Segundo servicio

Tres títulos de Grand Slam y la primera alemana en ocupar el n.º 1 del ranking después de Steffi Graf: Angelique Kerber ha hecho historia en su deporte y ahora regresa a las pistas tras una pausa de 18 meses por maternidad. Su próxima gran aparición será en el Porsche Tennis Grand Prix de Stuttgart. Christophorus la visitó antes en su academia de tenis en Polonia.

   

Brillantes trofeos de Río, Nueva York, Melbourne y Wimbledon junto a carteles enormes que recuerdan grandes éxitos. Aquí, en la localidad polaca de Puszczykowo, al sur de Poznań, comenzó la carrera de una de las tenistas más exitosas de nuestro tiempo. Ahora Angelique Kerber se prepara para su regreso en la academia fundada por ella misma. A sus 36 años, trabaja para vivir un momento muy especial, como es la vuelta a las pistas tras 18 meses de pausa por maternidad.

Nos encontramos con Kerber poco antes de su reestreno en el Open de Australia 2024. Por fin va a participar de nuevo en un torneo de categoría mundial. Transmite una impresión de gran concentración, calma y motivación. Cuando nació su hija Liana en febrero de 2023, casi todo cambió en su vida. Por primera vez en muchos años, el tenis no era el centro de todo. «La pausa lo puso todo patas arriba», recuerda Kerber, «pero al mismo tiempo esa temporada con mi hija fue también un gran regalo». Afirma haber aprendido mucho de la experiencia. Según ella, la clave es menos perfeccionismo y más paciencia. «De hecho, ahora hay otra persona en mi vida mucho más importante que yo misma», afirma entre risas. «También se puede conseguir un alto rendimiento durmiendo poco, y además no me viene mal algo más de flexibilidad y espontaneidad». La tenista de 36 años siempre tuvo claro que volvería a las pistas. «Echaba de menos la competición y las emociones. Eso es algo que solo se encuentra en la pista».

Alegría anticipada:

Alegría anticipada:

tras 18 meses de pausa por maternidad, Angelique Kerber se prepara para el regreso en su academia de tenis.

Antes de volver a un Grand Slam en el Open de Australia, en enero, disputó sus primeros partidos en la United Cup en Sídney y consiguió su primera victoria como madre en semifinales contra la australiana Ajla Tomljanović. Pocos días después llegó su regreso a un gran escenario en el Open de Australia. Sin embargo, Kerber quedó eliminada en primera ronda en tres sets tras casi dos horas de batalla en la pista ante la estadounidense Danielle Collins. «No he jugado mi mejor tenis», declaró Kerber ante la prensa. «Pero lo he dado todo. Es un gran reto, pero lo afronto encantada».

«No me viene mal más flexibilidad y espontaneidad.»

Angelique Kerber
Sparring:

Sparring:

Kerber logró sus mayores triunfos con su entrenador Torben Beltz, así que ha vuelto a apostar por él para su retorno.
Trofeo:

Trofeo:

en 2016, Kerber alcanzó la final de Wimbledon por primera vez y quedó subcampeona. El último de sus tres títulos de Grand Slam llegó dos años después.

Aquí en Melbourne, Kerber alcanzó en 2016 la cima mundial al ganar el primero de sus tres títulos de Grand Slam. Ese mismo año venció en el Open de EE. UU. y en 2018 llegó su gran triunfo en Wimbledon. En total, tiene en su currículum 14 torneos ganados como profesional. Pero la derrota también forma parte del deporte, y eso es algo que Kerber tiene interiorizado desde hace mucho tiempo. «El tenis tiene una parte de juego mental, y los pequeños detalles deciden si ganas o pierdes», nos explica cuando la visitamos en Polonia. «La receta del éxito es precisamente aceptar eso. Mis derrotas forman parte de mí y me han llevado donde estoy ahora».

La academia está situada al borde del parque nacional de Wielkopolski, con muchos lagos y pistas de ciclismo y senderismo. Aislamiento, calma y naturaleza, es decir, todo lo que se necesita para una buena preparación. 

La carrera de Kerber empezó cuando su abuelo, Janusz Rzeźnik, construyó aquí hace más de 20 años el primer pabellón de tenis para su talentosa nieta siguiendo los estándares internacionales. Aquí ha vivido todas las fases de su trayectoria, con los inevitables altibajos. «Le estoy muy agradecida a mi abuelo», afirma la tenista, alemana de nacimiento pero también con nacionalidad polaca, que ahora ha trasladado su centro vital a Puszczykowo. «Aquí siempre encuentro un lugar de retiro entre los torneos para prepararme con calma y profesionalidad».

«Quiero ser una inspiración para otras mujeres.»

Angelique Kerber
Wall of Fame:

Wall of Fame:

en los lounges de la Angie Kerber Tennis Academy se pueden admirar los trofeos de la tenista. Entre ellos, tres Grand Slams y otros 11 torneos.

Con el tiempo, Kerber ha ampliado mucho su centro de entrenamiento con un total de once pistas cubiertas y al aire libre de diversas superficies, un gimnasio, saunas, un hotel con restaurante y amplios lounges, es decir, unas condiciones de entrenamiento ideales, pero no solo para Kerber. Las puertas de la academia están abiertas a jóvenes talentos… y a cualquier invitado. Principiantes o profesionales, jóvenes o veteranos, todos son bien­venidos. Además, dos veces al año se celebran aquí torneos internacionales. 

