En este artículo los “Roserbrothers” dejan al descubierto todos los secretos de sus lugares favoritos de esta metrópolis alemana.
Llegamos aquí por pura casualidad. Florian obtuvo una plaza universitaria en 2011 y decidió darle una oportunidad a la vida en este lugar. Inicialmente, la idea era permanecer aquí durante un tiempo antes de dar el gran salto hacia otros lugares del mundo.
Pasados siete años y después de innumerables viajes y estancias prolongadas en ciudades como Berlín y Nueva York, los dos nos hemos quedado a vivir definitivamente en Stuttgart. Es un decisión correcta por una serie de razones.
La combinación adecuada
Lo que más valoramos a la hora de tomar esta decisión es que es un ciudad sólida y bien asentada, abierta a nuevas influencias. Hay quien considera que los valores de Suabia son conservadores, pero nosotros nos quedamos con el carácter leal y confiable de nuestra comunidad.
Es una ciudad en constante crecimiento. La creatividad se encuentra en plena expansión, hasta el punto de que muchos habitantes no ven necesario moverse hacia Berlín u otros lugares fuera de Alemania tradicionalmente conocidos por su cultura moderna. Todo el mundo se conoce aquí y mantiene una relación estrecha. Las noches están llenas de eventos emocionantes y cargados de creatividad. Esto es una clara muestra de que los suabos saben crear un ambiente ‘cool’ mejor que nadie.
Hagamos una visita turística
Son ampliamente conocidos en Stuttgart algunos edificios como la estación de ferrocarril o la torre de la televisión. Pero si uno mira un poco más allá, descubre otros lugares ocultos que son verdaderas joyas. Permítanos llevarle hacia esos rincones…
Lago Feuersee
Situado en plena Rotebühlstraße, una de las rutas más transitadas de Stuttgart, el lago Feuersee ofrece un entorno atractivo para tomar una cerveza de afterwork junto al agua, con su impresionante iglesia y su nuevo paseo. Además de una colorida mezcla de personas de diversos orígenes, es posible ver tortugas salvajes que han hecho de este lago su hogar desde hace ya varios años. Un evento destacado aquí es el festival Feuersee, que combina arte, gastronomía y entretenimiento, y tiene una duración de varios días.
Si continuamos con el coche, nos dirigimos hacia Schwabstraße para pasar por Schwabtunnel -el túnel de tráfico rodado más antiguo del mundo- antes de alcanzar la zona sur de Stuttgart.
Plaza Marienplatz
Esta plaza cuenta con su famoso “Zacke”, el único tren de cremallera en Alemania que se utiliza en la hora punta de una ciudad importante. El trazado tiene una pendiente del 17,8% y sube a los pasajeros hasta Degerloch, ofreciendo una fantástica vista panorámica de Stuttgart. Marienplatz en sí misma es una de las plazas más populares de la ciudad y, gracias a sus restaurantes y bares de todo tipo, es un gran lugar para dedicarle cierto tiempo en una visita.
Si seguimos la carretera B14 hacia el centro de la ciudad, pasaremos por el recientemente renovado e impresionante Wilhelmspalais.
El palacio Wilhelmspalais
Fue residencia del último rey de Würtemberg, Wilhelm II. Hablamos de un palacio situado en la plaza Charlottenplatz, ahora convertido en el Museo de la Ciudad, que acoge regularmente eventos culturales, especialmente atractivos para los más jóvenes. Recientemente se celebró el Festival de Verano, que duró varias semanas e incluyó una piscina con olas artificiales para hacer surf. A finales de 2017, se dedicó una exposición especial al colectivo artístico ‘Kolchose’, en el que se dieron cita numerosos grupos de hip-hop como Freundeskreis o Massive Töne, ambos muy conocidos en Alemania. Aquellos que tengan gustos más clásicos disfrutarán con una amplia selección de arte que va desde el siglo XIV hasta el momento presente, localizada en una galería adyacente.
Una vez visto esto, por la noche nos moveremos hacia el centro de la ciudad.
