Regreso al futuro

Hace 125 años arrancó en París la primera competición automovilística del mundo. A finales de 2019, Neel Jani disputará la primera carrera de Fórmula E de la historia de Porsche. Hoy, como ayer, está en juego el futuro del automovilismo deportivo.

  

Porsche 911 Carrera S Cabriolet
Consumo urbano de combustible: 11,6 l/100 km
interurbano: 7,6 l/100 km
combinado: 9,1 l/100 km
Emisiones de CO2 (combinado): 208 g/km
Clase de eficiencia: F (Datos de 06/2019)

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Cuántas hamburguesas tuvo que vender de joven para poder comprarse un juego de neumáticos nuevos para su kart? Neel Jani se lo piensa. Los números y los acertijos le fascinan desde que sabe contar. Estamos con el piloto suizo y su esposa Lauren en la hamburguesería Jack & Joey de Mantes-la-Jolie, 50 kilómetros al noroeste de París, recordando la época en la que trabajaba en el restaurante de comida rápida de sus padres para primero llegar a la edad adulta y luego convertirse en piloto de carreras. Le viene a la memoria su última carrera al volante de un kart. Recuerda perfectamente cómo buscaba la línea, apuraba la frenada y giraba lo mínimo para no desgastar el material. Alza la vista y vuelve al presente. La pausa para almorzar ha terminado. Todavía queda trayecto por hacer. Fuera les espera el nuevo Porsche 911 Carrera S Cabriolet.

Han salido de París con destino a Rouen y tardarán algunas horas en recorrer los escasos 90 kilómetros que separan Mantes-la-Jolie de la capital normanda: están siguiendo el camino en el que todo empezó hace 125 años. Un dilatado viaje de regreso al futuro de la historia del automóvil, la hora en que nació el deporte del motor.

El equipo oficial de Fórmula E de Porsche, con Neel Jani como piloto, se estrena en la sexta temporada del campeonato ABB de Fórmula E de la FIA, que comenzará en diciembre de 2019. El suizo, corredor oficial de Porsche desde 2013, es el primero que el fabricante de Stuttgart ha fichado para esta competición. Jani es rápido, tiene experiencia en la Fórmula E y, como piloto de desarrollo, es toda una referencia para un proyecto tecnológico de futuro. En 2016, con su equipo y al volante del Porsche 919, fue campeón absoluto de Le Mans y se hizo con el campeonato mundial de resistencia de la FIA. Desde 2014 hasta 2017, este piloto de 35 años ha obtenido con el 919 cuatro victorias, nueve poles y cuatro vueltas más rápidas. En 2018, con el 919 híbrido Evo Jani consiguió en el circuito belga de Spa-Francorchamps un mejor tiempo con el que eclipsó a Lewis Hamilton y su récord de circuito en su Fórmula 1.

Dentro de su apretado programa de pruebas, Jani se está tomando un tiempo muerto en Francia en el que aúna pasado, presente y futuro. Punto de partida es el bulevar Maillot, al noroeste de París, donde el 22 de julio de 1894 tuvo su salida la París–Rouen, la primera carrera automovilística de la historia o, como la definió en su día Pierre Giffard, una «competición para coches sin caballos». El entonces redactor jefe del rotativo parisino Le Petit Journal quería demostrar que el automóvil era el futuro. Se inscribieron más de 100 pilotos y pasaron la admisión técnica 21 vehículos equipados con motores de gasolina, vapor, gas o incluso –según deseo expreso de los organizadores– con propulsión eléctrica. Engendros de toneladas de peso se dieron cita con ligeros triciclos, camiones de reparto y autobuses con afiligranados vehículos de gasolina. Según los organizadores, el premio de 5.000 francos no sería para el piloto más rápido, sino para quien presentara el automóvil menos peligroso, más fácil de conducir y más económico. El banderazo de salida se dio a las 8:01 horas. El punto final de esta prueba de fiabilidad se encontraba a 126 kilómetros o 12 horas de distancia en la explanada del Campo de Marte de Rouen. Lo lograron 17 participantes, que cruzaron la meta exhaustos, maltrechos y cubiertos de polvo.

Un pequeño desvío:

Un pequeño desvío:

en Vernon, a orillas del Sena, está Le Vieux Moulin («el molino viejo»), que sirvió repetidamente de inspiración al pintor impresionista Claude Monet.

«Es muy difícil imaginar lo que debió significar la carrera entonces, tanto humana como materialmente», dice Jani. «Hoy en día tampoco tenemos ni idea de cómo nos moveremos dentro de 125 años». Lo que es seguro es que «no tendrá nada que ver con los coches tal como los conocemos hoy. Lo que entonces quisieron demostrar era que un automóvil podía recorrer más de 100 kilómetros. Lo importante era llegar. Hoy, lo que importa es la eficiencia».

Jani pone en marcha el 911 Carrera S Cabriolet. No puede repetir el antiguo recorrido de la París–Rouen puesto que las polvorientas pistas de tierra de 1894 han sido sustituidas por carreteras nacionales y autopistas. El enorme esfuerzo que debió significar la carrera y la excitación del ambiente también son difíciles de adivinar desde el asiento del nuevo nueveonce, la octava generación de un icono hecho con lo mejor de sus predecesores y lo más innovador del presente. 331 kW (450 CV, Porsche 911 Carrera S Cabriolet: Consumo combinado de combustible: 9,1 l/100 km, emisiones de CO2 (combinado): 208 g/km, clase de eficiencia: F (Datos de 06/2019)). Apenas 3,7 segundos de 0 a 100 km/h con el paquete Sport Chrono opcional. Una impresionante velocidad máxima de 306 km/h. Hace 125 años, la velocidad media para ir de París a Rouen fue de 17,5 km/h.