¿Pero por qué regresa Angelique Kerber a las pistas centrales del mundo si ya lo ha conseguido todo en ellas? Tiene un claro mensaje con el que pretende animar a las jóvenes: «Quiero demostrar que, como madre, también se puede volver al deporte profesional de alto rendimiento», explica. «En el mundo del tenis actual se ve cada vez a más mujeres como Naomi Ōsaka o Elina Switolina que, tras ser madres, vuelven a jugar y se llevan a veces a sus hijos a los torneos. Hace solo unos años eso habría sido impensable». En la década de 1980, la carrera de las tenistas profesionales terminaba en el mismo momento en que se convertían en madres.

 «Hoy en día también hay muchas mujeres en todo tipo de ámbitos que tienen problemas para compaginar la familia y su carrera profesional. Quiero ser para ellas una inspiración y liberarlas de esas preocupaciones».

Marca de la casa:

Marca de la casa:

aunque Kerber es diestra, para jugar al tenis es zurda. Es conocida sobre todo por su fuerte derecha y su juego de piernas.

Cuenta con el apoyo de su pareja, su equipo y su familia: su madre Beata dirige la academia, y también sus abuelos vienen a menudo para comer con su nieta y con entrenadores y directores. «Sin su ayuda habría sido imposible un nuevo inicio», recuerda Kerber. En la pista prácticamente no se nota la inactividad, y en el entrenamiento sus saques destacan por el equilibrio y la precisión de siempre. Cuando las cosas van realmente bien, se mete en un túnel. «Entonces me concentro plenamente en el momento actual y dejo a un lado todos los pensamientos y los problemas», explica Kerber. «Eso no siempre es fácil aunque, a pesar de todo, tengo que salir a la pista, exponerme y hacer un buen partido».

Llena de energía y dinamismo, de carácter resuelto y siempre concentrada en el máximo rendimiento, su naturaleza también encaja a la perfección con el vehículo en el que llega a la academia, un Porsche 911 Turbo (992). «Los coches deportivos me fascinan desde siempre, y por eso es un honor para mí formar parte de la familia Porsche desde hace casi diez años», subraya la embajadora de la marca. «Potencia, altas prestaciones y la voluntad de mejorar siempre: eso va muy bien conmigo».

«Quiero disfrutar cada momento en este capítulo de mi vida.»

Angelique Kerber

¿Adónde puede conducir aún el camino de alguien que ya ha llegado a la cima? Kerber responde con claridad: «A la pista. Son los partidos lo que me inspira y me motiva», sentencia. «No importa cuánto dure el viaje que me queda, quiero disfrutar cada momento en este capítulo de mi vida y aprovecharlo todo al máximo». El gran amor por su deporte sigue muy presente en ella, y este año va a tener muchas oportunidades de seguir viviendo ese amor.

El 13 de abril le espera el siguiente momento culminante en Stuttgart, el Porsche Tennis Grand Prix. Para Kerber es como jugar en casa, puesto que ha participado en el torneo trece veces y en dos ediciones ganó y se llevó a casa el codiciado vehículo de la campeona. En 2015 fue un 911 Carrera 4 GTS Cabriolet (991) y al año siguiente un 718 Boxster S. «Jugar un torneo así ante mi público de casa, amigos y familiares es una motivación enorme y algo muy especial», afirma Kerber. «Y, naturalmente, el nuevo Macan cien por cien eléctrico como principal premio en 2024 es un estímulo adicional».

Porsche y trofeo:

Porsche y trofeo:

Angelique Kerber ganó en 2016 el Porsche Tennis Grand Prix por segundo año consecutivo. Además del trofeo, la ganadora se llevó el por entonces nuevo 718 Boxster S.

Algo más de tres meses después empiezan los Juegos Olímpicos en París, un evento en el que los deportistas de élite como Kerber no tienen muchas ocasiones de participar. Kerber lo considera una oportunidad y también un reto, aunque afronta su trabajo con otra mentalidad desde que nació su hija Liana. «No importa si no puedo estar en los Juegos Olímpicos, ya he conseguido todo lo que soñaba cuando era niña», subraya. «Eso ya nadie me lo puede quitar, y todo lo que venga ahora es como un bonito extra para mí». 

Porsche Tennis Grand Prix

porsche-tennis.com

Bettina Krause
Bettina Krause

Datos de consumo

718 Boxster S

WLTP*
  • 10.4 – 9.6 l/100 km
  • 235 – 218 g/km
  • G Class
  • G Class

718 Boxster S

consumo combinado de combustible / emisiones combinadas de CO₂
consumo combinado de combustible (WLTP) 10.4 – 9.6 l/100 km
emisiones combinadas de CO₂ (WLTP) 235 – 218 g/km
CO₂ class G
CO₂ class weighted combined G

911 Turbo

WLTP*
  • 12.3 – 12.0 l/100 km
  • 279 – 271 g/km
  • G Class
  • G Class

911 Turbo

consumo combinado de combustible / emisiones combinadas de CO₂
consumo combinado de combustible (WLTP) 12.3 – 12.0 l/100 km
emisiones combinadas de CO₂ (WLTP) 279 – 271 g/km
CO₂ class G
CO₂ class weighted combined G