El Porsche 911 es un verdadero icono del automóvil, un vehículo inimitable que después de más de 56 años mantiene las líneas básicas de su diseño atemporal, actualizado a lo largo de ocho generaciones pero sin perder nada de su esencia. Y precisamente ese fascinante diseño del 911 se debe a un equipo liderado por Ferdinand Alexander Porsche, el artista de la familia. Su padre Ferry le encargó diseñar el sucesor del 356, a principios de la década de 1960. Butzi Porsche elaboró ​​un perfil básico para el futuro 911 y ese trazo sencillo e inimitable sólo ha experimentado ajustes menores en las décadas siguientes. Logró diseñar un automóvil deportivo clásico que ha pasado por ocho generaciones de modelos y sigue en producción hoy en día. 

Ferdinand Alexander Porsche nació en Stuttgart, el 11 de diciembre de 1935, como el hijo mayor de Ferry Porsche y Dorothea. Su infancia estuvo marcada por los automóviles y pasó gran parte de su tiempo en las oficinas de ingeniería y en los talleres de desarrollo de su abuelo Ferdinand Porsche. En 1942, la familia se trasladó a su finca Schüttgut, en el pueblo austríaco de Zell am See, para regresar posteriormente a Stuttgart, en 1949. Allí, F.A. Porsche asistió a la escuela Waldorf y posteriormente comenzó sus estudios en la Escuela de Diseño de Ulm. Sin embargo, descubrió que quería poner en práctica su talento y comenzó a trabajar en el estudio de diseño de carrocería de Porsche, en 1958. Después de ser nombrado Director de Diseño en Zuffenhausen, en 1962, su concepción para el 911 tomó forma rápidamente. De sus lápices salieron poco tiempo después el Fórmula 1 Type 804 y el 904 Carrera GTS, considerado hoy como uno de los coches de carreras mas bellos de todos los tiempos.

Ferdinand Alexander Porsche con una maqueta de un 911 S Targa (1968), 2019, Porsche AG
Ferdinand Alexander Porsche junto a una maqueta de un 911 S Targa (1968).

Cuando la empresa se convirtió en una sociedad anónima (AG), en 1972, los miembros de la familia que anteriormente ocupaban puestos de gestión renunciaron a sus funciones. F.A. Porsche fundó entonces su propio estudio de diseño, en Stuttgart, y su primer encargo provino de Porsche AG. Este proyecto llevó al diseño del clásico reloj “Chronograph I”, con una caja y una esfera negras. También realizó otro tipo de accesorios como gafas e instrumentos de escritura, además de productos industriales, electrodomésticos y bienes de consumo duraderos para clientes de renombre internacional. 

La filosofía de diseño de F.A. Porsche era simple e incisiva en la misma medida: por encima de todo, la forma debe estar supeditada a la función y nunca al contrario. Por eso, el lema de su trabajo fue que “el diseño debe ser funcional y la funcionalidad debe ser trasladada visualmente a la estética, sin curiosidades que tengan que explicarse previamente. Un producto diseñado coherentemente no requiere adornos; debe resaltar solamente por sus formas”. También decía con convicción: “Un buen diseño debe ser honesto”.

En 1974, volvió a Zell am See trasladando su Porsche Design Studio a un edificio funcional en un parque empresarial en las cercanías de la propiedad Schüttgut. Apasionado fumador de pipa y con una barba característica, había regresado al lugar donde se sentía más feliz y donde podía trabajar creativamente con su equipo. “Design by F.A. Porsche” pasó a convertirse en una marca premium de renombre mundial. En 2003, F.A. Porsche transfirió casi dos tercios de sus participaciones en la compañía al recientemente fundado Porsche Design Group, que tenía su sede en el norte de Stuttgart. Abandonó su trabajo cotidiano en 2004. 

 

Ferry Porsche con su hijo Ferdinand Alexander, en 1993, junto a un 911 de 1964 y un 911 Carrera 4 Coupé de 1993, 2019, Porsche AG
Ferdinand Alexander junto a su padre Ferry Porsche (1993).

Ferdinand Alexander Porsche mantuvo durante toda su vida una estrecha relación con Porsche AG como socio y miembro del Consejo de Supervisión. Por ejemplo, incluso después de haberse retirado de la primera línea del negocio, contribuyó al diseño de los deportivos de la marca durante varias décadas y dirigió siempre la compañía en la dirección correcta. Este fue especialmente el caso en el difícil periodo que Porsche experimentó a principios de los años 90. Entre 1990 y 1993, F.A. Porsche actuó como Presidente del Consejo de Supervisión de la compañía, donde jugó un papel primordial en el giro económico de Porsche AG. En 2005 cedió su puesto en el Consejo de Supervisión en favor de su hijo Oliver y asumió el cargo de Presidente Honorario de dicho Consejo de Supervisión.

Ferdinand Alexander Porsche recibió numerosos premios y condecoraciones, tanto por su trabajo como diseñador como por diseños concretos. Por ejemplo, el “Comité Internationale de Promotion et de Prestige” le reconoció por el excepcional diseño estético del Porsche 911 durante el Foro Internacional de Diseño de Hannover (iF), donde le votaron como “Prizewinner of the Year” (“Ganador del Premio del Año”), en 1992. En 1999 el Presidente de Austria le otorgó el título de Profesor.

F.A. Porsche falleció el 5 de abril de 2012 a la edad de 76 años. Sus cenizas están enterradas en la capilla privada de Schüttgut.

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