Poco después de las cinco de la mañana empieza el bullicio. Aunque todavía nadie sabe exactamente qué va a pasar dentro de una hora, ya hay mucha gente en las calles de la localidad turca de Göreme. Bien abrigados, beben té, comprueban el estado de la batería de sus móviles y esperan la señal.
Ha nevado en Capadocia, y eso complica el plan. Cuando el cielo se ilumina lentamente sobre la región, en Anatolia central, el termómetro marca nueve grados bajo cero. En el horizonte se perfila un paisaje volcánico con maravillosas formaciones rocosas. Es el primer anticipo de una zona que, según una antigua leyenda, servía de “patio de recreo de los dioses” y que hoy, con una fina capa de nieve similar al azúcar en polvo, se ve aún más maravillosa.
Nos referimos a las excepcionales formaciones rocosas de toba volcánica que brotan del suelo en Capadocia como si de un cuento de hadas se tratase y que recuerdan por sus formas a gorros de duende o setas gigantes. Se dice que hay cientos de miles. Los investigadores coinciden en que la naturaleza ha tardado milenios en crear esta obra de arte.
Los capadocios no solo admiraban estas rocas, sino que también vivían en ellas e incluso excavaron iglesias en su interior. Las construcciones en roca figuran en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1985.
El nuevo Porsche Macan 4S se dispone a demostrar su talento todoterreno en esta región turca. Para ello, viene equipado de serie con la tecnología más avanzada. Cada eje está propulsado por un eficiente motor eléctrico y, con el Launch Control activado, el sistema alcanza unas cifras de potencia y par de 516 CV (380 kW) y 820 Nm. Para minimizar todo lo posible el deslizamiento, el sistema electrónico controla casi en tiempo real la interacción de ambos motores eléctricos. Esto significa que el Porsche Traction Management (ePTM) distribuye la enorme fuerza en tan solo diez milisegundos, es decir, aproximadamente cinco veces más rápido que los sistemas de tracción total convencionales.
Aventura fuera del asfalto
Cuando los faros Matrix LED del Macan 4S iluminan las primeras rocas cerca de Göreme, el amanecer no tarda en llegar. Atıl Ulaş Cüce, guía experto de la región, nos lleva por caminos estrechos no asfaltados. Lleva casi treinta años mostrando a los turistas el paisaje fascinante del centro de Turquía. Atıl recuerda que entre ellos había algunos conductores de Porsche, pero ninguno se atrevió a adentrarse tanto en el terreno como lo hacemos nosotros hoy. Cuanto más se acerca el Macan 4S a las montañas, más exigente se vuelve la ruta. En algún momento, el camino se convierte principalmente en un conjunto de surcos y baches.
La expresión de Atıl delata una creciente preocupación, pero bastan dos clics en la pantalla central y su sonrisa vuelve a aparecer. Al activar el modo de conducción todoterreno, la tracción total se adapta a los caminos difíciles. Para ello, un bloqueo de diferencial virtual limita la diferencia de giro entre los ejes delantero y trasero para mejorar la motricidad. Además, la altura de la carrocería también se ajusta, aumentando en 20 o 40 milímetros en el nivel todoterreno especial.
Sumado a ello, el paquete Off-Road hace que la parte delantera de nuestro vehículo alcance un ángulo de ataque de hasta 17,4 grados. Dentro del coche hay unanimidad: estas opciones 4x4 marcan un antes y un después. El Macan avanza ahora con soltura y sin esfuerzo. Desde los asientos delanteros vemos que los caminos se vuelven salvajes, pero no percibimos que el chasis o la tracción estén pasando ningún apuro.
Cuando suena el móvil de Atıl, llega la esperada señal: los globos aerostáticos van a emprender el vuelo. En un abrir y cerrar de ojos, el ambiente en el “patio de recreo de los dioses” cambia por completo. Aparcamos el Macan 4S en una colina y observamos cómo el valle se llena de todo tipo de vehículos. Entre ellos, antiguos coches todoterreno arrastran remolques alargados donde transportan las cestas de los globos. Por último, se ven unos descapotables estadounidenses de color rosa de los años 70 desfilando ordenadamente. En efecto, las travesías en globo se han convertido en la principal atracción turística de Capadocia. Sin embargo, hace mucho que los turistas no se limitan a disfrutar de unas vistas únicas, sino que a menudo intentan conseguir la foto perfecta.
Un Porsche y cien globos
Poco después, despegan los primeros veinte globos. Las llamas de los quemadores iluminan los artefactos voladores mientras se dibuja una imagen de postal de una belleza inenarrable. Se trata de un momento realmente mágico. Y, en medio de todo esto, el nuevo Macan 4S en verde Oak metalizado se muestra como un objeto del futuro. “Increíble, ¿verdad?”, pregunta Atıl con un brillo en la mirada. Después de tantos años en Capadocia, aún no se ha cansado de esta vista, y entendemos por qué.
El espectáculo dura aproximadamente una hora. Hoy vuelan alrededor de cien globos aerostáticos de los 170 autorizados oficialmente para despegar. Esta cifra suena gigantesca, y realmente lo es.
Se podría comparar con un enjambre de abejas buscando néctar en una planta, todas al mismo tiempo. Seguimos con la mirada una de las esferas de color hasta su lugar de aterrizaje. La ruta atraviesa el paisaje rocoso, donde las piedras puntiagudas se erigen como observadores y guardianes silenciosos de Capadocia.
