Los inviernos en Canadá no son para cualquiera. Las temperaturas caen en picado, las noches son largas y las nevadas se miden por metros. Para Manuel Ratke, trabajador de Porsche en Toronto, la llegada de las pasadas vacaciones de Navidad le planteaba un dilema: quedarse en casa a menos 10 °C o buscar un lugar un poco más acogedor para él y su esposa.
Ratke tiene amigos y antiguos compañeros de trabajo en Miami, uno de los cuales invitó a la pareja a pasar allí las fiestas. “Así que teníamos un lugar donde quedarnos y solo debíamos averiguar cómo llegar”, explica. Esta escapada invernal es un fenómeno tan común entre los canadienses, que se han ganado el apodo de “snowbirds”. Los Ratke habían decidido convertir unas simples vacaciones en un viaje por carretera inolvidable, pero tenían un gran reto por delante, ya que su coche era un Taycan 4S.
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Hasta hace poco tiempo, la simple idea de hacer un viaje de ida y vuelta de casi 5.000 km en un coche eléctrico era una locura. Pero no para Ratke, que conoce los notables avances del Taycan en cuanto a autonomía y carga.
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“Aunque fue mi primer gran viaje por carretera en un vehículo de batería, no estaba nada preocupado”, sonríe. “Conduje el Taycan de primera generación durante unos 18 meses y nunca tuve ningún problema. Ahora, con la segunda generación, ha aumentado la autonomía y además ha crecido la red de cargadores. Realmente no había nada que temer”.
Ratke pidió consejo a sus colegas de Porsche antes de planificar la ruta para que no se le escapara ningún detalle, desde el tráfico local hasta las condiciones estacionales. Pero incluso los planes mejor organizados quedan a merced del clima, y la ruta hacia el sur sería inolvidable en más de un sentido.
“En invierno la meteorología en las cercanías de los Grandes Lagos y los Montes Apalaches puede ser muy dura e impredecible”, comenta. “Por esa razón, decidimos tomar la I-70 y la I-95 vía Washington D. C. Sin embargo, el tiempo fue mucho peor de lo esperado. Cuando cruzamos la frontera, los funcionarios nos informaron de que algunas carreteras estaban cerradas debido a una fuerte tormenta de nieve. Después de unos pocos kilómetros, nos encontramos en medio de ella, con grandes precipitaciones y poca visibilidad. Tal era la situación, que el gobernador declaró el estado de emergencia en la zona”.
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El medio de transporte elegido también llamaba la atención a su paso: “En la línea fronteriza nos preguntaron qué coche conducíamos. Cuando dije que era un Taycan, el deportivo 100 % eléctrico, me respondieron '¡Oh, buena suerte entonces!'. Todavía existe esa mentalidad con este tipo de vehículos. Pero la realidad es que con su tracción total y su generosa autonomía, unidas a los neumáticos de invierno que llevábamos montados, el Taycan 4S se planteaba como un compañero de ruta realmente apropiado para rodar por aquellas carreteras nevadas”.
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Debido a la tormenta, la pareja se desvió para hacer una parada no programada en Harrisburg, Pensilvania. Una vez superado lo peor, ya pudieron disfrutar durante el resto del viaje, admirando el impresionante paisaje y las sinuosas carreteras de Pensilvania, Virginia, Carolina del Sur y Florida, donde la temperatura era de 25 °C.
Los Ratke vivieron grandes momentos durante su viaje, entre ellos, un memorable almuerzo en una tienda amish en Lancaster (en claro contraste con la moderna tecnología del Taycan) y un paseo por el centro político de Washington D. C., con visita a la Casa Blanca incluida. Durante todo el trayecto, el Taycan se comportó a la perfección como un vehículo silencioso y cómodo, capaz de recorrer aproximadamente 400 kilómetros entre cargas en las partes más frías del viaje, llegando hasta los 650 kilómetros en el sur más cálido.
En su estancia en Florida, los Ratke y su Taycan aprovecharon al máximo el clima templado para recorrer el estado. Esa excursion de ida y vuelta, de 523 kilómetros, se completó sin recargar y con 80 km de autonomía restante al llegar. Finalmente regresaron a casa por una ruta diferente, pasando por el oeste a través de Georgia, Kentucky y Ohio antes de desviarse de nuevo al este, hacia el lago Erie y su hogar. Cuando llegaron a Toronto, el coche había recorrido unos 6.500 km y había registrado una impresionante media de consumo de 21,3 kWh/100 km.
Ratke sigue hablando con entusiasmo de la relativa simplicidad de emprender un viaje así en un coche eléctrico. Destaca la velocidad de carga del nuevo Taycan 4S que, con la batería Performance Plus, puede pasar del 14 al 73 por ciento en solo 15 minutos. Pero, sobre todo, ensalza las virtudes ocultas del Taycan como coche para recorrer grandes distancias: “En el camino de vuelta recorrimos 1.465 km en un día. La comodidad, el comportamiento y las prestaciones, junto con los sistemas de asistencia a la conducción y el de información y entretenimiento, hicieron de la ruta una experiencia inolvidable. El Taycan es realmente el gran turismo perfecto”.