La llamada del viento 

El kitesurf es al mismo tiempo deporte extremo y fuente de energía. En ninguna otra parte de Europa se puede practicar con tanta intensidad como en la localidad española de Tarifa. Un encuentro con el viento y las olas... y con dos superestrellas del panorama internacional.

   

Es la magia de la aceleración. El kiteboarder Liam Whaley se sube a una ola. En la cresta, alcanza una velocidad de unos 50 km/h, se impulsa en el agua con su tabla de carbono de solo 2,5 kilogramos, dirige la cometa hacia el cielo y tira de la barra de dirección que le une a la cometa mediante cuerdas de alta tecnología. Este impulso para el salto le catapulta a más de 20 metros a lo alto, el equivalente a un edificio de cinco plantas. En el punto cumbre del salto, Liam dirige la cometa acrobática hacia el bucle. Entonces, la cometa gira en torno a su propio eje y acelera al kitesurfista en horizontal y en vuelo libre hasta alcanzar los 100 km/h. Navega 120 metros, hace girar la cometa sobre sí mismo en círculo hacia el cielo para volverla a recoger de forma controlada y aterriza suavemente sobre la superficie del agua.

Escenario sobre el mar:

Escenario sobre el mar:

este tipo de obras de arte son el día a día de Liam Whaley. Con ellas suele dejar boquiabiertos a espectadores y transeúntes.
«Expreso mis sentimientos en el agua.» Liam Whaley

Liam Whaley

Liam, que nació en Ibiza, de madre neerlandesa y padre británico, empezó a practicar el kitesurf cuando no era más que un niño. Tras imponerse en los campeonatos júnior de freestyle de España y Europa, consiguió la victoria en el Freestyle Worldtour con solo 18 años. En 2018, Liam participó en su primer «Red Bull King of the Air» y obtuvo la segunda plaza en su debut. En 2021 ganó la competición de Big Air «Cold Hawaii Games» en Dinamarca. A sus 25 años, tiene su propia escuela de deportes acuáticos, el Liam Whaley Pro Center, en la playa de Valdevaqueros en Tarifa, con material de kitesurf de DUOTONE y un lounge exclusivo de Porsche.

Un grupo de paseantes lo miran encandilados desde la playa de Tarifa y se oye un murmullo de admiración: «increíble, espectacular, loco…». Rita Arnaus está al lado y sonríe al ver el megaloop: «Liam está en su elemento». A sus 25 años, este atleta profesional del kitesurf es una estrella en el panorama mundial y en Tarifa (España) se siente como en casa. Su especialidad, aparte del freestyle, es el Big Air. En esta disciplina, los kiteboarders intentan saltar lo más alto posible y volar por el aire el mayor tiempo posible para ejecutar obras de arte. Rita Arnaus, la compañera de equipo de Liam, es excelente en el freestyle, la disciplina en la que se ejecutan complejos trucos técnicos al estilo de la gimnasia artística. A sus 27 años, está entrenando unos días en Tarifa con Liam. 

Rita Arnaus

Los padres de la kitesurfista de 27 años ya fueron campeones de España de windsurf. Rita, nacida y criada en Barcelona, no empezó con el kitesurf hasta los 16 años. Poco después se convirtió en atleta profesional de kitesurf y con 19 años participó en sus primeras competiciones. Se ha proclamado en varias ocasiones campeona de España. Es la actual subcampeona del mundo del GKA Freestyle Worldtour del año 2021.

Simplemente surrealista:

Simplemente surrealista:

parece un fotomontaje, pero el Big Air está considerado en el mundillo como la disciplina más difícil. Para ese salto detrás del 718 Boxster, Liam Whaley acelera a hasta 100 km/h.

Este emplazamiento en la Costa de la Luz es en Europa lo que a nivel mundial se puede decir de la isla hawaiana de Maui: un lugar legendario para todos los apasionados de los deportes acuáticos de tabla. Aquí, en el punto más meridional de Europa en el estrecho de Gibraltar, los vientos soplan más fuerte y más a menudo que en ninguna otra parte del continente. Un enclave mágico donde se reúnen Europa y África, el Atlántico y el Mediterráneo. Tarifa es un centro de atracción para los apasionados del kitesurf y alberga competiciones internacionales. En la década de 1990 fue un centro neurálgico para el windsurf, y ahora se ha convertido en el núcleo del kitesurf, el deporte acuático de moda en la actualidad.

