El fabricante de vehículos deportivos está transformando su transporte logístico ferroviario en un proceso completamente neutro en emisiones de carbono. Como resultado de este cambio, Porsche reducirá las emisiones anuales de CO₂ de sus operaciones logísticas en un 3%, evitando la generación de más de 6.000 toneladas de ese dióxido de carbono tan dañino para el clima.
“El uso de recursos y actividades de eficiencia energética orientadas al medio ambiente está anclado firmemente en la estrategia corporativa de Porsche”, comenta Oliver Bronder, Vicepresidente de Logística y Control de la Producción de Porsche AG. “La transición hacia energía verde para el tráfico ferroviario es un paso lógico y otro hito en el camino a la producción neutra en emisiones de CO₂”. A lo largo de este año, la compañía tiene previsto expandir aún más su transporte por ferrocarril con efectos neutrales respecto al clima. Al conectar el puerto de carga de Bremerhaven con Kornwestheim, la proporción de vehículos transportados por ferrocarril debería aumentar en un 45%, aproximadamente. Esto significa una mayor reducción en el transporte de camiones contaminantes, evitando otras 650 toneladas cada año de ese CO₂ perjudicial para el clima.
Porsche obtiene energía en todas las instalaciones
Desde el 1 de enero de 2017, el fabricante de vehículos deportivos ha recolectado energía verde de fuentes como el viento, el agua y el sol en todos sus centros, y ha sido capaz de registrar de forma transparente las diferentes fuentes de energía. A partir de 2020, la compañía convertirá el suministro de calor de su planta principal de Zuffenhausen en biogás, ahorrando hasta 5.000 toneladas adicionales de dióxido de carbono al año.
Porsche también proporciona transporte ecológico para cuestiones logísticas entre sus centros y los proveedores. En la carreteras de los alrededores de Stuttgart, el fabricante de vehículos deportivos utiliza actualmente tres camiones propulsados por gas natural, lo que reduce las emisiones de CO₂ en la ciudad en aproximadamente 119 toneladas al año. En los vehículos propulsados por GNC (Gas Natural Comprimido), las emisiones de dióxido de carbono se reducen hasta un 20%, las de partículas alrededor de un 80% y el monóxido de carbono en un 90% en comparación con los camiones convencionales.