Sueños personales

Casi ninguna otra marca defiende la libertad personal y la individualidad tanto como Porsche. Ya en la década de 1950 se materializaron las primeras peticiones especiales de clientes que sentaron los cimientos del actual departamento Sonderwunsch y de Porsche Exclusive Manufaktur.

   

Desde el principio, Ferry Porsche vinculó sus coches deportivos con la visión de hacer realidad los sueños. La marca se ha mantenido siempre fiel a esta aspiración. La probabilidad de que salgan de fábrica dos modelos Porsche idénticos es muy baja, y ahora más que nunca. No obstante, la tendencia a la individualización tuvo unos comienzos discretos. Por ejemplo, el limpiaparabrisas trasero del año 1955 para el 356 A Coupé del industrial Alfried Krupp von Bohlen und Halbach, es decir, ningún problema para el departamento de reparaciones de la fábrica principal de Stuttgart-Zuffenhausen. Esto, que actualmente no parece especialmente reseñable, era una opción exótica en una época en la que, por ejemplo, hasta una radio para el coche suponía un costoso extra. Por su parte, los primeros teléfonos para automóviles eran auténticas rarezas, en su mayoría por pedido de autoridades. La fábrica respondió al creciente deseo de individualización ampliando la gama de accesorios, que incluía asientos reclinables, asideros, cuentarrevoluciones o portaequipajes, entre otros. 

1962 – Limpiaparabrisas trasero del 356 B Carrera 2

El industrial Alfried Krupp von Bohlen und Halbach no estaba dispuesto a renunciar a esta petición especial bastante exótica para la época. Ya su 356 A Coupé de 1955 se equipó para él con un limpiaparabrisas trasero. En su 356 B Carrera 2 de 1962, sin embargo, la implementación de ese deseo se reveló como algo extremadamente complejo. Esto se debía a que la luneta era más grande que la de su predecesor. Para hacer espacio para el limpiaparabrisas y su motor, hubo que taladrarla. Durante los trabajos de montaje se rompieron varios cristales antes de que los mecánicos de Porsche consiguieran su propósito.

Lo que empezó como unas pocas peticiones aisladas de clientes se convirtió en una tradición que se ha ido ampliando en las últimas siete décadas. Por lo tanto, hoy en día Porsche atesora una valiosa experiencia. «Desde los inicios, hemos incrementado constantemente nuestra oferta de personalización y la hemos hecho más atractiva para nuestros clientes», explica Alexander Fabig, director de individualización y Classic en Porsche. «Si en los primeros años las peticiones personales de los clientes eran aún la excepción, hoy la oferta del área Sonderwunsch y de Porsche Exclusive Manufaktur está muy solicitada». 

1968 – 911 S 2.0 en versión de rally

En 1968, este 911 se remodeló para el Rally Londres-Sídney, con un recorrido de más de 16 000 kilómetros por Europa, Oriente Próximo, Asia y Australia. Para cruzar ríos, los tubos de escape se extendían hasta el techo, mientras que el espectacular bastidor tubular exterior servía de protección contra posibles vuelcos y colisiones con animales salvajes. El apoyo prestado a pilotos con proyectos a veces inusuales fue uno de los muchos puntos de partida para la fundación del departamento de competición para clientes en 1973. El estrecho vínculo entre automovilismo e individualización se mantiene en la actualidad.

A través de Porsche Exclusive Manufaktur, los clientes disponen actualmente de unas 1000 opciones predefinidas. Con el programa «Paint to Sample» (véase la pág. 70) se pueden configurar más de 190 colores. «La demanda es muy diferente según cada gama», explica Fabig. Tomando como ejemplo el 911, menciona las tres más destacadas: «La opción más solicitada es el proyector de puerta LED con la inscripción Porsche. Le siguen los pilotos traseros diferentes y el escudo en los reposacabezas». 

1975 – 917 «Kurzheck» en versión de carretera

Un reto especial fue el reequipamiento de un 917 en versión «Kurzheck» (cola corta) para el uso en las vías públicas. El encargo provino del conde italiano y fabricante de licores Gregorio Rossi di Montelera, durante muchos años patrocinador principal de Porsche en competición. Equipado con retrovisores, intermitentes y silenciador trasero, el coche de carreras se matriculó finalmente en el estado de Alabama, lo que también le permitía circular en Francia, la patria adoptiva del conde. En 1977 se entregó a un cliente alemán un segundo «917 Street».

