Laptime: 3:36,50 minutos
En 1977, Porsche envió tres coches oficiales a La Sarthe, dos 936 Langheck y un 935/77. Desde las primeras horas de esta memorable edición de las 24 Horas de Le Mans se vislumbraba una debacle.

Carácter ganador:
Un autógrafo de Jacky Ickx del año 1977.Una junta de culata quemada en el 935/77 supuso el fin para Rolf Stommelen y Manfred Schurti a las 19:40 h. Además, en el 936 con el número 4 falló la bomba de gasolina. Mientras se reparaba, los competidores se habían alejado nueve vueltas, es decir, una eternidad. Esto hizo que el coche del piloto de Porsche Jürgen Barth y del novato en Le Mans Hurley Haywood cayera al puesto 41. Por su parte, el 936 con el número 3 de Jacky Ickx y Henri Pescarolo se vio obligado a abandonar tras solo 45 vueltas por una avería grave en el motor.
Para sacar el máximo partido, Porsche no dudó en poner a Ickx, el ganador del año anterior, al volante del 936 que quedaba en carrera. Eso supuso el inicio de una de las remontadas más impresionantes que se han visto nunca en Le Mans. El belga de 32 años tomó el volante hacia las 20:30 horas. El Porsche superviviente, con el chasis 936-001, era el coche ganador del año anterior, ya tenía 22 000 kilómetros a sus espaldas y había superado previamente una prueba de 28 horas sin problemas, pero le tocaba volver a demostrar su resistencia. El veloz Ickx condujo al límite durante un total de once horas.
«En aquella carrera fui al límite, y lo digo muy en serio», afirma actualmente el belga. Nadie en el equipo, excepto Ickx, creía que aún se pudiera ganar la prueba. «En esa época había que tratar el coche con cuidado, prestar atención a los cambios de marcha, no forzar el motor y cuidar los frenos», recuerda el piloto, que ahora tiene 80 años. Porsche no tenía nada que perder: «Les dije al equipo, a los demás pilotos y a los mecánicos que podíamos ganar la carrera con toda seguridad». Vuelta tras vuelta, Ickx fue ganando posiciones, haciendo triples stints y superándose a sí mismo incluso al amanecer, bajo la lluvia. «Ser capaz de mantener la concentración a un nivel tan alto durante tanto tiempo fue algo único», afirma Ickx, aún sorprendido. Esta fuerza le permitió batir una y otra vez el récord de vuelta rápida. En plena remontada, consiguió un tiempo increíble de 3:36,50 minutos, es decir, 3,1 segundos más rápido que la anterior plusmarca. Cuando Ickx se tomó un descanso, Barth y Haywood completaron una actuación impecable. Los fallos técnicos también se cebaron con los muchos competidores, lo que hizo que el Porsche número 4 liderase la carrera el domingo a las 9:30 horas, con 19 vueltas de ventaja. ¿Qué podía salir mal?
«Ser capaz de mantener la concentración a un nivel tan alto durante tanto tiempo fue algo único.»
Jacky Ickx
Un pistón quemado, por ejemplo. Solo quedaban tres cuartos de hora para el final cuando Haywood se arrastró hasta boxes a las 15:14 horas. Los mecánicos cortaron inmediatamente el encendido y el suministro de gasolina del cilindro defectuoso. El reglamento prescribe que, para ganar en Le Mans, es imprescindible cruzar la línea de meta en la última vuelta. Así, a las 15:50, el 936 salió lentamente del pit lane con cinco cilindros y Barth lo condujo con mucho cuidado por el circuito. Fueron las dos vueltas más largas en la historia de Porsche en Le Mans.
«Al final estaba agotado física y mentalmente», recuerda Ickx sobre la cuarta de las seis victorias que logró en Le Mans, «pero lo conseguimos: fue algo muy especial y un fantástico trabajo en equipo».
11-12/06/1977
Circuito de las 24 Horas, Le Mans (Francia)
Jacky Ickx
13,642 kilómetros longitud del circuito
Porsche 936-001