Un viaje al corazón de la viña mexicana

Baja California, al norte de la península del mismo nombre, es un estado al que muchos viajeros llaman «el Mediterráneo mexicano» gracias a su clima, paisajes, gastronomía y lugares para visitar. Y no, México no es solo cerveza y tequila, también es un paraíso vitivinícola. Baja California representa aproximadamente 90 % del vino de todo México, el cual se elabora en la región desde 1888, hace poco más de 125 años. En las últimas décadas, Baja California Norte (3.7 millones de habitantes) se ha transformado gracias a que las bodegas de la zona ubicadas en diferentes valles, siendo el de Guadalupe el más representativo, aumentaron de alrededor de 50 a más de 200, las cuales ofrecen tours, clases y, por supuesto, degustaciones; además, la región está bien dotada de hoteles y restaurantes de alta gama.

Por ejemplo, en el Valle de Guadalupe se producen vinos de varios varietales, pero el Nebbiolo merece reconocimiento. Sus cepas llegaron de Europa poco después de la Segunda Guerra Mundial y, combinadas con el suelo local de arcilla roja, producen un vino redondo, de cuerpo completo y color oscuro, muy distinto de los procedentes de Italia.

¿Por qué se produce tan buen vino? Porque el Valle está ubicado en una franja entre el Trópico de Cáncer y el de Capricornio, entre los paralelos 30º y 50º, que le da vuelta a toda la Tierra recorriendo la mayor parte de las regiones vitivinícolas del mundo. Los viñedos que se encuentran ahí gozan de un clima templado logrando vides ricas en componentes para lograr añadas espectaculares. 

La latitud de un viñedo puede indicar muchas cosas sobre el vino que produce. Es el caso de los viñedos que se encuentran más cerca del Ecuador, que tienen climas cálidos y temperaturas constantes. Por ello, sus vinos gozan de una acidez baja y sabores a frutos maduros, mientras que las vides más alejadas del Ecuador tienen climas más fríos con más variaciones de temperatura, lo que produce vinos con acidez alta y sabores cítricos.

El clima mediterráneo de estos valles de Ensenada, Baja California, es apto para producir un vino de exquisita factura. El empeño de comunidades llegadas de Italia, España o Rusia ha servido para que hoy el prestigio de los vinos de Baja California trascienda fronteras.

La Ruta del Vino de Baja California permite hacer recorridos personalizados por sus bodegas. La zona de los valles de Guadalupe, Calafia y San Antonio de las Minas concentra el mayor número de viñedos, con vinos que gozan de reconocimiento mundial. El mapa enológico de la región se extiende hacia el sur por los valles de Santo Tomás, San Vicente y Ojos Negros, y, hacia el norte, por el Valle de las Palmas.

Las uvas que se emplean en la producción del vino de Baja California son Chenin Blanc, Colombard, Sauvignon Blanc y Chardonnay para los blancos, y Cabernet Sauvignon, Merlot, Tempranillo, Zinfandel, Syrah, Nebbiolo, Cabernet Franc, Grenache, Petit Syrah o Malbec para los vinos tintos.

Como puedes percibir, Baja California, bañado por las aguas del Golfo de California (Mar de Cortés) al este y el Océano Pacífico al oeste, es una región digna de conocer, pues existe mucho por explorar y probar. Si necesitas unos días relajantes donde lo único que te preocupe sea el vino que probarás después, este es tu destino.