De la personalización de fábrica al programa Sonderwunsch 

La historia de las peticiones especiales está llena de proyectos únicos que reflejan la fuerza innovadora de la marca y su amor por el detalle, por ejemplo en modificaciones de motores, chasis y frenos para la competición. Los clientes más activos en el ámbito de la competición querían optimizar sus modelos de serie para las carreras, y la marca les ayudó con soluciones a su medida. 

1983 – 935 «Street»

Casi ninguna otra producción individualizada del departamento Sonderwunsch marcó tanto una época como la remodelación del 911 Turbo siguiendo el modelo del coche de carreras 935 hecha para el empresario árabe Mansour Ojjeh, el cliente de un ambicioso proyecto de motores de Fórmula 1 (TAG turbo made by Porsche). Con capó plano, interior de cuero en Creme Caramel, la pintura en Candy Apple y paneles de madera, el 935 «Street» se convirtió en todo un símbolo de la década de 1980. La serie limitada que se derivó de ello condujo en 1986 a la fundación de Porsche Exclusive (desde 2017, Porsche Exclusive Manufaktur).

Así, en 1968 surgió sobre la base del 911 S 2.0 una versión muy modificada para el Rally Londres-Sídney que supuso un paso significativo para la fundación del departamento de competición para clientes en 1973. Además de dos coches de fábrica, se reconvirtió un 911 propiedad de un cliente para adaptarlo a la versión de rally del 911 S 2.0. Con este tipo de proyectos, Porsche sentó los cimientos del vínculo entre automovilismo e individualización que sigue vigente hoy en día.

1989 – 959

Sigue siendo única hasta hoy una serie limitada de siete Porsche 959 hecha para un miembro de la familia gobernante de Catar. Para ellos se creó un concepto cromático con franjas en cooperación con los diseñadores de Porsche en Weissach. Colores individualizados como el Sahara Beige, el Royal Blue o el Silk Green se combinaron con interiores en piel de búfalo en color a juego y con decoración a rayas. Los tubos de escape también reflejaban el gusto exquisito del cliente, ya que se revistieron con oro de 24 quilates. En los lugares donde va el escudo Porsche tradicional, se instaló el emblema familiar dorado del nuevo propietario, tanto en el capó como en los tapacubos y en el interior.

El célebre director de orquesta Herbert von Karajan, durante muchos años entusiasta cliente de Porsche, encargó en 1974 un 911 Turbo 3.0 (serie G) a modo de versión ligera en gris plata. Ese coche fue el único 911 Turbo en el que se utilizó la carrocería ligera del Carrera RS 3.0. Para el conde italiano Gregorio Rossi di Montelera se reconvirtió en 1975 uno de los legendarios deportivos de carreras 917 para su uso en carretera, algo que puso en bastantes aprietos a los técnicos de Porsche. El prototipo de 620 CV se completó con retrovisores exteriores, intermitentes y silenciador trasero y realizó sin problemas su viaje inaugural de Zuffenhausen a París. 

1997 – 911 GT2 (993) Coppa Florio

Con un total de 193 unidades producidas, un 911 GT2 sobre la base de la generación 993 ya es de por sí un fenómeno excepcional. Sin embargo, este GT2 individualizado por encargo de un cliente es único, por ejemplo porque no hay ninguno más que lleve el tono azul claro Coppa Florio (código 360). A esto se unían las llantas Speedline pintadas en el mismo color y un equipamiento íntegro en cuero para el habitáculo. La roseta de la cerradura de encendido, los interruptores de las luces, la radio, los retrovisores o los instrumentos redondos están hechos íntegramente en cuero especial rojo Can-Can.

Todo ello condujo a la fundación oficial del departamento Porsche Sonderwunsch en 1978. En él, Rolf Sprenger era el responsable de la atención al cliente. El objetivo era satisfacer la creciente demanda de vehículos personalizados. Además de las modificaciones para competición, cada vez se solicitaban más personalizaciones estéticas, y muy pronto adquirieron protagonismo, por ejemplo, las pinturas en colores inusuales. 

