Vehículo solar
3.022 kilómetros por Australia impulsados por el sol. Un equipo de estudiantes de la Universidad Técnica de Aquisgrán emprende el World Solar Challenge con la ayuda de especialistas de Porsche Motorsport.
Cuando se pone en movimiento, casi no se nota ni se oye. Provisto de una cúpula de plexiglás sobre la plana carrocería y la doble quilla de un catamarán, parece recién llegado del futuro. Sin embargo, resulta extrañamente familiar, como uno de aquellos coches fantásticos que aparecían en los tebeos de los años sesenta que nos hacían soñar con los transportes del futuro. El mañana de ayer nos visita hoy sin emisiones contaminantes gracias a un depósito repleto de energía solar.
El «Sonnenwagen» o vehículo solar rueda en silencio. Christiane Rupp, Hendrik Löbberding y Markus Eckstein rodean el futurista coche y se ponen a trabajar en él. Marc Locke, el piloto, también ha salido de su austera carlinga y se ha quitado el casco. Los cuatro son alumnos de la Universidad Técnica y de la Escuela Técnica Superior de Aquisgrán. Junto con una cuarentena de compañeros se han marcado un ambicioso objetivo: participar próximamente en el World Solar Challenge de Australia, la carrera de vehículos solares más famosa del mundo. Un reto nada fácil teniendo en cuenta que se trata de un periplo de 3.022 kilómetros.
World Solar Challenge
La carrera World Solar Challenge de Australia es el reto más duro al que puede enfrentarse un coche solar. En su 14a edición, que se celebrará del 8 al 15 de octubre de este año, la competición recorrerá más de 3.022 kilómetros por el outback australiano desde Darwin, en el Norte, hasta la meridional Adelaida a través de la Stuart Highway. Los participantes disponen de seis días para completar el trayecto. Se conduce exclusivamente entre las 8 de la mañana y las 5 de la tarde, pausas incluidas. La velocidad media tiene que superar los 65 km/h. Y el piloto debe llevar dos litros de líquido para hidratarse, pues se llegan a alcanzar temperaturas de más de 40 grados.
www.worldsolarchallenge.org
Han sido los propios estudiantes, quienes, procedentes de distintas especialidades, han construido el vehículo en un proyecto en el que trabajan desde hace dos años. La chispa inicial que lo desencadenó todo fue un informe que leyeron sobre el World Solar Challenge de 2015. Desde que empezaron a trabajar en el proyecto, la luz de su pequeño laboratorio casi no se ha apagado. El concepto «eficiencia» ha sido central. Y es que, ya se trate de la resistencia de los neumáticos, del rendimiento de las baterías y las placas solares o del uso del presupuesto disponible, la eficiencia ha sido la clave del éxito. Esta premisa sobre la que descansa el vehículo solar es la misma que llevó a crear el 919 Hybrid, el prototipo de homologación LMP1 con el que Porsche ha ganado este año, por tercera vez consecutiva, las 24 Horas de Le Mans. Visto así, la colaboración entre el fabricante de coches deportivos y los ingenieros noveles de Aquisgrán parecía inevitable. Los expertos en automovilismo de Porsche apoyan al equipo no solo económicamente sino también con sus conocimientos técnicos.
Técnicamente, los estudiantes han realizado un trabajo preparatorio perfecto. Su vehículo solar descansa sobre un sólido bastidor de tubos de acero que soporta todos los componentes y garantiza la seguridad necesaria en caso de colisión. La carrocería aerodinámica está compuesta de fibra ligera y sobre sus cuatro metros cuadrados de superficie se distribuyen 260 células solares de silicio destinadas a cargar una batería de iones de litio de creación propia hecha a medida. Esta unidad se adapta perfectamente a un motor de cubo de rueda de 135 voltios que alcanza una potencia de 1,4 kW, algo más que la de un secador de pelo, pero suficiente para acelerar el vehículo de 200 kilogramos hasta los 135 km/h. Pero nadie quiere ir tan rápido. A una velocidad media de entre 70 y 80 km/h y con una sola carga de batería, el coche solar tiene una autonomía de cuatro horas y más de 300 kilómetros.
El ejemplo del 919 Hybrid
«Nuestro objetivo principal es llegar a la meta», afirma Hendrik Löbberding, director del proyecto. «En 2015, muchos novatos cayeron en la fase clasificatoria». Para evitar una posible eliminación ya en la fase preparatoria, la experiencia adquirida por el equipo LMP de Porsche en el campeonato mundial de coches deportivos de la FIA ha venido como anillo al dedo, ya sea para facilitar una complicada logística de transporte de las baterías inflamables, para observar la meteorología con precisión o para lograr una recuperación energética eficiente. Tanto el vehículo solar como el 919 Hybrid recobran parte de su energía al frenar. Además, en el Centro de Desarrollo de Porsche en Weissach el vehículo solar se puede someter a pruebas en un túnel de viento.
«Al igual que nosotros, los estudiantes de Aquisgrán llevan el desarrollo de su coche de carreras hasta el más alto nivel», dice Andreas Seidl, jefe del equipo LMP de Porsche, quien también pone de manifiesto otras similitudes con los alumnos de Aquisgrán: «Prioridades como la construcción ligera, la refrigeración, la eficiencia, la tracción eléctrica potente y el diseño aerodinámico coinciden con los requisitos que nosotros exigimos a nuestro 919 Hybrid». Si lo dice un triple vencedor de Le Mans, debe ser verdad.