Bello viejo mundo
A mediados de los sesenta el mundo se pintó de colores, flower power en lugar de trajes negros. La fotografía en color sustituyó al blanco y negro, y los nuevos aires también llegaron a los circuitos. El fotógrafo Horst H. Baumann plasmó el automovilismo desde una nueva perspectiva.
Nueva York en 1965. El crítico de arte Tom Wolfe, él mismo un icono de la moda y quizás el primer periodista de lifestyle del mundo, contempla alternativamente una fotografía en color y al fotógrafo. Horst H. Baumann está de pie totalmente inmóvil esperando en la Gallery of Modern Art el comentario del escritor. La obra de Baumann muestra al dos veces campeón del mundo de Fórmula 1 Jim Clark en el Lotus, una explosión cromática de verde y amarillo. El vehículo parece estar doblándose. Se inclina en una curva rodeando al espectador. «That’s pretty close», opina Wolfe finalmente, y describe acertadamente la intención del autodidacta Baumann.
Su credo es estar lo más cerca posible. Aunque esa cercanía no siempre puede medirse en centímetros. A veces, como en el caso de Clark, Baumann se pega al objeto. Riesgo total. Emoción total. Algunos motivos son impresionantes por esta proximidad del momento, aunque Baumann fotografía desde la distancia.
A veces Baumann casi se pega al objeto. Riesgo total. Emoción total.
50 años después de la explosión de la juventud al principio del movimiento del 68, las fotografías de Baumann también muestran cómo se ha emancipado el mundo de la Fórmula 1. Su nueva imagen del automovilismo aparece por primera vez en 1965 en el libo de culto The New Matadors, agotado desde hace décadas pero que al parecer se reeditará como homenaje a los antiguos maestros de la proximidad.
«Los nuevos matadores» son pilotos de carreras. Los muestra brillantes, directos y llenos de color, pero sin caer en lo cursi. Muchas imágenes tienen la tonalidad de una acuarela. Así pues, al espectador se le presenta una imagen colorida pero sobre todo romántica de esos años dorados del automovilismo. Este fotógrafo nacido en 1934 quedó fascinado por el encanto de la tribuna con sus mujeres resueltas, pero también por la estética del circuito de carreras. Como en una pintura, compone los vehículos en movimiento – hasta el agotado asfalto sobre el cual ondea la bandera de meta.
Momentos mágicos: Baumann capta como nadie la proximidad de un momento.
Horst H. Baumann
Este artista nacido en 1934 en Aquisgrán estudió Metalurgia, Pedagogía, Filosofía y Medios de Comunicación. Llegó a la fama como fotógrafo, diseñador y artista lumínico. Sus trabajos ya fueron expuestos en la desaparecida Gallery of Modern Art de Nueva York y en la Biennale des Jeunes en París.