El milagro azul: Alois Ruf y su Porsche 901

Cuando era niño, Alois Ruf se cruzó con un Porsche 901 y ese momento marcaría el inicio de una pasión para toda la vida. Hoy tiene en su propio garaje una unidad de este icónico modelo en color azul Enamel.

En abril de 1964, Alois Ruf quedó prendado de un Porsche que vio en la autopista A8 en Baviera, cerca de Günzburgo, a mitad de camino entre Múnich y Stuttgart. Alois tenía por aquel entonces 14 años y viajaba con su padre en un Opel Rekord, mientras veía la lluvia caer a través de su ventanilla. Como salido de la nada, apareció un vehículo azul a toda velocidad, envuelto en una nube gris, que dejó escuchar a su paso un breve pero intenso bramido.

Porsche 901, 2023, Porsche AG
Por su 19º cumpleaños, a Alois Ruf le regalaron el sexto ejemplar fabricado del Porsche 901, sin ser consciente de su azarosa historia. Casi 55 años después, aún sigue manteniendo este vehículo conocido internamente como “Quickblau”.

El joven Alois, suscriptor incondicional de la revista técnica hobby, lo reconoció de inmediato: tenía que ser el nuevo Porsche 2000 (así denominaba por entonces la revista al prototipo de Zuffenhausen). Solo fueron milésimas de segundo, pero supusieron el inicio de una profunda pasión que perdura hasta hoy. “Nos quedamos impresionados”, recuerda Ruf, hoy Director General del Centro de Servicios Porsche de Pfaffenhausen. “Era la primera vez que veía aquel Porsche. Y también la primera vez que lo escuchaba. ¡Qué locura!”.

La familia Ruf siente fascinación por la marca Porsche

Lo cierto es que antes de aquel encuentro en la autopista A8, Porsche era una marca que despertaba fascinación en la familia. A Alois le entusiasmaban los modelos de Zuffenhausen desde que su padre, mecánico con taller propio, llevó una vez a casa un Porsche 356. 

Algunos 356 más pasaron después por su local de reparaciones. Pero en el otoño de 1963, Porsche presentó un nuevo y atractivo modelo. Se trataba del 901, producido en serie a partir de la primavera de 1964 y lanzado al mercado en otoño de ese mismo año. Debido a asuntos legales, muy pronto cambió de nombre y adoptó para siempre la denominación 911.

En 1969, Alois Ruf padre le compró a su hijo por su 19º cumpleaños un 901 de segunda mano que estaba algo dañado porque había sufrido un accidente. “Me acababa de sacar el carnet de conducir y lo utilicé para hacer pruebas de mecánica y conducción”, recuerda. “El anterior propietario se quedó con el motor y nosotros decidimos instalarle el cuatro cilindros de un 912 en lugar del seis cilindros original. Mi padre consideraba que ese propulsor era más que suficiente para mí”.

Porsche 901, 2023, Porsche AG
Irrepetible: hay muchos detalles que demuestran que el 901 de Alois Ruf es un prototipo. Por ejemplo, el reloj situado en el tablero de instrumentos tiene todas las cifras. En el coche de serie solo llevaría los números 3, 6, 9 y 12. El acabado en barniz tampoco estaría disponible en el modelo de producción.

Durante los años siguientes, el primer deportivo de Ruf fue su objeto de admiración. Lo conoció a fondo y lo transformó estéticamente para que pareciera un 911 S. Sin embargo, tiempo después fue quedando apartado en el garaje. Durante una larga temporada en la que Alois concentró todos sus esfuerzos en establecer su propia empresa, aquel 901 cayó en el olvido. La restauración de su antiguo coche se fue postergando una y otra vez.

Alois Ruf, Porsche 901, 2023, Porsche AG
Cuando hace buen tiempo, Alois Ruf disfruta conduciendo su coche.
Alois Ruf, Porsche 901, 2023, Porsche AG
El prototipo de 901, en una sesión fotográfica en una antigua fábrica de ladrillos.
Porsche 911, Porsche 901, 2023, Porsche AG
El 901 frente a su sucesor, el 911.
Porsche 901, 2023, Porsche AG
Solo el “Quickblau” tenía este asidero en el pilar A. En la versión de serie se situó en un panel lateral.
Porsche 901, 2023, Porsche AG
Minimalista y funcional: así es el habitáculo del prototipo 901.

“Siempre había tenido claro que mi primer Porsche era una unidad muy antigua”, relata Ruf. “Muchos detalles le otorgaban el encanto de lo inacabado, de lo prácticamente improvisado”. Cuando por fin puso en marcha la restauración, ya en 2019, las personas implicadas en aquel trabajo se dieron cuenta inmediatamente de una cosa: ese ejemplar no encajaba en ningún esquema. “Era evidente que aquel coche había servido como prototipo para probar nuevas soluciones”. Entonces descubrieron el número de chasis 13326 y, bajo diversas capas, también la pintura original, denominada azul Enamel 6403. Todo indicaba que debía tratarse de uno de los escasos 901.

