Editorial

El 12 de septiembre de 1963 comenzó en el Salón Internacional del Automóvil de Fráncfort (IAA) una de las mayores historias de éxito de la marca de automóviles deportivos Porsche. La empresa presentó el sucesor del Porsche 356, por entonces aún con la denominación 901.

  

«Porsche abrirá una y otra vez nuevos caminos pero siempre se mantendrá fiel a sus valores».

El 12 de septiembre de 1963 comenzó en el Salón Internacional del Automóvil de Fráncfort (IAA) una de las mayores historias de éxito de la marca de automóviles deportivos Porsche. La empresa presentó el sucesor del Porsche 356, por entonces aún con la denominación 901. Se trataba de un deportivo completamente rediseñado que pasaría a la historia como 911. Han pasado 60 años y hoy ya circula por las carreteras en su octava generación y con numerosas variantes, pero sin perder nunca su identidad.

Ferdinand Alexander Porsche fue quien creó el vanguardista boceto y le confirió el lenguaje formal, y esos rasgos característicos se encuentran en cada nueva versión. La línea del techo, las proporciones y los faros delanteros son componentes inconfundibles del 911, un icono atemporal que los fans de todo el mundo consideran el deportivo del siglo. Probablemente ningún otro vehículo dé pie a tantas historias como el 911. Historias fascinantes e inspiradoras que marcan también el nuevo número de Christophorus. Gracias al 911, la marca de automóviles deportivos es lo que es hoy, una actitud ante la vida, una familia, una leyenda.

El mito empezó el 8 de junio de 1948, otra fecha histórica. Ese día, el 356 «Nr. 1» Roadster recibió su permiso de circulación en Gmünd (Austria) y se convirtió en el primer deportivo con el nombre Porsche. Exactamente 75 años después, 800 invitados asistieron a un fantástico espectáculo en directo para conmemorar el aniversario, y lo hicieron en pleno corazón de la marca, directamente en la Porscheplatz de Stuttgart-Zuffenhausen.

Sebastian Rudolph

Sebastian Rudolph

Editor

Las luces iluminaron el cielo nocturno, la música inundó la plaza y numerosos modelos históricos se presentaron bajo los focos. A la cabeza, el 356 plateado, el primero de su clase. Un momento que pone la piel de gallina.

El ADN de la marca también incluye mirar siempre hacia delante, hacia un futuro deportivo. Bajo el techo del Museo Porsche, el descendiente más joven del 356 celebró su estreno mundial antes del espectáculo en vivo: el Mission X. El prototipo es un hypercar único típico de Porsche. Con ecos de la gloriosa historia en competición de la marca e ideas futuristas para el deportivo emblemático del mañana.

«Espíritu pionero y pasión: eso es Porsche», afirmó el presidente, Oliver Blume. «Combinamos tradición e innovación. Siempre miramos con coraje hacia delante, pero nunca olvidamos quiénes somos y de dónde venimos». Porsche abrirá una y otra vez nuevos caminos pero siempre se mantendrá fiel a sus valores. Las personas que han contribuido al éxito de la marca de automóviles deportivos a lo largo de 75 años son cruciales para ello.

Queridos lectores, estamos encantados de que formen parte de nuestra familia Porsche. Y si también ustedes quieren contarnos momentos inspiradores, escríbannos a christophorus@porsche.de.