Abre la ventanilla del copiloto, inicia el adelantamiento en la estrecha carretera serpenteante y anima al atlético piloto de carreras: «Allez, allez!». André Lotterer está subiendo hacia su curva favorita en los Alpes Marítimos franceses, donde quiere fotografiar el Porsche Panamera Turbo S E-Hybrid en un pequeño arcén. En primer plano, el deportivo color tiza con sus pinzas de freno en verde ácido y, como telón de fondo, el Principado de Mónaco, lugar de residencia de este piloto de 38 años.
Lotterer ha vuelto a Porsche. En 2017 participó para el equipo oficial en el Campeonato del Mundo de Resistencia (WEC) con un Porsche 919 Hybrid. Ahora -tras dos temporadas de Fórmula E con Techeetah- es uno de los dos pilotos de Porsche para el Campeonato de Fórmula E ABB FIA. A su lado tiene a un antiguo conocido: el suizo Neel Jani, que ya fue compañero de equipo de Lotterer en el 919 Hybrid.
“Con la cámara soy tan ambicioso y autocrítico como en un coche de carreras” André Lotterer
«Correr en la Fórmula E es lo más difícil que he hecho hasta ahora», comenta este alemán de Duisburgo con una dilatada experiencia en el campeonato. «Los circuitos urbanos son muy exigentes, estrechos y obligan a maniobras de adelantamiento muy espectaculares». A esto se le suman las diferencias entre los distintos pavimentos, calzadas irregulares y, a veces, un asfalto polvoriento. «Previamente entrenamos con rigor todas las eventualidades en el simulador e intentamos poner a punto el monoplaza de forma óptima, pero al final todo se decide en un día: entrenamiento por la mañana, calificación a mediodía y carrera por la tarde. Eso exige una enorme concentración», explica el tricampeón de Le Mans. «El campeonato constituye el campo de pruebas ideal para todas las novedades que se introducen en el ámbito de la electromovilidad. Me encanta por su sostenibilidad, así como por el hecho de que constituye un acontecimiento muy apto para familias. Es el futuro».
Lotterer detiene el Panamera y se baja de él. Mide 1,84, lleva una camisa azul claro, vaqueros oscuros, deportivas blancas, gafas de sol reflectantes y en la mano izquierda sostiene su Leica M6 analógica de 1984. Mira a través del visor, retrocede unos pasos y vuelve a enfocar el Panamera. Cuando tenía 13 años, su padre, un gran aficionado a la fotografía, le regaló su primera cámara, una Minolta. A partir de ahí, Lotterer júnior empezó a observar el mundo a través de su objetivo y a captarlo en sus instantáneas. Nada de fotos digitales en una tarjeta de memoria, sino fotos con carretes que hay que insertar en la cámara y más tarde llevar a revelar. «Las fotos analógicas contienen más vida, revelan rostros más interesantes, son más atemporales y también más auténticas», dice dejando su cámara a un lado y señalando hacia delante, a lo lejos, en dirección a Fontvieille, el barrio más meridional de la ciudad de Mónaco, donde vive desde 2011.
Unas horas antes ha estado en el octavo piso del edificio en el que reside haciendo yoga con amigos bajo las indicaciones de su pareja Takako, de 33 años. La conoció en 2014 en Japón, de donde ella es. Ahora, la asesora en creación de marcas y el piloto de Fórmula E viven juntos entre Mónaco y Bélgica junto con Max, su perro labrador. Entre 2003 y 2018, el piloto estuvo viviendo en Tokio, donde participó con éxito en el campeonato de Súper Fórmula, que en aquel entonces todavía se llamaba Fórmula Nippon, y en el campeonato Super GT. «Los japoneses me recibieron con los brazos abiertos. Pasé allí unos años maravillosos con gente muy íntegra y educada».
Un punto en común entre la fotografía y las carreras de coches es la concentración en un objetivo. De su padre, de origen peruano, aprendió muy pronto que «cuanto más concreto sea tu objetivo antes lo conseguirás». Su padre comenzó a formar un equipo de carreras en Bélgica cuando André todavía era pequeño. A los siete años -después de llevar desde los cinco queriendo ser piloto de carreras- su padre le permitió conducir un kart y a los ocho ganó ya su primera carrera. «Mi padre me dijo: si realmente quieres dedicarte a esto, no puedes hacerlo a medias, sino que tienes que entregarte por completo a ello. Las carreras de coches son un deporte caro. Si empezamos hoy -aquí y ahora- vamos a por la Fórmula 1», relata Lotterer. En 2009 su padre murió de cáncer. «Pudimos despedirnos de él prolongada e intensamente, y me siento muy agradecido por ello».
"La mezcla de técnica y precisión es lo que me fascina de la fotografía" André Lotterer
André Lotterer no defraudó a su padre, pues efectivamente llegó a la Fórmula 1. Primero como piloto de pruebas en 2002, y más tarde como piloto de carreras en Spa en 2014. Su padre le enseñó a aspirar siempre a lo más alto, «ya que siempre es posible mejorar. Nunca hay que dejar de intentar superarse. La autocrítica es tan importante como la autoconfianza». En este sentido, Ayrton Senna y Jacky lckx constituyen también ejemplos a seguir para Lotterer. Senna decoraba hace ya 30 años su casco de kart como figura de cómic, mientras que el belga lckx es su ídolo vivo. Hace poco hizo adornar sus cascos con una franja blanca en el margen inferior inspirándose en el diseño del casco de lckx, que hoy tiene 74 años. Cuando coincidió con él en el circuito de Laguna Seca hizo un retrato en blanco y negro de su ídolo y lo colgó en lnstagram. El texto adjunto fue: «#jackyickx». No hace falta decir nada más.
Antes de una carrera, Lotterer acostumbra a retirarse para dedicarse a su hobby. «Suelo ir unos días antes a los sitios para captar bellos momentos. Hacer fotos es una actividad perfecta, puedo desconectar y olvidar todo lo que me rodea, superar el desfase horario y despejar la cabeza». Algunos días coge sus cámaras y se va a dar una vuelta con uno de sus cuatro Porsche históricos para hacer alguna parada y fotografiarlos. Es esta mezcla de técnica y precisión lo que le fascina de la fotografía y lo que le recuerda al automovilismo: «Con la cámara en la mano soy igual de ambicioso y autocrítico que con el deportivo de carreras. Para mí una foto nunca es perfecta, siempre intento disparar una mejor. Es como con una curva: siempre hay margen de mejora, nunca se toma una curva perfectamente al cien por cien». Este es el listón que André Lotterer se ha autoimpuesto.
Fórmula E 2019 / 2020
La temporada comenzó el 22 y 23 de noviembre con dos carreras en Diriyah, a las puertas de la capital saudí, Riad. Terminará el 25/26 de julio con otra doble carrera en Londres. En total, Lotterer y el equipo de Fórmula E de TAG Heuer Porsche participarán en catorce pruebas con el nuevo 99X Electric. Otras sedes que acogerán al certamen son Santiago, Ciudad de México, Yakarta, Roma, París, Seúl, Berlín y Nueva York.
Información
Texto publicado en el número 383 de Christophorus, la revista para clientes de Porsche.