Porsche Exclusive: individualización de fábrica 

En el año 1983 llegó otro hito, ya que Porsche fabricó una versión de carretera del coche de carreras 935 para Mansour Ojjeh, el dueño de TAG. Con 409 CV, capó plano y un lujoso interior de cuero en Creme Caramel y paneles de madera, el 935 «Street» se convirtió en todo un símbolo de la década de 1980. A partir de estas producciones individuales extremadamente complejas, al final surgió una serie limitada «Flachbau» («capó plano») que adquirió inmediatamente estatus de culto. Este exigente trabajo, unido a la creciente demanda de acabados de fábrica, hacía imprescindible una simplificación de los procesos. Como resultado, la reconversión de vehículos nuevos se integró directamente en el área de producción, mientras que el montaje final se alojó en un edificio llamado «Rössle» en la Planta II de Zuffenhausen. Esto motivó que, en 1986, se fundara Porsche Exclusive, que desde 2017 se conoce como «Porsche Exclusive Manufaktur». A día de hoy, los expertos de este departamento siguen remodelando los vehículos nuevos de fábrica con el apoyo de otras áreas y, con el 935 como modelo, desarrollan una y otra vez series reducidas que se convierten en iconos. 

2004 – 911 Turbo Cabriolet (996)

A partir de 2004, la iniciativa «most personal car» (coche más personal) sirvió para dar a conocer en todo el mundo las individualizaciones de Porsche. Uno de los ejemplos más espectaculares fue el del diseñador de muebles y arquitecto Carlo Rampazzi, que obtuvo el 911 Turbo Cabriolet de sus sueños en color naranja, tanto en el exterior como en el habitáculo. Sirvió como muestra un plato de porcelana, un patrón cromático que no era tan inusual. Por ejemplo, a los asesores de Exclusive ya se les había dado como referencia el panel pintado de la puerta de una cocina. La fantasía de los clientes al elegir los colores sigue sin conocer límites en la actualidad.

Con la introducción de Porsche Exclusive, la individualización alcanzó un nuevo nivel en Porsche. Los equipamientos integrales en cuero prácticamente en todos los colores del arco iris estaban muy solicitados en la década de 1980, al igual que los equipos de alta fidelidad en la consola central con altavoces del tamaño adecuado. También por esa época, Porsche realizó para un miembro de la familia gobernante de Catar siete Porsche 959 al mismo tiempo, en colores especiales como Sahara Beige o Royal Blue, con interior acabado en piel de búfalo en color a juego y los tubos de escape chapados en oro de 24 quilates. 

2014 – Panamera Exclusive Series

La serie limitada (100 ejemplares) hecha en Porsche Exclusive Manufaktur sobre la base del Panamera Turbo S se presentó en 2014 en el Salón del Automóvil de Los Ángeles. Porsche ofreció por primera vez una pintura de flujo bicolor, y el negro intenso metalizado se contrastó en la zona que hay por debajo de los tiradores de las puertas con un marrón castaño metalizado que se va oscureciendo hacia la parte trasera. Cada vehículo se pintó a mano para garantizar la transición armónica del color. Los asientos y otras superficies interiores se tapizaron en cuero italiano Poltrona Frau en color ágata marrón castaño. En él también se estrenó el Rear Seat Entertainment System Plus con cámara incorporada y reproductor de DVD integrado.

El punto álgido y final de la era del 911 Turbo con capó plano llegó en 1990 con el Turbo 3.3 Cabriolet (serie G) de un coleccionista de Nueva York cuya lista de deseos especiales ocupaba nada menos que 28 páginas. Hasta la fecha se sigue considerando todo un hito en las individualizaciones. Además de un interior amplísimo de cuero, este ejemplar único estaba equipado con una capota eléctrica con sensor de lluvia, un motor turbo con inyección Motronic y una caja de cambios de 6 velocidades. 

