Brands Hatch no es ajeno a las hazañas históricas de Porsche en carreras de resistencia. En abril de 1970, un 917 en manos de Pedro Rodríguez y Leo Kinnunen ganó la carrera de 1.000 kilómetros bajo la lluvia por una increíble diferencia de cinco vueltas. Y, en julio de 1984, Porsche ocupó los seis primeros puestos en la misma prueba, con la victoria del 956 de Jan Lammers y Jonathan Palmer.
En diciembre, dos Taycan acumularon la impresionante cifra de 13 récords tras cubrir una distancia de 1.000 kilómetros en el célebre circuito británico. Motorsport UK certificó cada uno de esos récords. Afrontaron este esfuerzo maratoniano un Taycan 4S y un Turbo S, ambos de serie. Al volante, pilotos como la leyenda de Le Mans Richard Attwood, el ex piloto de Fórmula 1 y de Porsche Jonathan Palmer, el campeón de la Porsche Carrera Cup GB 2020 Harry King y el campeón de la Porsche Sprint Challenge GB 2020 de las Islas Caimán, James Dorlin.
La prueba comenzó a las 7:00 de la mañana y terminó a las 20:00, lo que significa que pasaron muchas horas rodando en Brands Hatch en completa oscuridad. Al igual que en la carrera de 1970, la lluvia intermitente y los fuertes chubascos hicieron que la superficie de la pista estuviera siempre húmeda, pero el equipo estelar de pilotos experimentados, que completaron dos o tres tandas de unos 90 minutos, demostró estar a la altura del desafío.
Los récords empezaron a caer rápidamente. En la categoría de "coches eléctricos de más de 1.000 kilogramos", el Taycan 4S se hizo con los récords de tiempo empleado con salida en parado para recorrer 50 kilómetros, 50 millas, 100 km, 500 km, 500 millas y 1.000 km, además del récord de distancia recorrida en una hora, también con salida en parado: 98,192 km.
Al mismo tiempo y en la misma categoría, el Turbo S se adjudicó los récords de tiempo empleado para recorrer 200 kilómetros, 100 millas y 200 millas con salida en parado, además de los récords de distancia recorrida en tres horas (252,356 km), seis horas (450,065 km) y 12 horas (915,762 km), siempre con salida en parado.
Unos 50 años después de subir al podio en los 1.000 Kilómetros de Brands Hatch con el 917, Attwood volvió al circuito para unirse a la alineación de pilotos en un Taycan 4S decorado en homenaje al equipo Porsche Salzburg. Y, 36 años después de su famosa victoria, Palmer condujo un Taycan Turbo S con colores que recordaban a los de su propio coche de 1984.
La falta de adherencia y la necesidad de conservar la carga exigían que los pilotos trazaran las curvas lo más rápidamente posible. De esa forma, se reducía la pérdida de energía que se produce al frenar y volver a acelerar. Attwood y Palmer, acostumbrados a este tipo de gestión de la energía por su experiencia en carreras de resistencia, pudieron transmitirla a la siguiente generación, King y Dorlin. En las últimas vueltas, ambos coches consiguieron un ahorro de energía de alrededor del 5% por vuelta, gracias a que afinaron la técnica de conducción.
El evento puso a prueba las cualidades del Taycan de una forma particularmente difícil. También por las estrictas normas que se aplicaron para garantizar el cumplimiento del distanciamiento social. Sin embargo, la arquitectura de 800 voltios del Taycan permite un alto rendimiento constante, disminuye el peso y reduce el tiempo de carga. Una potencia máxima de carga de 270 kWh también hace posible que la Performance Battery Plus de 93,4 kWh pase del 5 al 80 por ciento de capacidad en solo 22,5 minutos en condiciones ideales, algo crucial para este intento de récord.
La sofisticada gestión térmica del Taycan demostró ser otra baza importante a la hora de recargar. El sistema inteligente y altamente eficiente utilizado para enfriar y calentar los componentes de alto voltaje evita posibles pérdidas de potencia por exceso de calor, además de optimizar la batería antes del proceso de carga. A pesar de una temperatura ambiente de solo ocho grados en Brands Hatch y del calor generado por la conducción constante a velocidad alta, la temperatura de la batería estuvo siempre dentro del rango adecuado.
En el transcurso de los 1.000 kilómetros, el Taycan 4S pasó un total de tres horas y tres segundos entrando o saliendo de la zona de carga y cargando, con un total de seis paradas. De media, cada parada duró unos 30 minutos y ambos coches se cargaron cada vez desde un 5 por ciento hasta un 85 por ciento.