Una fusión perfecta

Lo inclina, lo huele, lo prueba, y luego sirve a cada uno de sus invitados un trago de la mezcla. Con su mirada concentrada y la probeta graduada, Tement parece un poco un alquimista. Pero él no es famoso por convertir hierro en oro, sino un maestro en el mágico proceso de convertir uvas en vino.

Tement es uno de los viticultores más famosos y cotizados de Austria. En los años ochenta su padre Manfred dio fama a los viñedos que poseía la familia en Estiria del sur. Es verdaderamente legendario su talento para la cata y la creación de un vino compuesto por caldos de diferentes barriles, es decir, un cuvée perfectamente armonizado. Algunos dicen que el talento de Tement junior supera incluso al de su padre. Hoy está trabajando en una mezcla especial. Encima de una barrica tiene alineadas ante él varias botellas de vino. Le acompañan Alexander Barón de Essen, uno de los importadores de vino de más renombre en Alemania, y Holger Schramm, sumiller y director del restaurante de Porsche, el «Christophorus», en Stuttgart.

Su finca se ubica en Ehrenhausen, en la ruta del vino junto a la frontera entre Austria y Eslovenia, a algo más de 250 kilómetros de Gmünd. Esta zona de cultivo de la región de Estiria del sur se compara a menudo con el Piamonte o la Toscana: un paisaje aparentemente infinito, en su mayoría con suaves colinas, pero también con paredes empinadas, casi verticales. Los viñedos cubren gran parte de las laderas y en los valles se escucha el susurro de los arroyos atravesando pequeños bosques. En las crestas se alzan antiguas casas de campo y en medio de todo esto surgen estrechas carreteras como expresamente hechas para la leyenda del rally y gran amante de la Estiria del sur Walter Röhrl. En primavera y en verano las colinas son de un verde frondoso, mientras que en otoño relucen en tonos rojizos, marrones y dorados. En las depresiones suelen perseverar restos de niebla, mientras que sobre ellas reluce un sol asombrosamente brillante hasta entrado el noviembre.

Pero la Estiria del sur no es solo famosa por su belleza paisajística, sino también por sus extraordinarios vinos. Como lo formula Manfred Tement: «En un paisaje tan particular también tiene que crecer algo especial».

En diciembre de 2017 participó por primera vez en una cata de posibles cuvées en su finca en compañía del embajador de la marca Porsche, Walter Röhrl. Y encontró un resultado totalmente prometedor.

Esta preselección es la que Armin Tement tiene ahora expuesta sobre la barrica. Los expertos van a perfeccionar conjuntamente el vino del aniversario. Tras tres rondas de catas el grupo se ha puesto de acuerdo con una base de Pinot blanco y Morillon, completada con Sauvignon blanco y Pinot gris. A continuación Tement vierte gota a gota un dos por ciento más de Sauvignon en la probeta y vuelve a servir esperanzado a los catadores. Una cantidad mínima es suficiente para otorgar aún más vida y frescura al vino.

Murmullos de admiración resuenan en las altas paredes de la bodega. El sumiller Schramm vuelve a introducir la nariz en la copa y asiente con la cabeza.