Alois Ruf, Aloisa Ruf, (i-d), Porsche 901, 2023, Porsche AG
Herencia de familia: también Aloisa, la hija de Alois Ruf, es una entusiasta de Porsche y del 901 de su padre, que está repleto de detalles característicos. Por ejemplo, la ventanilla trasera es fija.

Y así fue. En concreto, el sexto ejemplar fabricado, algo que se supo por su tablero de instrumentos, que era diferente al de las primeras cinco unidades y también la séptima. El hallazgo causó sensación. Hasta entonces, se creía que el número 6 había desaparecido.

El destino tiende una mano amiga

Sin su motor original de seis cilindros, aquella unidad estaba incompleta, así que empezó también la búsqueda de un propulsor bóxer proveniente de la fase inicial de pruebas. El azar me puso en contacto con el conserje de una escuela de formación profesional, quien me dijo que iba a llevar al desguace un antiguo motor Porsche de seis cilindros que se usaba en el centro para ilustrar las clases. Al enterarse de que yo restauraba modelos clásicos, me lo ofreció”. Aquel era el propulsor número 22 fabricado. No pertenecía al 901 que estaba en restauración, pero sí era un seis cilindros muy antiguo.

Poco a poco y tras una amplia investigación, se fue aclarando la historia del 901 de Alois Ruf. El coche, fabricado en septiembre de 1963, se bautizó en su momento como “Quickblau” y se usó al principio como vehículo de exposición. El 16 de octubre celebró su estreno en el Salón Earls Court de Londres; más adelante, en marzo de 1964, el coupé visitó el Salón del Automóvil de Ginebra. A continuación, el 901 número 6 pasó por el departamento de Desarrollo de Porsche, donde recibió un motor auténtico, dado que para las exposiciones montaba en la parte trasera una réplica de madera.

A partir de ese momento empezó a estar disponible para pruebas y se usó en tests de neumáticos en el circuito de Hockenheim, entre otros. Más adelante se convirtió en el coche de empresa de Ferdinand Piëch, quien, pasado un tiempo, lo vendió al legendario constructor de motores Hans Mezger por 7.500 marcos.

Porsche 901, 2023, Porsche AG
Original: Alois Ruf salvó del desguace el motor número 22 y lo restauró.
Porsche 901, 2023, Porsche AG
El regulador deslizante de la ventilación es otro detalle que solo se encuentra en el prototipo.

Mezger lo condujo durante dos años y lo vendió a finales de 1967, con 63.381 kilómetros, a un empresario que tenía una fábrica de autobuses en Fellbach, cerca de Stuttgart. A partir de aquí se va cerrando poco a poco el círculo, ya que este comerciante tuvo un pequeño accidente en un circuito en el verano de 1968 y se compró entonces un 911 nuevo. “Quickblau” volvía a estar a la venta y el mecánico Alois Ruf padre aprovechó la ocasión para regalárselo a su hijo por su 19º cumpleaños.

Medio siglo después, el antiguo 911 se identificó definitivamente como el 901 que se creía perdido. Y, quién sabe... ¡quizá fuera precisamente aquel coche que el joven Alois vio en su día en la autopista! Con el debido esmero se recurrió a todas las fuentes disponibles para volver a dejar el coche en su estado original. Llegaron incluso a ver vídeos en formato de 8 mm del archivo privado de Hans Mezger, para no perder ningún detalle.

Alois Ruf, Estonia Ruf, Aloisa Ruf, (i-d), Porsche 901, 2023, Porsche AG
Hoy, Ruf comparte su pasión con su esposa Estonia y su hija Aloisa. El coche pasa la mayor parte del tiempo en el museo de Pfaffenhausen (Suabia) y se expondrá por primera vez al público en el Concorso d'Eleganza Villa d'Este 2023 en Cernobbio (Italia).

El esfuerzo mereció la pena. “Aún me cuesta creer que precisamente este coche lleve casi 55 años en mi poder”, comenta Ruf perplejo. Pero hay también otra cosa que le ronda la cabeza al aficionado de Porsche. ¿Es posible que en aquel primer encuentro en la autopista bajo la lluvia fuera Ferdinand Piëch al volante? A Alois Ruf le gusta creerlo y sonríe: “Por la velocidad a la que nos adelantó, no podía ser otra persona”.

Información

Artículo publicado en el número 406 de Christophorus, la revista para clientes de Porsche.

Texto: Jürgen Lewandowski
Fotos: Markus Bolsinger, Heiko Simayer

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Datos de consumo

911 Carrera 4S

WLTP*
  • 11,1 – 10,2 l/100 km
  • 253 – 231 g/km

911 Carrera 4S

consumo combinado de combustible / emisiones combinadas de CO₂
consumo combinado de combustible (WLTP) 11,1 – 10,2 l/100 km
emisiones combinadas de CO₂ (WLTP) 253 – 231 g/km