Un deporte extremo fascinante que no solo encandila a los espectadores o los transeúntes accidentales, sino que también hechiza sobre todo a los que lo practican activamente hasta el punto de la adicción. El deslizamiento sobre el agua es como un juego, y saltar y volar por los aires transmite una sensación de ­ligereza y a la vez sobrecogedora. El kitesurf es espectacular y a menudo también muy arriesgado. Sin embargo, al mismo tiempo se trata del deporte acuático de tabla en el que más rápido se aprenden los fundamentos, en solo una semana. A partir de ahí se abren un sinfín de posibilidades, puesto que la particularidad del kitesurf radica en la flexibilidad sobre la tabla.

En resumen, todos los estilos tienen cabida en esta disciplina. Es válida para los especialistas de las olas o los artistas de saltos, para los fanáticos de los trucos o simplemente para cualquiera que busca relajarse y disfrutar la sensación del viento fresco en la cara.

Perfectamente equipado:

Perfectamente equipado:

las tablas de Liam son estructuras de carbono de alta tecnología.

Un viento capaz de ejercer un impacto positivo sobre el bienestar del cuerpo y el espíritu, como han demostrado incluso recientes estudios psicológicos. En efecto, el kitesurf nos enseña serenidad y la capacidad de aceptar que no siempre se pueden controlar perfectamente algunos parámetros de la vida. Ciertamente, el viento y las olas no se pueden moldear al antojo de las personas. Liam vuelve a la playa tras su sesión de Big Air y lo confirma: «Cuando tengo un mal día voy al mar, que es mi zona de seguridad. Así no tengo que hablar con nadie y expreso mis sentimientos en el agua. Eso me permite recargarme de positividad». 

El viento de levante amaina un poco. Es momento de dejar la playa de El Balneario para ir a otro lugar más propicio para la disciplina de Rita, el freestyle. ¡Rumbo a Valdevaqueros! Liam mete su equipo en el Cayenne E-Hybrid Coupé. También Rita conduce este modelo en su ciudad, Barcelona. 

Para su breve viaje a Tarifa se subió en el Aeropuerto de Málaga a un 718 Boxster 25 Años. El viento se fue haciendo cada vez más fuerte durante el camino, y Rita lo disfrutó con la capota abierta. Ahora pasa del descapotable a la tabla.

En la playa de Valdevaqueros, Rita saca el equipo del asiento del acompañante del Boxster, prepara su cometa, se mete dentro del traje de neopreno y se desliza rápidamente al agua. Con movimientos gráciles, la española hace todo tipo de giros, pasa la barra de su cometa de una mano a otra por detrás de la espalda al dar los saltos, gira sobre sí misma en el aire, boca abajo, hacia adelante, hacia atrás... con el estilo de una bailarina. Rita no puede contener la risa cuando, ya de regreso en la playa, mencionamos esta comparación: «Cuando era más joven, en realidad mi sueño era hacer carrera como bailarina. Así aprendí a controlar los movimientos de mi cuerpo». Afirma que esa enseñanza inicial aún le sigue resultando muy útil hoy en día para hacer kitesurf. «Fue una decisión muy difícil dejar de lado mi formación como bailarina. Pero en cierto sentido he conseguido combinar ambas cosas: ahora bailo, pero con el viento».


En el vídeo: impresiones espectaculares desde Tarifa

Panoramas ventosos, playas de ensueño e impresiones auténticas de la producción de Christophorus: Liam Whaley y Rita Arnaus ejecutan impactantes obras de arte sobre el agua y buscan el lugar perfecto para la foto perfecta.

Compromiso con el kitesurf

Además del tenis y el golf, Porsche contribuye al desarrollo del kitesurf como disciplina deportiva. Así, el fabricante de coches deportivos patrocinó en noviembre de 2021 por primera vez la competición de Big Air «Red Bull King of the Air» y coopera con la marca de tablas líder del mundo, DUOTONE. Con Liam Whaley y Rita Arnaus, Porsche cuenta con dos destacados socios representantes del kitesurf al máximo nivel internacional.

Bernd Zerelles
Bernd Zerelles