En 2004, Porsche puso en marcha la iniciativa «most personal car» (el coche más personal) para promocionar en todo el mundo el tema de las individualizaciones. Uno de los ejemplos más espectaculares fue el del diseñador de muebles Carlo Rampazzi, que obtuvo el 911 Turbo Cabriolet de sus sueños en color naranja tanto en el exterior como en el interior. La muestra del exquisito color deseado por el cliente era un plato que llevó consigo a Zuffenhausen. 

El programa Sonderwunsch: individualización máxima 

En la actualidad, Exclusive Manufaktur tiene a su cargo series limitadas predefinidas y opciones de remodelación, mientras que la reedición del programa Sonderwunsch en 2021 «lleva a otro nivel el amor por el detalle», como subraya Porsche. Style Porsche ejerce como importante socio para todos los temas relacionados con la individualización. El programa Sonderwunsch permite equipamientos diseñados a medida y productos únicos de fábrica en todas las generaciones de vehículos. Por ejemplo, los clientes pueden implementar sus propios diseños de llanta o modificaciones en la carrocería. En el caso de los vehículos históricos, la oferta se completa con restauraciones de taller para garantizar la fidelidad al original. «La mayoría de nuestros clientes de Sonderwunsch son absolutos expertos en Porsche», observa Alexander Fabig. «Llevan años muy unidos a la marca y, en muchos casos, hacen gala de un nivel técnico impactante y conocen los productos al detalle». 

1999-2022 – 911 Sport Classic y 911 Classic Club Coupé

Con la serie limitada a 1250 ejemplares del 911 Sport Classic (992, dcha.), Porsche Exclusive Manufaktur presentó la segunda de un total de cuatro piezas de coleccionista de la edición Heritage Design. En este 911 se reinterpretaron populares elementos de diseño, colores y materiales de los años 60 y principios de los 70. Como su predecesor inmediato —el 911 Sport Classic sobre la base del modelo 997 (centro de la imagen), presentado en 2009 y limitado a 250 ejemplares—, la versión de 2022 se inspira visualmente en el 911 original y en el 911 Carrera RS 2.7 (1972). El 911 Classic Club Coupé presentado en 2022, una pieza única sobre la base de la generación 996 y parte del recién creado programa Sonderwunsch, se fabricó por encargo del Porsche Club of America y se subastó en un acto benéfico. La pieza única de fábrica tiene en común con los dos modelos Sport Classic el techo de doble cúpula y el alerón trasero fijo en estilo «cola de pato», además de las franjas dobles que se extienden por el capó, el techo y dicho alerón.

Un ejemplo reciente es la implementación de la obra de arte «Appearance of Crosses 2022-2» del artista chino Ding Yi en un Taycan Turbo S. El proyecto requirió un método de pintura completamente nuevo diseñado ex profeso. Ese tipo de retos no son infrecuentes en Porsche, y se superan con grandes dosis de compromiso y creatividad. 

2023 – Taycan Turbo S „Ding Yi“

Otro excepcional vehículo surgió en el marco del programa Sonderwunsch a través de una colaboración con el artista chino Ding Yi. Está inspirado en su cuadro «Appearance of Crosses 2022-2», y la carrocería y el habitáculo llevan como adorno partes del mismo. La compleja implementación requirió técnicas muy precisas de enmascaramiento y procesos innovadores de pintura e impresión. Con el color base azul intenso y la integración de elementos artísticos, la berlina combina estética y tecnología. A Ding Yi, un reconocido representante del arte abstracto contemporáneo, le gusta usar el Taycan Turbo S también en su ciudad, Shanghái.

El 911 Speedster (993) del diseñador Luca Trazzi (véase la pág. 46) es un ejemplo espectacular de cómo el programa Sonderwunsch puede dar lugar incluso a piezas completamente únicas en sí mismas. «Ese ha sido nuestro proyecto más ambicioso hasta el momento», afirma Fabig. Según el director de individualización y Classic, actualmente es posible hacer en paralelo doce de esos vehículos únicos, «y la demanda supera con mucho la capacidad disponible». 