«Antes, lo importante era llegar. Ahora, lo que importa es la eficiencia». Neel Jani, piloto de Fórmula E
Cruzando puentes:

Cruzando puentes:

durante su excursión con el nuevo Porsche 911 Carrera S Cabriolet, Neel Jani y su esposa han cruzado el Sena como mínimo cinco veces. Sobre el viejo puente de Limay (detrás), el director de cine francés François Truffaut filmó la famosa escena final de su clásico Jules et Jim.

Hace apenas unos días, Jani disputó su –de momento– última carrera del Campeonato Mundial de Resistencia de la FIA (WEC). «Cuando Porsche te da la oportunidad histórica de ser el primer piloto de la marca que conduce en la Fórmula E, tienes que establecer prioridades». Está ansioso por participar en esta especialidad, pero también le infunden mucho respeto la densidad de potencia, la cuidada selección de pilotos y los circuitos. La Fórmula E se disputa allí donde la movilidad eléctrica tendrá su futura implantación, es decir, en el espacio urbano y las áreas metropolitanas de todo el mundo. Las carreras en grandes ciudades tienen un encanto especial: ellas se acercan a la gente y no al revés.

La próxima temporada, Porsche será el único equipo que empiece de cero. Además, la Fórmula E es la primera serie competitiva a la que Porsche acude con un coche que no es íntegramente suyo. En esta categoría, el 80% de las piezas de todos los coches de carreras participantes son idénticas, pero se admiten diseños propios en el sistema de tracción, como el motor eléctrico, el inversor, la transmisión, la caja de cambios, la suspensión trasera o el software. Por ello, un buen ajuste de los componentes puede decidir una victoria o una derrota. Y, a veces, un poco de suerte también ayuda.

Junto al río:

Junto al río:

el trayecto de París a Rouen sigue el cauce del Sena.

«Nuestro bólido de Fórmula E está listo. Con un máximo de 15 días de prueba permitidos y muchas horas en el simulador, lo único que falta es pulir los detalles», explica Jani. El objetivo no solo es conseguir una configuración perfecta, sino también trazar un plan detallado de gestión de la energía. Las expectativas son altas y el suizo se muestra confiado. Para él, una plaza en el podio entra dentro de los cálculos. Como hace tres años, cuando decidió para Porsche las 24 Horas de Le Mans junto con Romain Dumas y Marc Lieb. «Le Mans no se gana», dice Jani. «Le Mans te deja o no te deja ganar».

Después de 11 Le Mans seguidos, Jani puede aportar mucho a la Fórmula E, «sobre todo, paciencia». Se dirige hacia Mantes-la-Jolie, donde los participantes de hace 125 años hicieron a mediodía una pausa de 90 minutos, tres horas después de salir de París. Lauren y Neel Jani miran fotografías. Cuando se le preguntó sobre sus planes de familia hace unos pocos años, Jani respondió: «Primero quiero ganar Le Mans y después ya pensaré en niños». Entonces llegó un hijo. Y ahora, la Fórmula E.

A vista de pájaro:

A vista de pájaro:

en un tramo sobre el Sena, el Porsche 911 Carrera S Cabriolet de color verde lagarto despliega todo su ímpetu.

El Porsche gira a la izquierda por un corto tramo sin asfaltar. Unos setos altos y espesos tapan la vista sobre los jardines y el castillo de Bizy en Vernon, Normandía. Los Jani son bienvenidos y aparcan el Porsche 911 en el patio interior. El edificio es un monumento protegido conocido popularmente como «el pequeño Versalles normando».

Al caer la tarde los Jani llegan a su destino. Rouen, la ciudad de los 100 campanarios, el gótico catedralicio y las callejuelas medievales. En el mercado antiguo, una lápida recuerda que en 1431 quemaron viva allí a Juana de Arco, la heroína nacional. Queda poco tiempo para hacer turismo. Se han dejado llevar por el cabriolet y se han entretenido por el camino: pausas junto al Sena, visita a un viejo molino, fotografías en los puentes y una breve visita a la carrera internacional de las 24 Horas de Motonáutica de Rouen. Y Jani sigue sin revelar cuántas hamburguesas tuvo que vender hace 22 años para comprar un juego de neumáticos de kart. Otro acertijo: ¿dónde estará Porsche en 2020, cuando concluya su primera temporada en la Fórmula E? «En las primeras ocho carreras de la serie actual ha habido ocho vencedores distintos», dice. «Técnicamente hay muchas cosas iguales. El piloto es quien marca la diferencia». Jani sale del coche y corre hasta la fuente de la explanada del Campo de Marte. Entonces da media vuelta y sonríe. «Nunca en mi vida he competido para no llegar en algún momento a lo más alto del podio».

Objetivo logrado:

Objetivo logrado:

los Jani en la explanada del Campo de Marte de Rouen, donde hace 125 también finalizó la primera carrera automovilística de la historia.
«El piloto marca la diferencia». Neel Jani
Christina Rahmes
Christina Rahmes