Altas pulsaciones 

Todo lo que ven se ha grabado con una cámara. En la era de la inteligencia artificial, donde se puede crear de forma digital prácticamente cualquier mundo de ensueño, esta nota es bastante llamativa. Los espectadores que la leen al inicio de un reportaje del making-of del nuevo vídeo de la campaña de Porsche, «Speed of Light», pueden estar seguros de que no es un anuncio generado por la IA, sino artesanía cinematográfica de primera calidad.

El clip, publicado por Porsche en marzo de 2025, cumple su promesa con ingredientes de máxima categoría. Los coches son un Taycan Turbo GT con paquete Weissach y un Macan Turbo. La localización, el parque solar Mohammed bin Rashid Al Maktoum, uno de los mayores del mundo. La estrella, David Guetta, DJ y productor francés y uno de los artistas más exitosos del mundo. El espectáculo, una fascinante coreografía de láser que le exige al equipo de filmación dar el todo por el todo. Pero, para que todos esos factores concurrieran en el desierto de Dubái, hubo que recorrer un largo camino.

Una localización de superlativos

A principios de 2024, circulaba una vaga idea por Porsche Oriente Medio y África (PME): la intención era hacer un vídeo con el Macan y el Taycan tan llamativo y espectacular como los propios vehículos, sinónimo de máximas prestaciones. Pero faltaba por concretar cómo traducirlo en imágenes. Un día, Manfred Bräunl, CEO de Porsche Oriente Medio y África, estaba recorriendo unos 50 kilómetros por el desierto en dirección a Saih Al-Dahal, al sur de Dubái. «De repente, vi a lo lejos una torre que brillaba en lo alto», relata Bräunl. «Aunque vivo aquí, no tenía ni idea de qué era aquello. Dubái siempre está lleno de sorpresas».

Lo que llamó la atención de Bräunl era la torre del parque solar Mohammed bin Rashid Al Maktoum. Había encontrado la localización para el rodaje. «Encaja a la perfección con los dos deportivos eléctricos», afirma. Lo único que faltaba era una idea concreta para llevarlo a cabo, hasta que se realizó el primer reconocimiento del lugar.

La construcción del parque solar comenzó en 2012 y está previsto que concluya en varias fases antes de 2030; ya es uno de los mayores parques solares del mundo. Una vez terminado, suministrará energía limpia a unos dos millones de hogares con más de dos millones de módulos solares y una potencia total de 7260 megavatios, que producirán electricidad, calor e hidrógeno. Esto permite ahorrar ocho millones de toneladas de CO₂ al año.

En el suelo hay unos 70 000 espejos que adaptan continuamente su ángulo a la trayectoria del sol y reflejan la luz en la torre solar de 262 metros de altura. Así, la cúspide de la torre solar más grande del mundo se calienta a unos 600 °C. Es una obra maestra de la tecnología: el calor generado se puede almacenar hasta 15 horas, por lo que el suministro de energía está garantizado incluso por la noche. Cuando se divisa la torre en el horizonte durante un recorrido por el desierto, lo que se percibe principalmente es esa punta incandescente, que recuerda inevitablemente a los edificios futuristas de las superproducciones de ciencia ficción. Sin duda, una localización superlativa. 

Precisión y rendimiento en el set

Manfred Bräunl recuerda perfectamente su primera visita al parque solar: «Estábamos entre los espejos y descubrimos en la torre un balcón a unos 200 metros de altura». Así surgió la idea de una sesión de DJ. La idea se convirtió en un concepto y este, en una visión.

El nombre de David Guetta surgió rápido. El famoso DJ mantiene estrechos vínculos con Dubái y ya ha actuado en el Burj al Arab, de 321 metros de altura. Entonces se estableció contacto con él mediante el apoyo del Ministerio de Economía y Turismo. El francés se mostró entusiasmado con la idea y se unió al proyecto de inmediato. Para su espectacular actuación en el balcón, el equipo eligió como banda sonora el remix «Future Rave» de su éxito «Titanium». También se subió a bordo Kit Lynch-Robinson, un director con experiencia internacional conocido por la serie «The Grand Tour», entre otras cosas. También participó Miguel de Olaso, con nombre artístico «MacGregor», un director de fotografía experto en Porsche que ya había trabajado para producciones de Hollywood como «Fall» y «Kandahar». Los pilotos especialistas fueron los Driving Wizards Tim Marshall-Rowe y Joe Hopkins, responsables de espectaculares escenas de conducción en «Rush», «Misión Imposible» o «Kingsman». Por último, para los efectos visuales se contrató a la empresa alemana Laserfabrik, que ya había realizado espectáculos de láser en Abu Dabi, Estambul o la propia Dubái. En total, participaron en la producción más de cien personas. «Lo que hacemos es un reto y solo funciona porque todos remamos en la misma dirección», afirmó Lynch-Robinson, el director, entre bastidores durante el rodaje. «Para todos nosotros, es uno de los trabajos más complicados que hayamos hecho nunca».

Y eso se debía en buena medida a los láseres. «Cuando probamos la tecnología en la búsqueda de localizaciones, nos dimos cuenta de todo lo que se puede hacer con ella», recuerda Bräunl. «Permite crear todo tipo de formas, paredes, túneles, elementos circulares... A partir de ahí, prácticamente se dio rienda suelta a las ideas». Por fin, en diciembre de 2024 llegó el momento y se puso en marcha el rodaje. Este se hizo en paralelo en el parque solar y en un aeródromo, que se utilizó para las escenas de conducción a alta velocidad. Incluido el montaje y desmontaje, se trabajó durante aproximadamente una semana, todos los días desde las cuatro de la tarde hasta las cuatro de la mañana. Se utilizaron unas veinte cajas láser, y esta fue precisamente la circunstancia que exigió el máximo nivel de precisión y prestaciones típico de Porsche.

Cada movimiento debe ser perfecto

«Los láseres no son inofensivos del todo», explica Markus Peter, director de marketing de PME. «No se puede mirar directamente hacia ellos, porque pueden causar ceguera. Por tanto, tuvimos que organizar continuamente sesiones informativas de seguridad y actuar al más alto nivel». Los láseres estaban montados en el suelo, en brazos de grúa y en el balcón de la torre incandescente. El parque solar se convirtió en un parque láser. «Todo tenía que estar planificado hasta el último detalle, cada movimiento, cada escena rodada, cada vuelo de dron. Teníamos la adrenalina a tope continuamente», recuerda Peter. «Pero el resultado habla por sí solo: si no lo hubiera sabido, probablemente ni yo mismo habría creído que todo fuera real». En efecto, la coreografía final es tan viva, tan dinámica y tan futurista que lo más lógico es pensar que se trata de una edición digital con imágenes generadas artificialmente.

La oscuridad cae sobre el parque solar. Suena «Titanium», David Guetta sale del Taycan Turbo GT y sube a la torre solar. Los dos deportivos eléctricos aceleran y atraviesan un túnel láser a toda velocidad, tan cerca el uno del otro que parece que se van a tocar en cualquier momento. Cada movimiento de los Driving Wizards está ensayado a la perfección. Un dron cae en picado por la torre, pasa junto a David Guetta en la mesa de DJ y luego maniobra sobre el paisaje de espejos. Un show de láser espectacular en medio del desierto con el sonido de los motores eléctricos y ritmos electrónicos profundos.

Es un vídeo que engancha al instante y acelera las pulsaciones. Así ha sido desde el principio: en la planificación, sobre todo durante la realización y ahora a los ojos del público. Aproximadamente un mes después de su lanzamiento, más de 50 millones de personas ya habían visto «Speed of Light».