paragolpes. Como piezas funcionales, también están pintadas en amarillo.

La vista trasera está dominada por los dos componentes aerodinámicos: el difusor y el alerón de dos secciones, fabricado en carbono. Los diseñadores han integrado las luces de freno y lluvia en el perfil de los elementos verticales del alerón. Esto hace que sean fácilmente visibles para los conductores que les siguen, incluso sobre mojado.

En la parte trasera se encuentra la característica banda luminosa de Porsche. Consiste en un gran número de elementos verticales iluminados a la derecha y a la izquierda de las letras, que también se iluminan. Las anillas de remolque de la parte trasera están resaltadas en color, algo habitual en los coches de carreras. Lo que las hace especiales es que se han integrado perfectamente en la estructura de soporte del vehículo. La conexión de carga de la batería se encuentra en el centro de la luneta trasera, detrás de una tapa.

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