El Porsche 911 GT2 de Jan

El 911 GT2 es un modelo radical, diseñado para puristas y perfeccionistas. Algunos de sus ademiradores más ilustres son el fundador de WhatsApp, Jan Koum, el campeón del mundo de rallyes, Walter Röhrl, y el coleccionista de Porsche, Frank Troche.

Esta es la historia de un Porsche y tres hombres: Frank, Jan y Walter. Frank es un entusiasta del 911, que conoce a la perfección todos sus detalles y secretos. Si no fuese por él, el coche que protagoniza este artículo no estaría hoy aquí. Jan es el creador de algo que casi todos usamos a diario: WhatsApp. Desde que vendió la compañía, ha podido dedicar su tiempo a las mejores cosas de la vida. Él posee el coche y Walter lo conduce, porque precisamente conducir es algo que Walter sabe hacer mejor que nadie. ¿Qué tienen en común nuestros cuatro protagonistas? Todos ellos viven la vida de una manera extrema. Pero empecemos por el principio.

Frank Troche es un amante de Porsche, especialmente de los clásicos. Habla con conocimiento de causa de todo lo que tiene que ver con los modelos de la marca pertenecientes a décadas pasadas. En sus garajes guarda algunos de los grandes iconos de Zuffenhausen. Frank es un perfeccionista, es por ello que ha sabido rodearse de un formidable equipo de especialistas para restaurar su colección de Porsche con absoluta fidelidad a los modelos originales, siempre con los mejores componentes. Frank se puso en contacto con Jan. Jan Koum nació en Ucrania pero vive en California. 

En 1992, con tan solo 16 años, llegó a Estados Unidos con su madre. Los comienzos no fueron fáciles. Tanto la madre como el hijo tuvieron que hacer grandes sacrificios para que pudiera completar sus estudios. Pero Jan aprendió rápido, y cuando tuvo en sus manos su primer iPhone en 2009, todo encajó en su lugar. Junto a un amigo desarrolló un software que permitía a los usuarios de un smartphone enviarse mensajes entre ellos. Lo llamó “WhatsApp” y supuso el punto de inicio de una carrera de ensueño en Silicon Valley. A día de hoy, más de mil millones de personas en el mundo utilizan este servicio de mensajería. Koum vendió la compañía a Facebook en 2014 por una cifra de miles de millones y se unió a la junta de esta compañía. Todavía es responsable de determinar la dirección futura de WhatsApp. 

El sueño de tener su propio 911 en perfecto estado

Pero no todo lo que hace latir su corazón es cuestión de bits. Jan Koum se desvive por los coches clásicos, especialmente por aquellos deportivos en perfecto estado de conservación que vienen de Zuffenhausen. Koum es un gran fanático de Porsche. Según Frank Troche, “su primer coche fue un 924 bastante destartalado, al que no le funcionaban ni los faros escamoteables. Pero a Jan le encantaba jugar con él”. Ese fue el preciso momento en el que se enamoró de la marca y, muy probablemente, el sueño de poseer un 911 en exquisito estado de conservación fue lo que inspiró los esfuerzos empresariales de Koum. Sea como fuere, a Jan le ha gustado siempre ir acompañado de un deportivo alemán en los momentos claves de su vida. “No es una coincidencia que condujera un Porsche el día de la reunión en la que tuvo lugar la venta de WhatsApp”, subraya Troche. “Él firmó el contrato justo enfrente de los servicios sociales donde una vez acudió con su madre para recibir comida…”

911 GT2, 2018, Porsche AG
Sólo un 911 (993) GT2 fue pintado de serie en color Rojo Arena Metalizado

Tal y como Troche apunta, “Jan no se olvida de sus orígenes, por eso es tan sensato en sus acciones y tiene tan buen corazón. Viste camiseta y zapatillas en lugar relojes caros, y cuando sale a cenar en California, suele llamar a un Uber antes que presumir conduciendo uno de sus increíbles coches por la ciudad”. Troche estima que la colección de vehículos de Jan Koum se acerca actualmente a las cien unidades. “Jan está especialmente interesado en los modelos GT y deportivos, siempre que no sean negros. Los prefiere sin radio ni techo practicable, y tampoco le importa que no tengan aire acondicionado”.

Sin embargo, Koum hace especial hincapié en una cosa: sus coches deben estar en un estado original inmaculado. Exactamente igual que como soñaba aquel joven hacía unos años. “La profundidad de sus conocimientos es asombrosa”, dice Troche. Si el coche no está 100% como nuevo, se restaura escrupulosamente. Y aquí es donde nuestro amigo alemán y sus conocidos entran en la ecuación. Todo empezó con un 997 Sport Classic, propiedad de la familia Troche. “Jan estaba buscando este modelo y nosotros teníamos uno. Él visita Alemania con frecuencia, por lo que no le costó venir cuando se enteró de la noticia”. Se hizo evidente con rapidez que sus espíritus eran afines y que hablaban el mismo lenguaje: “Todavía hoy estamos en contacto casi a diario, ya sea a través de WhatsApp o por llamada, ¡y no siempre hablamos de coches!

