Dieter Röscheisen, antiguo piloto de pruebas de Porsche, técnico y talento organizativo con buenas dotes para la fotografía, ha recopilado en un documento de 178 páginas fotos con comentarios y notas al pie. Muchas de ellas las tomó Wolfgang Schmierer, que trabajó para Porsche frecuentemente. Todas son del mismo tema: las pruebas de invierno en el puerto de Turracher Höhe, en Austria, entre 1961 y 2001. Allí aparecen nombres históricos de Porsche como Linge, Bott, Köfler, Falk, Hecht, Clausecker o Steckkönig. Pero también otras personas menos conocidas que fueron importantes entonces y que, gracias a este material, nunca serán olvidadas.
Turrach: un pequeño pueblo de Austria
En la década de 1950, los deportes de invierno aún no se habían afianzado en los Alpes de Gurktal, un paisaje con picos de 2.000 metros. La carretera del puerto de Turracher Höhe es famosa por sus curvas cerradas y sus desniveles. Klaus-Peter Köfler, empleado de Porsche, conocía la zona, ya que nació y creció en Spital. Fue él quien propuso este lugar y Ferry Porsche se puso en contacto con el principe de Schwarzenberg, que era amigo suyo. La todavía joven empresa Porsche necesitaba una zona muy tranquila, en contraste con el paso del Grossglockner, para probar el 356 con neumáticos de invierno y cadenas para la nieve. Como siempre, buscaba la mejor opción en el sector de neumáticos, en constante progreso. El príncipe de Schwarzenberg ofreció a su buen amigo Ferry Porsche la oportunidad de llevar a cabo estas pruebas en sus carreteras forestales privadas, cerradas al tráfico. Y todo ello de forma gratuita. "Esta es mi contribución a la seguridad vial", afirmó.
Compraron neumáticos para probarlos, los cargaron en el furgón Opel para las carreras y se pusieron en marcha. Bott, Falk, Köfler, Benzinger, Kopp y Linge se apuntaron a la expedición a Turrach. La primera semana de enero de 1961, se reunieron en el hotel Zirbenhof con la familia Kranzelbinder. El propietario tenía un soplador de nieve con el motor de 30 CV de un Escarabajo. Con él creó una pista de pruebas junto al lago Turrach. La empresa RUD de cadenas para nieve también había proporcionado equipos de prueba. Y así recorrieron las carreteras de los puertos, prácticamente imposibles de transitar en invierno sin cadenas. Todos los años llegaban, siempre en la primera semana de enero, con un camión lleno de neumáticos con las últimas novedades en banda de rodadura y en compuesto de goma de Continental, Michelin, Bridgestone/Firestone, Dunlop, Pirelli y, más tarde, también Yokohama.
El regreso de los viejos amigos
Turrach pronto se convirtió en un lugar especial, porque el aislamiento estrechaba los lazos en el equipo, que iba creciendo y madurando. Se sentaban juntos por las tardes, jugaban a las cartas o hablaban de asuntos personales. Pero, al volante y al trabajar en los coches, imperaba una férrea disciplina. Con cronómetros y cuadernos primero, con aparatos electrónicos de medición y ordenadores después, se analizaban los neumáticos en escalas de décimas segundo. Como dijo Jürgen Pippig en 1985 en la revista Christophorus: "Cuando el equipo Porsche acude a Turrach para realizar pruebas, cada mes de enero, es algo más que un simple programa de test: es como una reunión de viejos amigos".
No obstante, el lugar de ese encuentro cambió. En vez del Zirbenhof, el Schlosshotel Seewirt se convirtió en su nuevo hogar. El equipo de pruebas creció y la capacidad del anterior hotel ya no era suficiente. El tiempo tampoco se detuvo en otros aspectos. Se asfaltó la carretera del puerto y eso hizo que el tráfico aumentara cada vez más, el turismo descubrió la antaño solitaria región. Se construyeron hoteles alrededor del lago Turrach, de modo que los intentos de preparar el hielo, que normalmente tenían lugar por la noche, perturbaban la paz y la tranquilidad. En 1972, el equipo Porsche decidió cambiar al más remoto lago Falkertsee, donde se las arreglaron para continuar con el trabajo.
La gama crece
La variedad de modelos fue en aumento. Además del 356 y el 911, llegaron el 914, los modelos Transaxle y el 959. No solo se examinaban los neumáticos para coches de serie, también para los de competición; por ejemplo, para el Rallye de Montecarlo. El virtuoso del volante Walter Röhrl era un invitado especial.
Los fabricantes de neumáticos se tomaron muy en serio las pruebas de Porsche. Enviaron técnicos y se llevaron mucha información, que incorporaron al proceso de desarrollo. Tras las pruebas de Turrach, Walter Röhrl y Herbert Linge sabían lo que podían soportar los últimos diseños de ruedas y lo que no. Los vehículos Porsche, algunos ya con tracción total, eran capaces de superar rampas de hasta el 32 %. La evolución fue impresionante: en 1961 había neumáticos diagonales con dimensiones de 5,60 - 15. Con el cambio de milenio llegaron compuestos de alta tecnología y medidas hasta 265/35 R 18, en ruedas que estaban homologadas para rodar a 240 km/h a pesar de ser de invierno. De unas pocas unidades para probar, el número creció hasta 40 y todas aquellas gomas tenían que pasar por el programa de pruebas. Un gran esfuerzo que no siempre daba los resultados esperados. Con el paso de los años, era menos segura la presencia de la nieve y eso dificultaba la planificación. Por ello, Porsche decidió, con gran pesar, trasladarse de Carintia y Estiria a Suecia y Finlandia, en el extremo norte. Las últimas pruebas invernales en Turrach tuvieron lugar en 2006.
Información
Artículo publicado en el número 28 de la revista Porsche Klassik.
Texto: Thorsten Elbrigmann
Fotos: Archivo Dieter Röscheisen, Wolfgang Schmierer
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