El centro de la ciudad
En el núcleo urbano aún resisten pequeños cafés y restaurantes que hacen la competencia a locales pertenecientes a grandes cadenas. Destacan el café Tatti, un local trendy situado junto al ayuntamiento, y los bares cercanos a la fuente “Hans in Luck”, que son muy populares. También interesantes son los restaurantes de Eberhardstraße, que están siempre llenos. En esta zona de Stuttgart siempre hay posibilidad de hacer planes. La vida nocturna es muy animada y ofrece multitud de opciones.
A continuación, miramos con entusiasmo hacia la zona este de Stuttgart. Este barrio se extiende desde el parque Schlossgarten sobre la colina hacia el río Neckar. Sin duda, un lugar especial.
El este de Stuttgart
Hemos vivido en este barrio durante muchos años. Nuestra oficina también se encuentra aquí, en una antigua fábrica de muebles. Esta zona representa todo lo que nos gusta de Stuttgart: aunque a primera vista pueda parecer algo trasnochado, descubres un encanto único cuando miras de cerca, en nuestro caso gracias a una serie de agencias creativas y diseñadores.
Hay un montón de ajetreo y bullicio en el barrio del este. En nuestra opinión, el mejor helado de la ciudad también se puede encontrar aquí, en la heladería Schleckerei situada en Landhausstraße 154. Nuevos cafés y restaurantes están por venir, no cabe duda.
El barrio europeo
Uno de los lugares que más atrae a los fotógrafos amantes de la arquitectura es la nueva biblioteca del barrio europeo, que fue diseñada por el arquitecto coreano Eun Young Yi. El antiguo almacén de mercancías se ubicaba aquí tiempo atrás. Ahora, la ciudad muestra su lado más moderno con los edificios bancarios y de la Bolsa, junto a la estación de tren principal. Todas las miradas están puestas en esta área, ansiosas por descubrir lo que está por llegar.
Y desde los edificios más modernos, ahora nos abrimos paso hacia el campo.
Alrededores de Stuttgart
Stuttgart está ubicada en un valle rodeado de lugares por explorar. Siempre es una buena idea coger el coche y salir de la ciudad para encontrarse con la naturaleza y con pequeños y atractivos pueblos que invitan al visitante a detenerse un momento. Ejemplo de ello es Besigheim, donde se puede pasar un buen rato. Los relojes parecen avanzar más lentos, a pesar de no estar nada lejos de la urbe.
Nuestro destino final es el Museo Porsche. Aquí también, lo nuevo y lo antiguo se vuelven a dar la mano, como en toda la ciudad.
Museo Porsche
Numerosas joyas de la historia del automovilismo deportivo se encuentran bajo el mismo techo en Sttuttgart-Zuffenhausen, en la sede de Porsche. El edificio de líneas futuristas ubicado en Porscheplatz atrae todas las miradas y hace creer a quien lo contempla que el techo flota sobre su cabeza. El estilo arquitectónico del museo es impresionante, pero nada comparado con lo que guarda en su interior. Es aquí donde está lo que realmente merece la pena. Desde que abriera sus puertas en 2009, el visitante puede ver y experimentar todos los grandes hitos de la historia de la marca. La exposición ’70 años de deportivos Porsche’, entre la que se incluye el prototipo con número de chasis 356-001, mantendrá sus puertas abiertas hasta enero de 2019 y es, indiscutiblemente, un evento señalado en la agenda.
La visita a la ciudad podría ser más larga, sin duda: quedan en el tintero el parque zoológico y botánico de Wilhelma, la zona de Tübinger Straße con sus numerosos y modernos bares o el gran mercadillo que tiene lugar en Karlsplatz todos los sábados. Estos sitios van directos a la lista de lugares que no debe perderse cuando visite esta sorprendente ciudad.
“Roserbrothers”
Solían jugar a escondidas con la cámara de su padre. Esta pasión se ha convertido, desde entonces y a través de un camino un tanto indirecto, en una profesión. Bajo el nombre de “Roserbrothers”, Florian y Simon Roser gestionan una pequeña productora en Stuttgart, especializada en fotografía y vídeo. Ya sea trabajando con coches deportivos o con bellas mujeres, siempre cuentan historias interesantes, de una manera dinámica y cercana a la vida real.
Datos de consumo
911 Carrera S Cabriolet: Consumo de combustible combinado: 8,8 – 7,8 l/100 km; Emisiones CO2 combinadas: 202 – 178 g/km