Perfección y obsesión por el detalle

Si Koum o una de las personas de su equipo encuentran un coche interesante en Japón, por poner un ejemplo, a menudo consulta al especialista de Porsche, Frank Troche, por la restauración, quien se encarga de todos los detalles organizativos. “Naturalmente, en Estados Unidos no faltan especialistas en Porsche”, dice Troche, que vive en Middle Franconia. “Pero es poco probable que alguien en EE. UU. llegue a alcanzar nuestros estándares de perfección y obsesión por el detalle”. 

Perfección y obsesión por el detalle: la señal para que Walter salga a escena. Casi no hace falta decir que el Walter en cuestión es el mismísimo Walter Röhrl. “Él siempre ha sido un amigo cercano de la familia desde hace muchos años”, explica Frank Troche. No es fácil decidir qué regalarle a un multimillonario en su 40 cumpleaños, pero a Troche se le ocurrió la idea de pasar un día con un piloto de rallyes, y no con cualquiera, sino con uno de los mejores de todos los tiempos. “Der lange” (el hombre alto) de Regensburg aceptó sin dudarlo. “Jan y la conducción rápida no se llevan demasiado bien”, recuerda Walter Röhrl al hablar de aquel día. Koum, por su parte, quedó impresionado con el nivel de precisión con el que el dos veces campeón del mundo guiaba el coche.

Walter Röhrl, 911 GT2, 2018, Porsche AG
Walter Röhrl, si tuviera la oportunidad, volvería encantado a conducir un 911 GT2

Desde entonces, Röhrl tiene libertad total para darse una vuelta con cualquier coche de la flota de Koum, entre los que se encuentra el 993 GT2, que fue vendido originalmente por Porsche en Niza. En su odómetro se puede leer la cifra de 25.000 kilómetros, pero gracias a una serie de actualizaciones estéticas y mecánicas este 911 luce como si nunca hubiera salido de la planta de producción. “Este coche es realmente bello”, asegura Röhrl, mientras se acerca para verlo más de cerca. “El trabajo de pintura es tan fino y detallado que nunca encontrarás nada igual en otro lugar”.

"Este 911 no es especialmente confortable, pero su dirección es tremendamente agresiva. ¡Es un coche para disfrutar!" Walter Röhrl

Porsche fabricó 194 unidades de este 911 aligerado con motor biturbo y tracción trasera. Los coches fueron utilizados para carreras de clientes en la recién introducida categoría GT2, de ahí su impresionante alerón. La unidades fabricadas entre los años 1996 y 1997 entregan 430 CV de potencia. Sin embargo, a pesar de que el coche de Jan Koum, que fue el único 993 GT2 pintado en Rojo Arena Metalizado, es uno de los primeros GT2 de producción en serie de 1996 con puertas de aluminio, su motor parece capaz de entregar más caballos que los 430 mencionados anteriormente. Porsche aumentó la potencia a 450 CV en 1998 e introdujo puertas de acero en lugar de aluminio.

Una vez visto y admirado el diseño de este 911 tan especial, es momento de ponerse al volante. “Subirse a un automóvil como este después de conducir un Porsche moderno hace que uno se dé cuenta de lo que ha estado haciendo el departamento de I+D de la compañía durante los últimos 20 años”, dice el bicampeón después de unos pocos metros recorridos. “No es lo que yo llamaría un coche cómodo, pero la dirección es increíblemente agresiva, ¡eso es lo que yo llamo conducir! Walter Röhrl se da cuenta inmediatamente de que el Porsche 993 GT2 es relativamente liviano, con un peso de 1.290 kilogramos.

“El peso es la mayor de mis prioridades. Una masa elevada tiene un efecto contraproducente a la hora de girar, frenar o acelerar. Necesito un coche que responda con precisión a cada orden de volante”. ¿Y qué piensa este purista del pilotaje acerca del motor con doble turbo? “Un motor atmosférico permite un mayor grado de control, pero, personalmente, siempre optaría por el potente empuje que sólo puede ser entregado por un turbocompresor”. 

Y no ha terminado aún de decir esta frase cuando ya ha pisado el acelerador a fondo. El mismo Walter Röhrl está sorprendido: “este coche realmente corre como el viento. ¡Es difícil de creer! Hace unos años conduje la versión de competición de Le Mans con 700 CV y me pareció muy radical. ¡Pero en términos de potencia y velocidad me costaría mucho encontrar diferencias entre ambos! De repente, apunta: "después de esto, ¿cómo puedo volver a estar satisfecho con mi propio 993 Carrera RS?".

Walter Röhrl, 911 GT2, 2018, Porsche AG
Röhrl: “Necesito un coche que responda con precisión a las órdenes de la dirección...”

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