Al límite

Porsche Latin America – La Porsche Sport Driving School, o Escuela de Conducción Deportiva Porsche, cumple 50 años en 2024. Sus instructores son clave.

   

La que nació de una necesidad para enseñar a conducir de manera rápida y segura a los propietarios del primer 911 Turbo, que fue presentado en el Salón de París de 1974, se ha convertido hoy en una escuela que cuenta con alrededor de cien instructores profesionales que ayudan a los clientes de todo el mundo a mejorar sus habilidades en todo tipo de terreno: carretera, pista, offroad, nieve, desiertos…

En América Latina, quizás el más reconocido de todos los instructores certificados Porsche es el español de origen alemán Axel Mas, quien se enamoró de Porsche desde que una azafata de Lufthansa le regaló un 928 de juguete cuando su madre lo envió a pasar unas vacaciones a Hamburgo cuando tenía unos 10 años.

Descanso:

Descanso:

Una parada en el desierto de Namibia durante una Porsche Adventure Experience.

Cuando era chico corrió en karts y posteriormente en diferentes copas españolas en pista y rally. Después de estudiar en el Colegió Alemán de Barcelona, en 1991 hizo un año de bachillerato en Texas (Estados Unidos) y tras entender que no podría ser tenista profesional, estudió cine y fotografía en la escuela Idep Barcelona. Aunque soñaba con ser fotógrafo y camarógrafo de deportes extremos, los autos le hicieron desistir en 1992 cuando prestó servicios de movilidad durante los Juegos Olímpicos. 

“Con 18 años cumplidos tomé cursos de manejo en la academia TAC con el expiloto de rally Joan Arnella, tanto en el circuito de Calafat como en el de Montmeló”, dijo Mas. “Posteriormente hice otro de hielo y nieve en la estación de esquí La Molina, en los Pirineos”.

A partir de ese momento comenzó a trabajar en actividades de prensa internacional, offroad, pista, piloto de precisión para comerciales, sesiones fotográficas, traductor y anfitrión de Fórmula Uno... “Entre otros clientes, colaboraba con Porsche Ibérica cuando mi hermana Cristina, que trabaja en Porsche Leipzig, me invitó a conocer las instalaciones de la planta en 2003, incluidos sus circuitos de pista y offroad”, dijo. 

“Como tenía talento al volante y hablaba varios idiomas, el instructor jefe, Joch Albig, me ofreció trabajo para ser instructor permanente ahí”.

Axel no aceptó, pues llevaba tres años de relación con Pilar, su esposa con la que desde 2011 vive en Miami. Sin embargo, comenzó a trabajar en actividades internacionales de manejo organizadas por Porsche AG y sus subsidiarias. Hoy pasa más de 100 días del año fuera de casa ayudando a apasionados clientes a mejorar su forma de conducir.

“He hecho de todo”, dijo. “Más de 100 track experiences en los mejores circuitos del mundo, viajes con el Porsche Travel Club por lugares tan exóticos como Namibia, Botsuana y Sudáfrica, actividades de estilo de vida, winter experiences (llevo 17 temporadas en Finlandia y Canadá), unos 50 road shows que me han llevado por los cinco continentes y desde que vivo en Miami paso mucho tiempo por los países de América Latina”. 

El instructor:

El instructor:

Axel Mas explica las bondades del Cayenne durante una actividad en Asunción (Paraguay).

Para desconectarse de su trabajo, al llegar a Miami Axel se dedica a los deportes y a caminar con su esposa y su perro Al.

A lo largo de los años, Axel ha comprobado la confiabilidad de los Porsche. “Nunca, nunca, hemos dejado un coche perdido en el terreno. No importa si trabajamos en barro, nieve, arena, lo que sea”, dijo. “La clave es conocer los límites de los coches y disfrutar manejándolos dentro de la zona de confort de cada uno”.

Al límite también vive su paciencia, pues el trabajo con clientes es muy exigente. Por eso, cada vez que regresa a casa se desconecta del mundo. “Dedico tiempo a los deportes acuáticos, al tenis, a la bici de montaña, navego, hago paracaidismo… Además me encanta salir a caminar con Al, mi pastor australiano”.

Una vez recarga las pilas, hace de nuevo una pequeña maleta en la que siempre incluye un kit de emergencia para dolores de cabeza y estómago (“aunque tengo un estómago a prueba de bombas”, bromeó) y el cable del celular. Luego toma un avión que lo lleva al siguiente destino en donde comparte su pasión, sus consejos de manejo e interminables anécdotas de viajes y experiencias de la vida.

Carlos Alberto Múnera
Carlos Alberto Múnera