El sábado 10 de junio de 2023, el cinco veces campeón del mundo de esquí, Aksel Lund Svindal, se adentró en un territorio desconocido. Al volante de un 911 GT3 Cup, el veterano esquiador de descenso y embajador de la marca Porsche se preparaba para tomar la salida en el circuito de la Sarthe, junto a un grupo de pilotos profesionales experimentados y frente a una multitud de aficionados en Le Mans.
Este fue el punto culminante de un viaje que había comenzado apenas dos años y unas cuantas carreras antes, en su Noruega natal. Svindal creció cerca de Oslo y, aunque tuvo interés por los coches y las motos desde una edad temprana, su pasión verdadera fue el esquí. Tras una prolífica carrera deportiva de 18 años compitiendo al más alto nivel, se retiró en 2019 con dos medallas olímpicas en su haber, siendo el esquiador más exitoso de Noruega.
Poco después, se convirtió en embajador de la marca Porsche. Gracias a ello pudo participar en un evento en el que un grupo de celebridades se enfrentaban al piloto noruego de Fórmula 2 Dennis Hauger en unas vueltas cronometradas en un circuito local, a bordo de un Porsche. Svindal, que era un completo novato, fue solo 1,5 segundos más lento que Hauger y considerablemente más rápido que el resto del grupo. Su notable actuación llamó la atención del equipo de competición de Porsche Suecia, que lo invitó a participar en la siguiente temporada del Sprint Challenge Escandinavia.
“Obviamente dije que sí”, dice Svindal con una sonrisa. “Es el tipo de cosas con las que sueñan los niños, y viniendo del mundo del esquí y sin ninguna conexión con el deporte del motor, era algo que realmente quería experimentar”.
La primera temporada de Svindal en el Sprint Challenge, campeonato que se disputa con el Cayman GT4 Clubsport y que sirve para buscar talentos para la Porsche Carrera Cup, fue impresionante: consiguió una victoria en su primer fin de semana y cuatro podios posteriores. La graduación como piloto invitado en la Carrera Cup llegaría en 2023. “El Cayman GT4 Clubsport es bastante fácil de manejar y muy indulgente”, explica Svindal. “Puedes rodar a ritmo muy fuerte y el coche te avisa cuando estés a punto de sobrepasar el límite. Sin embargo, cuando te subes a un 911 GT3 Cup sin experiencia, la línea es tan estrecha que casi parece invisible”.
Pero la oferta de pilotar el implacable 911 GT3 Cup era demasiado tentadora como para rechazarla porque llevaba implícita la posibilidad de competir en Le Mans dado que, este año, el campeonato Porsche Carrera Cup Escandinavia se ha unido a su homólogo francés para disputar una carrera en La Sarthe el mismo día de las 24 Horas. Coincidiendo con la celebración número 100 de la carrera de resistencia más famosa del mundo y con el 75º aniversario de Porsche, esta era la oportunidad de su vida.
Y así, Svindal obtuvo un asiento en un coche de carreras de 510 CV y vio como las luces se ponían en verde en la recta de salida ante las tribunas repletas de público llegado de todas las partes del mundo. “Esta pista es muy rápida”, recuerda hoy, “y los 911 de la Carrera Cup rozaban los 300 km/h. Una velocidad muy elevada, sobre todo cuando tienes coches a tu alrededor. En ese momento sientes una mezcla de emoción y nervios. Como esquiador alpino, simplemente miras lo que tienes delante, pero en las carreras de coches lo haces mientras miras por los espejos e incluso a través de las ventanillas laterales. ¡Hay mucha información que asimilar!
La habilidad innata del deportista de élite y su calma bajo presión fueron suficientes para ayudarlo a superar una carrera frenética en la que, lejos de limitarse a cruzar la meta, terminó en una respetable 13ª posición. “Con todo el peso de la historia de Porsche en Le Mans, aquella situación parecía casi irreal. Las cosas habían sucedido muy rápido desde que empecé a competir con la marca y, de repente, ahí estaba, en el clímax de aquella increíble aventura. Fue intenso y realmente especial”.
La vivencia de Svindal en Le Mans ha quedado plasmada en el documental titulado A High Speed Portrait, del cineasta sueco Erik Stenborg. Un corto apasionante para el que se ha empleado un equipo de grabación que incluye 11 cámaras onboard y cinco micrófonos. El resultado es una experiencia de 360 grados desde el interior del coche, que ofrece una perspectiva única de esta icónica carrera. La película, que se proyectó por primera vez en septiembre en el Festival Porsche en Rudskogen, como parte del fin de semana de la Carrera Cup Escandinavia, también ofrece una visión de la filosofía de Svindal en lo que respecta al éxito, tanto en el ámbito del deporte como en el espectro más amplio de la vida.
“Agradezco a Erik que haya hecho esta película porque me trae muy buenos recuerdos”, dice Svindal. “Al ver las imágenes aumentan mis pulsaciones. Puedo reconectar con todas esas emociones y realmente sentir que estoy dentro del coche. Y me recuerda que fuimos a Le Mans y corrimos allí. ¡Realmente lo hicimos!”.
