A través de un proyecto piloto interdepartamental, Porsche quiere ir más allá en el área de la refabricación de componentes con el objetivo de hacer una contribución cada vez mayor a la sostenibilidad. Al reacondicionar piezas defectuosas para convertirlas en recambios funcionales, que terminan siendo “como nuevos”, la compañía pretende ayudar a conservar los recursos durante el ciclo de vida del producto.
La refabricación se integrará en los procesos de desarrollo de Porsche con el fin de tener en cuenta los requisitos específicos de reutilización de componentes seleccionados desde las fases más tempranas.
Reacondicionamiento de piezas para vehículos antiguos y actuales
Algunos componentes defectuosos pertenecientes a diferentes modelos ya están recibiendo una segunda vida. Se engloban en 20 grupos diferentes, entre los que se incluyen cajas de cambios, sistemas de navegación, motores de arranque y alternadores, por citar algunos ejemplos. La máxima es la siguiente: el componente refabricado debe cumplir los mismos estándares de calidad y seguridad que una pieza nueva comparable.
“La refabricación es un campo de futuro importante para Porsche”, afirma Albrecht Reimold, miembro del Consejo de Dirección de Porsche AG como responsable de Producción y Logística. “Por un lado, nos ayuda a cumplir con nuestra responsabilidad con el medio ambiente y también con nuestra aspiración de conservar los recursos; por otro, nos permite ofrecer a nuestros numerosos clientes de vehículos clásicos y antiguos una buena disponibilidad de piezas de repuesto a largo plazo. Queremos aumentar aún más la proporción de componentes aptos para refabricar en el futuro”, explica Reimold, que también es el mentor de sostenibilidad en el Consejo de Dirección.
Los concesionarios de todo el mundo solicitan específicamente componentes defectuosos para los que existe un proceso de reacondicionamiento, que se almacenan de forma centralizada en la nave de recambios de Porsche en Sachsenheim. Desde allí, las piezas se transfieren a plantas de refabricación especializadas, a menudo los fabricantes originales de los componentes, donde se limpian, desmontan y someten a pruebas exhaustivas. Aquellos elementos que ya no sirven se reemplazan por otros nuevos, mientras los que son completamente funcionales se reutilizan. Después de un reensamblaje profesional, los componentes reacondicionados se someten a las mismas pruebas de calidad y seguridad que las piezas de repuesto recién producidas. Luego se ofrecen de nuevo a los concesionarios Porsche.
La refabricación proactiva será parte integral del desarrollo de vehículos
Porsche trabaja incesantemente para aumentar la proporción de componentes aptos para la refabricación. En este momento ya se han identificado nuevos grupos de componentes con un gran potencial, entre ellos, sistemas de iluminación, accionamientos eléctricos para alerones y otras unidades de control electrónico.
Basándose en los ejemplos de éxito hasta la fecha, Porsche persigue ahora el objetivo de integrar firmemente el reacondicionamiento de componentes en los procesos de desarrollo. El plan es integrar la capacidad de refabricación de manera permanente a medio plazo. Además, las piezas obtenidas deben ponerse a disposición de los concesionarios en una fase aún más temprana del ciclo de vida del vehículo.
Con este enfoque, Porsche aspira a reducir el impacto medioambiental de los coches a lo largo del ciclo completo, desde la extracción de la materia prima hasta el final de su vida útil. Los cálculos iniciales prevén que la refabricación de componentes usados puede reducir las emisiones de gases de efecto invernadero hasta la mitad en comparación con la producción de piezas nuevas. Además, se puede lograr un ahorro de material de hasta el 80 % en comparación con una pieza nueva similar.
Economía circular en Porsche
Porsche se esfuerza por hacer un uso responsable y conservador de las materias primas y los componentes empleados en sus vehículos. Con su estrategia de economía circular, la compañía quiere promover el uso de materiales más sostenibles, así como ciclos cerrados a lo largo de la cadena de valor del vehículo. Aquí se incluyen, entre otros, el reciclaje de las baterías de alto voltaje, la prevención de residuos y la refabricación de componentes.