Stuttgart en Madrid
Centro Porsche Madrid Norte se convierte en una delegación del impresionante Museo Porsche de Stuttgart con la exhibición de dos modelos emblemáticos, a los que seguirán otros vehículos históricos.
Los clásicos salen del Museo
Desde su inauguración en 2010, los responsables del increíble Museo Porsche de Stuttgart-Zuffenhausen dejaron claro que este no iba a ser un museo tradicional, y no solo por su vanguardista arquitectura. Esta «catedral» Porsche del siglo XXI es un espacio vivo en todos los fondos y exposiciones, como en el constante ir y venir de los vehículos que en él se exhiben. Una entrada y salida de vehículos justificada por las necesidades de numerosos eventos, desde aniversarios, hasta inauguraciones, pasando por competiciones de clásicos y concursos de elegancia a los que pueden acudir los deportivos expuestos en el Museo porque todos ellos están en perfecto orden de marcha, dispuestos a ser arrancados y circular en cualquier momento. Al fin y al cabo el 80% de los Porsche fabricados desde la fundación de la marca siguen operativos en todo el mundo y los del Museo de Stuttgart no iban a ser menos.
Los fondos del Museo están compuestos por más de 600 deportivos, perfectamente restaurados y mantenidos por los especialistas que trabajan en las propias instalaciones. Pero los responsables del Museo aseguran que solo es conveniente exhibir alrededor de 85 o 90 de esos vehículos en el vanguardista edificio de Zuffenhausen, entre exposiciones permanentes y temporales. La razón de esta limitación no se debe a problemas de espacio sino a que más de esa cantidad de modelos expuestos puede resultar excesiva para los visitantes y podría llegar a resultar algo cansado por la información que recibiría cualquier aficionado, por muy entusiasta que sea, si se superase esa cifra de deportivos en la exposición.
Ya en 2018, para celebrar la inauguración de las nuevas instalaciones de Porsche Ibérica y Centro Porsche Madrid Norte, tres representantes del Museo Porsche estuvieron expuestos durante unos meses en el nuevo edificio de la avenida de Burgos 87 de Madrid. El victorioso RS Spyder, el singular 911 SC Safari y un prototipo 928 S4 Cabriolet componían un selecto y escogido grupo de la historia de Porsche en tres ámbitos muy distintos: la competición en circuito, los rallyes más duros y extremos y la constante investigación por parte de Porsche en diseño y nuevos conceptos de deportividad. Ahora, por segunda vez, dos modelos del Museo visitan Madrid para quedarse unos meses, un 910/6 y un 911 Turbo 3.3 Coupé, dos representantes de dos momentos históricos de la marca. El 910/6 y toda su saga de diferentes variantes fue el verdadero antecesor del Porsche de competición más exitoso de todos los tiempos, el 917. Por su parte el primer 911 Turbo es todo un icono en la historia del 911, tanto por su tecnología como por su diseño, con sus prominentes paragolpes y el espectacular alerón que lo diferenciaba al primer golpe de vista de cualquier otro 911.
Un viaje de ida y vuelta
Pero ¿cuál es el proceso para que un valioso clásico del Museo Porsche de Stuttgart viaje hasta Madrid? Pues todo empieza con una solicitud formal de los responsables de Porsche Ibérica a los gestores del Museo en Alemania. Salvo raras excepciones justificadas por alguna razón especial, no se solicita un modelo en particular sino un concepto, es decir, vehículos de competición, modelos raros, prototipos o vehículos que hubieran pertenecido a personajes relevantes, por ejemplo. Pero también hay que especificar si el vehículo solo va a ser expuesto, va a rodar, si va a participar en alguna competición de clásicos o va a ser conducido. A partir de esa primera solicitud el Museo ofrece los posibles vehículos disponibles y desde Porsche Ibérica se decide cuál o cuáles de esos modelos viajarán hasta Madrid o hasta el punto de España o Portugal en el que se vaya a exhibir o se tenga previsto celebrar un evento especialmente relevante.
Entonces se inicia el delicado proceso de transporte para cubrir los 1.800 kilómetros que separan Stuttgart de Madrid y del que se encarga una empresa especializada contratada por el propio Museo, como se haría con cualquier otra obra de arte, porque al fin y al cabo estos deportivos son verdaderas obras de arte. En el caso de los dos modelos que han viajado más recientemente a Madrid, el 910/6 y el 911 Turbo, el transporte se ha realizado en un único camión especial, completamente cerrado, que permitía albergar a los dos modelos históricos en un mismo transporte. Por supuesto el camión está monitorizado en todo momento para saber exactamente su posición durante el trayecto.
El 910/6 fue el antecesor del exitoso 917
Una vez en su destino, los vehículos elegidos para salir del Museo de Stuttgart deben realizar exclusivamente la función para la que se les solicitó, en el caso del Centro Porsche Madrid Norte quedar expuestos durante cuatro meses para que cualquier aficionado pueda contemplarlos libremente. Si tuviesen que ser conducidos solo podría hacerlo personal autorizado por el Museo tras especificar claramente qué es lo que se va a hacer y qué tipo de recorrido se va a realizar. Parece que todo puede resultar complicado, tedioso y muy burocrático, pero José Antonio Ruiz Escudero, jefe de prensa y relaciones públicas de Porsche Ibérica, asegura que es bastante rápido y el propio Museo se encarga de todos los trámites importantes, como seguros, transporte o personal especializado para la carga y descarga.
¿Y por qué esta necesidad de sacar los modelos históricos de Porsche de su espectacular Museo? La razón es bien sencilla, la marca quiere acercar toda esa historia y ese legado a todos los aficionados de Porsche del mundo.
Al igual que los grandes museos de arte de reconocido prestigio ceden sus fondos para exposiciones temporales o cuentan con delegaciones en diferentes ciudades, Porsche Ibérica se ha propuesto que sus instalaciones de Centro Porsche Madrid Norte se conviertan en una delegación del Museo de Zuffenhausen y que periódicamente algunos de los más emblemáticos deportivos de la historia de la marca puedan ser admirados por los aficionados españoles. No hace falta ser cliente de Porsche ni comprar entrada o reservar una visita para poder acercarse hasta las instalaciones de la Avenida de Burgos, 87 de Madrid y disfrutar de estas joyas cedidas por el Museo Porsche, y también de los modelos actuales, todo ello en el acogedor ambiente creado en este nuevo edificio donde tomar un café y consultar su biblioteca también te sumergirá en el mundo Porsche.