“Antes de que empezaran con los globos, hacía senderismo aquí con los turistas”, cuenta Atıl mientras nos muestra el camino. “Algunos siguen haciéndolo, otros solo vienen por los globos. Los tiempos cambian, ahora lo que se lleva es volar”.
Çağlar Aksoylu aterriza la cesta de su globo directamente sobre el remolque. Los 18 pasajeros vitorean y aplauden. Çağlar responde con una amplia sonrisa bajo sus gafas de sol de espejo. Este exjugador de baloncesto de 35 años lleva cuatro trabajando como piloto profesional. “También participo en el desarrollo de los globos, las cestas y los quemadores. Los fabricamos aquí, en la zona”, afirma con orgullo. ¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo? “Me permite flotar todos los días en una nube”.
La atracción parece haberse extendido por todo el mundo, así que la demanda local es enorme. ¿Cómo empezó todo? Atıl lo sabe bien. “A principios de la década de 1990, a un operador turístico alemán se le ocurrió la idea de volar en globo sobre Capadocia”, cuenta. Cuando expiró el contrato, el piloto de globos se quedó y siguió ofreciendo el servicio. Con el paso de los años, el interés fue creciendo y, con él, la oferta. Por fin, la llegada de las redes sociales catapultó la demanda.
El restaurante “Green Garden” parece el polo opuesto a esta evolución. Se encuentra en la pequeña localidad de Ayvali, a 20 minutos de distancia.
Durante el trayecto, el Macan 4S muestra su faceta más suave, con una conducción silenciosa y extremadamente cómoda. Esto se debe principalmente a la eficaz regulación de la suspensión PASM que, gracias a la tecnología de dos válvulas, controla de forma individualizada la extensión y la compresión, lo que permite pasar en un abrir y cerrar de ojos de la máxima deportividad al confort más elevado y viceversa.
Otra característica destacada es la dirección del eje trasero, disponible por primera vez en el Macan, con un ángulo de giro de hasta cinco grados. La mayor agilidad se nota sobre todo en conducción dinámica, ya que la relación de dirección en el eje delantero es un 15 % más directa. No obstante, la parte trasera direccional también ayuda en el tráfico urbano y al maniobrar, ya que las ruedas posteriores giran en sentido contrario a las delanteras hasta a 80 km/h.
Güler Gürbüz sonríe de oreja a oreja cuando entramos en su restaurante de cocina tradicional donde destaca, por encima de cualquier otra cosa, su horno al aire libre revestido de terracota. Atıl está seguro de que solo quedan dos restaurantes así en toda la región. Con este tipo de cocción, la carne queda especialmente suave y tierna.
Después de reponer fuerzas, Atıl propone visitar un barranco que es muy pintoresco. Se baja por un sendero abrupto con la anchura justa para que quepamos. En las imponentes paredes rocosas hay un número de teléfono. “Es de un servicio de grúa, por si alguien se queda atascado con un coche de alquiler. A más de uno le ha pasado”, explica el guía. El Macan 4S supera el camino sin esfuerzo tanto hacia abajo como hacia arriba.
Carga sin estrés
Al final del día, regresamos tranquilamente a Göreme. Toda la emoción de la mañana se ha desvanecido. Los turistas disfrutan felices en los numerosos restaurantes que hay en la zona. El Macan se dirige a una de las pocas estaciones de carga de la pequeña localidad. La batería de alto voltaje, con una capacidad bruta de 100 kWh, todavía está al 45 %. Gracias a su sistema de 800 V, el SUV podría pasar del 10 al 80 % en solo 21 minutos en un punto de carga rápida. Pero aquí, en Göreme, la potencia es de 10,9 kW. No pasa nada, hoy ya no vamos a conducir más y lo cargaremos sin prisa durante la noche.
Nuestra última cita está a tres minutos a pie, subiendo la montaña. Allí nos espera Zehra Daşdeler, que se ha hecho cargo del hotel de su padre. Y no es un hotel cualquiera: el Amber Cave Suites tiene una ubicación pintoresca y ofrece a sus huéspedes habitaciones en “chimeneas de hadas”, es decir, las rocas puntiagudas en las que los capadocios excavaron antiguamente sus casas. Allí se duerme en una acogedora cueva sin renunciar a las comodidades de un buen hotel. El ambiente es elegante y exclusivo. Zehra regenta el negocio con mucho cariño.
Cuando creció aquí, el turismo y la propia vida eran mucho más tranquilos. “Antes, la gente venía una o dos semanas, ahora se quedan una o dos noches. A muchos les basta con unas cuantas fotos para Instagram, pero eso también va a volver a cambiar”.
Sus palabras resuenan en nuestra mente mientras continuamos el viaje de descubrimiento hacia el siguiente amanecer. La batería del Macan 4S está bien cargada y el modo de conducción todoterreno activado.
Tenemos tiempo, así que nos dejamos llevar. Atıl nos guía hacia una ruta para coches donde el sol sale entre las rocas al amanecer. Así es la magia de Capadocia, el “patio de recreo de los dioses”.
Información
Artículo publicado en el número 415 de Christophorus, la revista para clientes de Porsche.
Texto: Dani Heyne
Fotos: Philipp Rupprecht
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