El arte de la individualización 

El proceso para realizar una pieza única de Sonderwunsch comienza con la idea del cliente, que se la presenta a un asesor de Sonderwunsch. Tras una primera comprobación de la viabilidad, se invita a esa persona a una charla sobre el proyecto en la que los diseñadores y los ingenieros elaboran en conjunto un pliego de condiciones. Todo este proceso puede durar hasta un año. En cuanto el cliente da el visto bueno, comienza el desarrollo y la producción en estrecha cooperación entre diseñadores, ingenieros, mecánicos, tapiceros, carroceros, pintores e historiadores. 

Es cierto que puede haber límites por restricciones técnicas o legales, pero Porsche analiza al detalle cada deseo. En este sentido, lo prioritario es la seguridad y la conformidad legal. Todos los vehículos Sonderwunsch realizados se documentan en el archivo de la empresa para honrar su exclusividad. 

Los clientes esperan la máxima calidad y la oportunidad de añadir un toque personal a su vehículo.

Como directores del proyecto, los clientes asumen un rol principal y pueden seguir de cerca cada paso del proceso. «Este nivel de integración en su proyecto es el mayor lujo para nuestros clientes de Sonderwunsch», explica Alexander Fabig. Añade que un símbolo de ello es el pase de fábrica que se les entrega al inicio del proyecto «Se puede decir sin exagerar que todos lo llevan con orgullo». 

La integración de los clientes en el proceso de desarrollo varía mucho según los casos. Mientras que algunos se presentan en Porsche con muestrarios o bocetos concretos, otros empiezan con ideas vagas que hay que ir concretando junto con ellos. Muchas veces se incorporan a los proyectos elementos históricos cuando aportan recuerdos emotivos o deseos de diseño tomados del pasado. Esta variedad hace que el trabajo en el equipo de Sonderwunsch sea especialmente atractivo. 

Recientemente ha habido un ejemplo espectacular de la forma en que se integran en el programa Sonderwunsch no solo vehículos nuevos, sino también modelos clásicos. Junto con Porsche, el cantautor Álvaro Soler ha diseñado de cero un 928 S y ha cumplido así el sueño de su vida. El vehículo está pintado en el color individualizado «Soler Yellow Metallic» y el interior está acabado en cuero marrón pampa. En colaboración con los ingenieros de sonido del centro de desarrollo de Porsche en Weissach, se instaló un sistema de audio de 360° exactamente a la medida de los deseos de Soler. Además, en el maletero hay una guitarra pintada en el color del vehículo junto con el maletín correspondiente. 

2024 – 928 S «Boo»

Para el cantautor Álvaro Soler, el departamento Sonderwunsch remodeló un 928 S de 1981. En el habitáculo predomina el cuero en marrón pampa, mientras que el exterior brilla en el color individualizado Soler Yellow metalizado. El sistema de sonido se creó en colaboración con los ingenieros del centro de desarrollo de Porsche en Weissach y está perfectamente adaptado a la posición de asiento y al gusto musical de Soler para garantizar una experiencia sonora de 360 grados. Tras finalizar esta pieza única, el equipo de Sonderwunsch sorprendió al músico con algo muy especial, una guitarra pintada en el color del coche junto con la funda correspondiente, recubierta del mismo cuero que el interior del vehículo.

Hoy en día, la individualización es más importante que nunca para Porsche. Los clientes esperan la máxima calidad y la oportunidad de añadir un toque personal a su vehículo. Por ello, la empresa desea seguir ampliando continuamente el programa Sonderwunsch para individualizar sus deportivos hasta convertirlos en piezas únicas. Para los empleados del departamento Sonderwunsch, su trabajo es más que una profesión. «Es una labor apasionante, a veces muy exigente, pero positiva sin ninguna duda», afirma con entusiasmo Alexander Fabig. «Junto con nuestros clientes, hacemos realidad sus sueños». En perfecta sintonía con el ideal de Ferry Porsche. 

Thomas Ammann
Thomas Ammann

Datos de consumo

Taycan Turbo S (2024)

WLTP*
  • 20.5 – 17.9 kWh/100 km
  • 0 g/km
  • A Class

Taycan Turbo S (2024)

consumo combinado de combustible / emisiones combinadas de CO₂
consumo combinado de electricidad (WLTP) 20.5 – 17.9 kWh/100 km
emisiones combinadas de CO₂ (WLTP) 0 g/km
CO₂ class A